Toco 1 – Anfeta 1.
Muchas cosas se me vienen a la cabeza a la hora de poder
encontrarle un sentido al partido del último viernes 25 de Mayo. Lo primero es,
sin dudas, la brillantez de jugar un viernes por la tarde: queda todo el fin de
semana para analizar el partido, comer mil y un asados, mirar fútbol y flotar
como bien le gusta a este gran grupo. Hecha esta aclaración que me parecía muy
pertinente, nos metemos de lleno en el partido.
Toco jugó bien, cerca del muy bien, pero, por cosas del
fútbol sólo se llevó un punto de su excursión al conurbano bonaerense. Cosas
que tienen que ver con la contundencia y el oportunismo. Goles son amores,
decían los viejos tangueros entre ginebra y “fafafa”. El Rojinegro superó a su
rival en todas las líneas y en todos los aspectos del juego: futbolístico,
mental, táctico y físico (aún cuando los rivales presentaban algunos años menos
en promedio), pero por cuestiones que tienen que ver con el azar y la pericia
para meter la pelotita adentro del arco, no pudo alcanzar la victoria.
El primer tiempo fue una continuidad del último partido
jugado. Gracias a ubicar a sus fuerzas en el campo contrario y en base a una
buena circulación de la pelota, Toco tomó las riendas del partido. Se cumplió
con los dos aspectos fundamentales del juego: cuando se tuvo la pelota, se la
jugó con criterio al compañero mejor ubicado y, cuando no se la tuvo, se
presionó al rival impidiendo que puedan jugar cómodos y tranquilos. Con esos
dos argumentos, Toco fue más que su rival durante la primera media hora,
pudiendo traducir esa superioridad en el marcador en una jugada clave: buen
pase de Guille a Jimmy quién penetró como una daga en el seno de la defensa
rival, enfrentó al arquero y luego de recibir un claro penal, quedó mal parado,
definiendo con un tiro defectuoso que tampoco pudo capitalizar Kiko en el
rebote. Jugada clara que no pudo ser concretada. Luego de esa acción, Anfeta
emparejó el partido y tuvo su chance también, que fue desactivada por el Gordo
en una excelente atajada.
Para el segundo tiempo, la intención fue romper con la
paridad, por lo que el Triunvirato Técnico, mandaron a la cancha a la familia
Valsi: Diego recuperado de una lesión y Nico como lateral izquierdo para tener
más salida y dinámica por esa zona de la cancha. De esta manera, el equipo fue
más directo en ataque y, si bien se perdieron los argumentos colectivos de la
primera etapa, se comenzó a llegar con más peligro. Luego de una corrida
electrica, Diego fue derribado entrando al área. Penal, ejecutado por el mismo
número 10, pero el arquero le adivinó la intención y le contuvo lo que fue la
ocasión más clara hasta ese momento. El partido entró en una meseta, y Anfeta,
en una jugada aislada llegó a la apertura del marcador: centro bombeado,
algunas dudas en la defensa rojinegra, y el número 9 hizo lo que nadie había
hecho hasta ese momento: meter la pelota en el fondo del arco rival.
Toco sintió el impacto del gol y tuvo 10 minutos en los que
pudo haber quedado KO. Algunos desajustes defensivos de un equipo que adelantó
sus líneas con poco orden, le dieron al 9 rival la oportunidad de marcar una
diferencia que podría haber sido irremontable, pero el Gordo volvió a ser gigante
en otro momento clave. Ya entrado el segmento final del partido, el equipo
volvió a pararse mejor en la cancha. Primero lo tuvo Diego tras otro buen pase
de Guille, pero el arquero volvió a ahogarle el grito. Y cuando parecía que la
derrota era inapelable, vino la gran revancha de nuestro número 10: tiro libre
con mucha comba que dejó sin premio al golero rival, que tuvo una floja
respuesta, quizás en la pelota más simple que le llegó en toda la tarde. Así,
con el empate, se buscó el triunfo pero, a pesar de 2 o 3 aproximaciones no
pudo lograrse.
El balance es positivo, a pesar de no haberse logrado el
triunfo. El equipo se está armando, luego de un comienzo zozobrante. Las
variantes, el compromiso y la calidad de muchos de sus jugadores, han vuelto a
situar al equipo rojinegro en dónde se merece estar. Se destaca la tranquilidad
para afrontar los partidos. Después lo otro es cuestión del juego: a veces la
pelota entra, a veces no quiere entrar, pero lo importante es que todos tienen
la conciencia tranquila de haberlo hecho lo mejor posible.
Formación:
Gordo; Gonza (Nico), Tute, Juan y Santi. Jimmy, Guille,
Fabri, Pablo (Luis). Kiko (Fede) y Abuelo (Diego).
Goles: 35’
ST Diego
Gordo. 7. Participaciones acertadas en momentos claves. Tuvo
dos atajadas fenomenales con el partido 0-0 y 0-1 que podrían haber cambiado el
destino del partido. Sigue generando contenidos para las futuras generaciones
que busquen a un arquero como referente.
Gonza. 6. Parejito en la marca y en la proyección. No se
complicó, ni complicó a nadie y solucionó algunos problemas con solvencia.
Tute. 6. Fue poco exigido, pero siempre respondió con
seguridad. Muy veloz para llegar a los cruces y muy tranquilo para jugar la
pelota casi siempre bien.
Juan. 6. Le ganó el duelo al 9, a pesar de que el rival
haya marcado el gol. Firme en el anticipo y atinado para llegar a algunos
cruces fudamentales.
Santi. 7. Su regularidad comienza a ser vital para el
equipo. Es seguro por derecha y por izquierda, nunca se complica y, además le
ofrece salida clara al equipo.
Jimmy. 6. Incansable por derecha. Sus ataques sin pelota,
picando al vacío son uno de los argumentos ofensivos más importantes del
equipo. Si se serena en la definición va a ver incrementada su cuota goleadora.
Pocos volantes en toda La Liga,
llegan tan claro a posición de gol como El.
Fabri. 7. Sin tener uno de sus mejores partidos fue pieza
vital, como casi siempre. Su presencia física ayuda y contagia al resto. Se lo
ve cada vez mejor adaptado a su función de volante central.
Guille. 7. Buen partido del volante central, muy criterioso
con la pelota en los pies y muy voluntarioso para la marca. Aportó con buenos
pases entre líneas para sus compañeros lanzados en ataque.
Pablo. 6. Le costó afirmarse, debido al terreno húmedo y los
botines sin tapones. Sin embargo, le da al equipo tranquilidad y serenidad para
manejar la pelota. Si fuese por El, tendría siempre la pelota, por lo que la
pide y se muestra siempre como alternativa para sus compañeros. Importante para
el equipo.
Kiko. 6. Incansable para aportar en defensa, persiguiendo a
defensores rivales y ensuciando siempre la salida. Tuvo su chance, luego de la
jugada de Jimmy, pero no la pudo definir correctamente. Luego, con el ingreso
de Diego, perdió participación en el juego.
Abuelo. 6. Aportó desde lo táctico, como su compañero de
ataque, con la entrega de siempre. Está fino con su toque de primera hacia
atrás, aunque algunas veces abusa de este, cuando debería tomarse un tiempo más
para pensar. Muy lejos del gol.
Nico. 6. Correcta actuación, tanto como lateral izquierdo
como de mediocampista, picando varias veces al vacío y teniendo buenos
encuentros con sus compañeros de ataque.
Diego. 6. La peligrosidad de siempre. Se lo ve rápido y
delgado, como una sílfides, pero no estuvo fino en la definición. El penal fue
un regalito para el arquero rival, después tuvo una jugada en la que no pudo
definir, y se redimió de todo con su gol de tiro libre. Le faltó conectar más
con sus compañeros de ataque, tanto con Kiko como con Fede.
Fede. 6. Le costó hacer pie en una cancha que estaba
difícil. No fue tan gravitante como en su debut, pero el crédito está más que
abierto. No conectó con Diego como si lo había hecho con Kiko el partido
pasado.
Luis. 6. Empezó con algunas dudas y con foules repetitivos.
Pero después se acomodó y tiró algunos pelotazos interesantes.
BONDIOLA PARA
TODOS.
Luego del partido, la gran mayoría del plantel se encontró
en la casa del Capitán Junior para degustar unas exquisiteces asadas a cargo de
Parra, el barrabrava NAMBER UAN del Toco, quién no puede ir a ver los partidos
por culpa de Cantero y de Cobany. Se charló mucho de todo y se compartió un
gran momento entre amigos.
Pero, sin dudas, lo mejor estuvo a la hora del pago. Cuando
el número de lo gastado asustaba a los flacos bolsillos de fin de mes, LA COMISIÓN cumplió con su
rol de Ente Benefactor, poniendo a disposición del encuentro el “fondo común
sobrante de inscripción”, que se fue generando con el aporte de todos, y la
inteligencia de estos verdaderos gurúes de las finanzas. El secreto fue comprar bonos de deuda de países emergentes de África. Incluso, se dice que se lo vió al paladín de la comisión en la misión a Angola, charlando con Willie Moreno y diciendole: "yo, en mi casa, gasto un rollo de papel higiénico por mes. Eso es optimizar recursos". Con este aporte, el
almuerzo pudo estar al alcance de todos, y se volvió a demostrar el carácter
keynesiano, benefactor y solidario de esta gloriosa comisión. Un poema para los
amantes de la generación de demanda agregada.