A veces el rival menos pensado puede ocasionar los mayores
problemas. Esta máxima hace pata ancha en deportes como el fútbol y también se
hizo presente en la última presentación del rojinegro.
El “Expreso Toco y Me Voy” llegaba a la estación “Central”,
una parada que según la tabla de posiciones auguraba un viaje lindo y
placentero. El Toco venía de adueñarse en soledad de la punta del certamen
mientras que su rival contaba partidos por derrotas y se ubicaba en el otro
extremo de la clasificación.
Sin embargo, como en aquellos tramos del conourbano donde el
tren se mete entre las casas de los barrios más humildes y los piedrazos se
hacen sentir en las ventanillas, el partido se presentó de manera similar. Aún más con las ausencias de Guille y Leo, de
vacaciones en Córdoba y Colombia respectivamente, quienes siguieron las
acciones del match por tocoparatodos.tv
Un Toco errático y poco cómodo dentro de la cancha intentaba
acomodarse ante un rival que salió dispuesto a presionar en todos los sectores.
Sin lograr hacer pie en el mediocampo, la defensa y arquero no mostraron
credenciales seguras para detener la presión y los embates de Central, que en los
primeros 20 minutos contó con varias situaciones claras para abrir el score.
Primero, una mala salida del Gordo con los pies derivó en un
disparó que por centímetros no ingresó en la valla del puntero. Toco sufría por
las bandas y por allí se sucedieron las mejores acciones ofensivas rivales,
disponiendo de remates de media distancia, chances claras mal definidas y hasta
un tiro en el palo tras un tiro libre a modo de centro cruzado. A pesar de esto, el
cero no se rompía y Toco empezaba a acomodarse dentro del verde césped, con Martín
como abanderado. Su manejo permitió al equipo serenarse y generar las primeras
oportunidades, canjeadas por gol sin tiempo de espera. Las primeras dos
situaciones significaron los dos gritos rojinegros, algo importante a estas
alturas del campeonato.
Pachu capturó y capitalizó un remate desviado de Martín y rompió
su maleficio con las redes. Nunca más oportuno. Minutos después, una contra
manejada con clase por Charly dejó a Kiko solo frente al arquero pero entrando
por la izquierda. ¿Cuál fue la solución del emblemático jugador? Inclinarse,
abrir su pie derecho y ubicar el balón lejos del alcance del cancerbero de
Central y bien cerca del ángulo. Golazo. 2 a 0 y a esperar el segundo tiempo
con tranquilidad.
Y así fue, la segunda etapa vio a un Toco bastante más
aplomado, manejando los tiempos del partido aún a sabiendas de no estar en una
de sus tardes más brillantes individual y colectivamente. Aprovechando esta
tarde de pocas luces, Central con empuje y un par de jugadores que no estaban
en los planes se acercaba con poco en busca de una derrota más digna y lo logró
tras una seguidilla de centros cruzados que terminó colándose en el arco entre
el barullo del área.
Los dirigidos en esta ocasión por Ema contaron con un par de
chances para liquidar el partido pero el calor, el cansancio y la mala fortuna
hicieron su parte. La imagen del desahogo final seguramente será portada de los
matutinos nacionales con la leyenda “Arriba Toco”.
Fue un triunfo trabajado, luchado e importante. Una señal de
que nadie le va a regalar nada a Toco y Me Voy. Una tarde que terminó en
sonrisas a pesar de la irregular performance, un guiño del destino tal vez…
La estación “Drinking Team”, perseguidor de Toco en la
clasificación, asoma en las vías del Expreso Toco. No te vas a bajar ahora…
Gordo (6) – Empezó el partido con una mala salida con los
pies que casi termina en el 0-1. Luego se acomodó, volvió a estar atinado en el
juego con los pies y respondió bien ante disparos de media distancia. La fortuna
también estuvo de su lado, beneficiado por un tiro en el palo en la primera
etapa y una salvada de Santi tras un rebote en la segunda.
Jimmy (7) – Sufrió en demasía los primeros 20 minutos, no
pudiendo controlar al veloz y punzante volante izquierdo de Central. Con el
correr de los minutos fue retomando su nivel, haciéndose impasable por
velocidad y jerarquía en los uno contra uno.
Jr (7) – Intentó cubrir los huecos que dejaban los
compañeros, a veces bien, otras no tanto. Una vez que el equipo hizo pie en la
cancha, mostró las credenciales de siempre, viviendo el partido al máximo y con
su usual fiereza.
Gonza (7) – Tuvo un duelo particular con el pasado en kilos
delantero rival, uno de esos atacantes mañosos, conceptuales y con un
particular despliegue a pesar de su figura. Pero como casi siempre, el más
grande de los Sanroman logró contener a la amenaza de manera muy eficaz,
reduciendo a su objetivo a la mínima expresión.
Tute (6) – Perdido completamente en el mal inicio de
partido. Volcado demasiado en ataque, cada pelotazo a sus espaldas fue un
suplicio para él. Tras unas oportunas indicaciones, volvió a su habitual
rendimiento, con buenos quites y cruces en la segunda etapa.
Fabri (8) – Al igual que Jimmy, tuvo muchos problemas en
contener al volante zurdo rival en la primera parte. Sin embargo, con su
despliegue y entrega fue de lo mejor en la segunda etapa, siendo el
estandarte del mediocampo, recuperando balones por montones y siendo el motor
del equipo.
Pablo (6) – Siempre intentó darle un destino limpio a la pelota
y casi siempre lo logró, con criterio y presencia. Pero sintió tener el mediocampo
a sus anchas para él solo y muchas veces se lo vio fuera de posición pero
cumplió de buena forma en su tarea de reemplazar a Guille.
Kiko (7) – No tuvo un partido maravilloso ni mucho menos,
mostró la entrega y ganas de jugar de siempre pero no estuvo en la mejor de sus
tardes, como la mayoría del equipo. Pero este muchacho siempre tiene algo para
dar que hablar: recibió de Charly, quedó mano a mano con el golero rival, se
acomodó y despachó la pelota al fondo de la red, a lo Caniggia contra Nigeria
en USA94. Golazo… de los importantes.
Martín (8) – En sus pies descansa Toco y Me Voy. Cuando él
agarra la pelota, el equipo se da un respiro y se dedica a pensar la mejor
jugada. Su estilo de juego fue clave en un partido como el de hoy, cuando más
se necesitaba parar la moto y repasar conceptos, apareció el maestro con la 4
en la espalda para hacerlo. Man of the Match.
Pachu (7) – El otrora crédito de Yerbal y Caracas
definitivamente tiene mil pulmones. Corre, se tira al piso, vuelve a correr, se
saca uno de encima, se la quitan, vuelve a recuperar… electricidad pura. Así,
como un rayo, se interpuso en la trayectoria desviada de un disparo de Martín y
definió ante el arquero. Su aporte, por el esfuerzo y el gol, doblemente
importante.
Charly (7) – Una debilidad de todo el pueblo rojinegro. Un
repertorio inimaginable de caños, enganches, más caños y más enganches. De sus
pies salió la asistencia para el golazo de Kiko y unas contras que a pura
gambeta lo llevaron a estar frente al arco rival. Lamentablemente los botones
del joystick que tiene en el cerebro estaban medio trabados y no pudo definir. Pero
bue… ¡a disfrutarlo que juega en Toco!
Santi (7) – Tener a un jugador como Santi en el plantel es
como tener Coca Cola fría siempre en la heladera. Corre, marca, juega, cumple. Su presencia fue vital para enviar al corner un rebote del Gordo ante
los pozos del área y la presencia de atacantes rivales. Un garantía de
rendimiento.
Ema (6) – Se autoubicó como volante por la izquierda y
siempre intentó llevar al equipo para adelante pero en contadas ocasiones cayó
en el desorden al desproteger su zona. Fue fuerte y peligroso en una serie de
avances por su sector, llegando al fondo para centrar, aunque le costó mucho en
el retroceso. Sigue sumando minutos.
Abuelo (6) – Entró para correr y corrió. El equipo no estaba
para jugar demasiado sino para fundirse en esfuerzo y el mítico rockstar no
desentonó para nada. Colaboró en defensa y hasta merodeó la zona de gol pero
sin fortuna.
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