Como para cumplir con el formalismo de actualizar y comentar
un poco el partido del último sábado, lo primero que tenemos para decir desde
este humilde espacio es que Toco perdió dos puntos. No porque haya sido muy
superior a su rival, sino por cómo se dieron las cosas: la ventaja de los dos
goles, las posibilidades con las que se contaron para meter el tercero y
definir el partido, el desconcierto que tenía Inter desde el inicio del segundo
tiempo hasta que logró el descuento y la impotencia de que se escape el triunfo
cuando el partido expiraba.
Pero también es necesario marcar eso de que “el árbol no
tape el bosque”. Toco sufrió el partido.
A pesar de los dos goles, nunca pudo hacer pata ancha ante un rival
interesante que contaba con dos jugadores de primer nivel: un “joven carrilero”
que corría y jugaba muy bien, y el “delantero de pelo color rojo” que jugaba
con oficio y determinación. Con esos dos jugadores, más el aporte de otro
grupo
de entusiastas, Inter tuvo el control de la posesión y el territorio durante la
mayoría del partido.
Sin embargo, Toco, esta vez, lastimó con su arma predilecta:
el contragolpe. Para ello fue importante la actuación de Charly, quien con su
talento administró los ataques con lucidez y determinación. Asistió a Fabri en
el primer gol, y dejó a Pablo cara a cara con el arquero en el segundo gol,
convertido en última instancia por Guille.
Pero aun así, con dos goles de ventaja y contando con
espacios para definir el partido, Toco no pudo redondear una buena actuación. Y
esto no tiene nada que ver con el saber amargo del empate. En el primer tiempo,
costó hacer pie en la mitad de la cancha, el mediocampo no estuvo firme y fue
la última línea (y sobre todo ese gran arquero conocido como Gordo) lo que le
permitió al equipo llevarse al descanso del entretiempo una victoria algo
exagerada.
Por esas cosas del fútbol y de la vida, Toco parecía tener
el partido controlado en el segundo tiempo: Guille y Fabri se habína acomodado
en el juego, controlando de cierta forma al “joven carrilero” que ya había
dejado la banda para meterse en el embudo del juego interno. Así, Diego tuvo una situación inmejorable cara a
cara con el golero rival, pero el barrigón en este caso se vistió de héroe y
evitó lo que hubiese sido el 3-0.
Y ahí sucedió un vuelco inesperado en el partido: un
pelotazo cruzado largo, encontró mal parada a la defensa rival y el “delantero
de pelo color rojo” de Inter aprovechó las facilidades de pago para facturar y
acortar distancias. Ahí el equipo entró en un estado de desesperación y se
dedicó a defender la ventaja. El cansancio hacía mella en los rojinegros y el
lema era aguantar como se pueda.
Lamentablemente, eso no fue posible y sobre tiempo de
descuento, Inter llegó al empate. Y hasta pudo haberlo ganado, si no hubiese sido
por una intervención magistral del Gordo, que con eso se erigió como figura del
partido, ganándose un alfajor de chocolate.
Gordo. 9. La figura del equipo y del partido. Responsable de
la resistencia rojinegra en todo momento, atajando todo lo que le tiraron
(salvo dos tiros, en lo que no tuvo nada que hacer).
Jimmy. 6. Bien en el lateral. Algunas distracciones en la
marca, sobre todo en el primer tiempo.
Junior. 7. Un puntal en la defensa, bien en el juego aéreo y
muy firme en la marca. Expeditivo.
Angel. 6. Sacó mucho por arriba y por abajo. Perdió en el
mano a mano en el descuento rival, pero el “atacante de pelo color rojo” tuvo
mucho espacio para maniobrar y no por su culpa únicamente.
Ema. 7. Muy bien en la marca, muy bien con la pelota. Abusó
del juego brusco, fue reemplazado pero después reingresó porque su presencia
era fundamental. A la noche se despachó con el mejor gol de su carrera,
informando de su próxima paternidad. Felicidades.
Pablo. 6. Le tocó bailar con la más fea, que era lidiar con “joven
carrilero”. Era realmente difícil de marcar y le costó, pero fue actor
protagónico en el segundo gol del equipo.
Guille. 6. Tuvo buenos momentos, mostrando su lucidez
habitual, y hasta se dio el lujo de meter su primer gol en el torneo. Hacia el
final del partido literalmente desapareció de la cancha y el equipo lo sintió.
Fabri. 6. Igual que Guille: bien por momentos, desaparecido
en acción como Chuck Norris en otros, importante para dejar su sello en la red
y abrir el partido apenas comenzado el mismo.
Nico. 6. Alternó buenas y malas con su zurda endiablada esta
vez como carrilero por izquierda. Al no estar tan cerca del área no pudo
desnivelar con su gambeta, aunque tuvo una chance neta de gol en el primer
tiempo.
Leo. 6. Astuto para
moverse por toda la cancha, jugó con la inteligencia de siempre. Tuvo una
excelente corrida en el primer tiempo con un remate que tenía destino de gol
sino fuera por la excelente respuesta de “arquero barrigón”.
Charly. 8. Desequilibrante, punzante, desnivelante. Jugó
como en los viejos tiempos. Imparable en la gambeta, lúcido para saber cuando
tocar y cuando gambetear, tuvo una actuación excelente, casi sin fisuras.
Diego. 6. Ingresó y
contó con la chance más clara para definir el partido, pero “arquero barrigón”
le ganó en el mano a mano. Después tuvo un par más de acciones interesantes,
hasta hizo explotar el travesaño con un gran tiro lejano. Bien.
Martincito. 6. Entró por Pablo por la derecha. Jugó con la
tranquilidad y la pausa de siempre, con precisión, aunque también sufrió con la
dinámica de “joven carrilero”.
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