24 de septiembre de 2007

Toco 3. Estudiantes 1.

Realmente, no se por donde comenzar este comentario. Cuando entre todos nosotros -amigos desde siempre la mayoría- pensamos en iniciar este proceso juntos sabíamos que estabamos ante una hoja en blanco. Una hoja que iba a empezar a ser completada con alegrías, tristezas, tardes épicas, tardes para el olvido, risas, llantos y demás. Así es el fútbol, así es la amistad y así es la vida. Lo importante es que este cuento nos encuentre a lo largo del camino juntos, unidos, fomentando día tras día nuestra invalorable amistad.

A todos los que sentimos algo especial por este sueño llamado Toco y me voy, nos había quedado una espina del último partido con Estudiantes, un equipo que por disputas y situaciones puntuales, se han transformado en nuestro principal rival futbolístico. Tipos grandes, de otra generación, de aquellos que consideran válida cualquier artimaña para ganar. Es cierto, no es el Estudiantes de antaño que tenía jugadores de gran categoría, pero era necesario para todos nosotros obtener un triunfo para demostrarnos que seguimos en plena levantada.

Sin dudas, fue el mejor partido de Toco en el campeonato, redondeando una gran victoria que fue bien festejada. En el primer tiempo, ya desde los primeros minutos, y a pesar de tener un fuerte viento en contra, salimos a jugar como pregonamos nosotros: en el campo rival, con orden en defensa, voluntad, garra e inteligencia para que la pelota le llegue lo más limpia posible a nuestra pequeña figura de siempre. Al diminuto genio que cumple los deseos de sus compañeros, frotando la lampara y llenandonos los ojos de futbol. Siempre jugamos así, desde que formamos todo esto y no veo porque debemos cambiar.

Pero hoy por hoy, Toco no es solamente Diego y sus diabluras, tenemos también un grupo de jugadores que saben lo que hacen y acompañan al director de orquesta produciendo una musica que seduce hasta el más exigente de los oidos. La sobriedad de Cachete, la seguridad de Diego y Gonza en el fondo, la versatilidad de Tute, Luis y Ale en los laterales, la garra y la entrega de Guille y Berty, la calidad del Toti, la potencia de Batata, la velocidad de Kiko, la inteligencia de Leo.

Con estos argumentos borramos a Estudiantes de la cancha y dominamos el partido de principio a fin. Empezamos de la mejor manera atacando y llevando peligro al arco rival: cada vez que Diego o Batata arrancaban con pelota dominada la defensa rival temblaba. El partido era dominado por el rojinegro que atacaba y buscaba abrir el marcador, algo que logró cuando Guille, luego de una serie de rebotes dentro del área, punteo la pelota y desató el delirio de la parcialidad rojinegra. 1-0. Merecido por cierto.

Pero a pesar de estar en ventaja Toco nunca resignó el ataque ni mucho menos, se percató que Estudiantes había recibido el golpe y fue por mas. Dominando el mediojuego inclinó la cancha aún más con un futbol rapido, punzante y exquisito. Y a nadie sorprendió cuando Leo (el jeque del mediocampo) robó una pelota, tocó a Diego, fue a buscar la devolución y con un toque delicioso marcó el 2-0, cerrando una primera etapa en la que Toco fue realmente muy superior a su rival y pudo traducir en el marcador tal diferencia.

En el segundo tiempo, Estudiantes salió como un león herido a buscar el empate. Sin muchos argumentos futbolísticos, pero con gran impetú y voluntad, intentó meter a Toco en su arco. Por momentos lo logró, Leo y Guille sintieron el desgaste del primer tiempo y se retrazaron en la cancha, por lo cual el rojinegro cedió terreno y pelota a su rival. Sin embargo, y a pesar de no ser dominadores del encuentro, cada contragolpe de Toco eran medio gol, pero el equipo fallaba en el último toque.

Una luz de alerta se prendió cuando Estudiantes, ya con 10 hombres, logró el descuento por intermedio de su número 13, en un remate esquinado desde fuera del área. Ahí el equipo tuvo un momento de desconcierto: Estudiantes se venía, no se podía controlar la pelota en la mitad de la cancha y la defensa aguantaba como podía ante cada ataque rival. Todos los corazones se paralizaron cuando el 9 de Estudiantes giró en el area y metió una mediavuelta con destino de red, pero una gran intervención de Cachete evitó lo que hubiese sido el empate.

El partido se jugaba como un verdadero clásico: con tensión, dejando todo en cada pelota. Pero todo se terminó cuando Leo robó su enésima pelota y puso otro pase inteligente entre líneas para que Diego se vaya sólo frente al arquero y con un toque preciso por arriba del arquero estableció el 3-1 final. A partir de ahí Toco se floreó tocando la pelota, para el delirio de sus hinchas que gritaba "ooleeeeeee" ante cada intervención de los suyos. Se pudo ampliar la diferencia, pudo ser goleada histórica, pero era la hora de disfrutar, de gozar y de demostrarle a aquellos que no lo creen, que jugando al fútbol también se pueden ganar partidos.

Puntajes.

Cachete. 8. Un típico arquero de esos que se catalogan como de "club grande". Rapido para salir, con determinación para gritar y ordenar a su defensa y con la capacidad de intervenir de manera oportuna cuando lo exigen. Una atajada impresionante evitó lo que hubiese sido el empate con el partido 2-1.
Tute. 7. Bien en la marca, mejor en la proyección, anuló al 7 rival gracias a su evidiable velocidad. Cuando ingresó Ale, pasó a jugar de volante, demostrando toda su dinámica y llegada por sorpresa al gol. Tuvo dos chances, pero no pudo suerte a la hora de definir.
Junior. 7. Con la seguridad de siempre, sin hacer nada raro, asumiendo toda la responsabilidad de ser el capitán y el último hombre del equipo, con apenas 20 años. Emuló a su hermano Gonzalo y tiró un teledirigido a la rodilla cuando un delantero se le iba en velocidad. No era para expulsión, sino para que le inicien una demanda penal, pero sólo fue amonestado.
Gonza. 7. El experimentado zaguero siempre tiene juega "su" partido contra el centrodelantero rival. Esta vez era un jugador de un físico imponente (casi 1,90m de altura), pero Gonzalo le tiró toda su experiencia encima, no lo dejó girar y le ganó el duelo ampliamente. Seguro para salir jugando y expeditivo para la marca.
Luis. 7. Clausuró su sector con la fuerza y la garra de siempre. Entendió que este era un partido importante para el club y lo jugó con la vehemencia de siempre. Letal para la marca, prolijo para pasar al ataque, mostró la regularidad de siempre en el lateral.
Toti. 7. Solidario como siempre, además de su habitual cuota de futbol y dinámica por el sector derecho, colaboró en la marca. Tuvo buenas participaciones y tuvo llegada constante al área contraria. Por el momento el gol le es esquivo, pero seguramente en poco tiempo volverá a dejar su marca en la red.
Leo. 10. Que más le puedo agregar a esta calificación???. Realmente una exhibición de futbol, una actuación emocionante, de esas que hacen llorar y justo en un partido importante, demostrando la calidad y la valía de este increíble volante. Marcó, metió, jugó, hizo jugar, metió un gol...en fin, hizo todo y bien. Por favor, si alguien grabó el partido que lo muestre en las escuelas de futbol para demostrar cómo debe jugarse al fútbol. Recuerdo aquella noche en aquella ronda siniestra cuando dejó de lado el glamour y la frivolidad del "futbol-country" para anunciar su vuelta a Toco. Sacó credenciales de ídolo. Gracias Leo por tanto fútbol y Gracias Cobany por haberlo sumado.
Guille. 8. Empezó para comerse la cancha. Se sacó la mufa con un gol de rebotero, pero enseguida entendió que el papel de figura estaba destinado para su compañero de mediocampo y decidió hacer el "juego oculto", preocupado más en la marca y en ayudar en defensiva a su equipo. Ganó y perdió con el 8 rival, pero fue importante en los últimos minutos para tener la pelota.
Berty. 7. Arrancó mal. Parecía desubicado en la cancha, como que no podía entrar en el partido. Pero cuando se acentó sobre el sector izquierdo, terminó siendo uno de los mejores jugadores del equipo en el Primer Tiempo. Dinámica, fuerza, futbol y Carisma, los ingredientes de la receta que tiene Berty para tener un lugar en el corazón de la afición rojinegra.
Batata. 7. En el primer tiempo fue delantero, y cada vez que arrancaba metía miedo en la defensa contraria. Tuvo una chance clara, pero la pelota le quedó un poco larga y no lo pudo definir. En el segundo tiempo, se retrazó unos metros, colaborando en la marca y desarrollando juego desde la punta izquierda.
Diego. 9. Y un día volvió el pequeño genio del futbol. Jugó un partido aparte con el 5 rival, pero se encargó de hacer diabluras con él, para sacarlo del partido. Volvió a sonreir dentro de la cancha. Participó en los tres goles del equipo: en el primero con un centro picante al medio del área, en el segundo con un pase delicioso a Leo y el tercero definió como los grandes. Otra epopeya más del diminuto delantero, esperemos que mantenga este nivel para ayudarnos a ganar el torneo.
Kiko. 7. Entró en un equipo que estaba decidido a jugar al contragolpe. No recibió tanto juego, pero colaboró con el equipo, desmarcandose, aguantando la pelota e intentando desnivelar con su habilidad. No siempre lo pudo, pero vale su intención.
Ale. 8. A veces solamente 30 minutos en un partido chivo como este un jugador puede sacar chapa de ídolol, o al menos empezar a ser respetado. No es fácil ingresar en un equipo que está armado y ganarse la confianza de propios y extraños. El sicario de pocas palabras entró a jugar el clásico de siempre con una vehemencia y fuerza pocas veces vista: canceló su punta, tuvo intervenciones para la história (recuerdo una jugada que se tiró a los pies como una bestia robando la pelota de manera limpia) y además tuvo tiempo de hacer una magnífica jugada individual por la punta derecha. Alejandro: el crédito está abierto, demostraste que estas a la altura del equipo y queremos que nos ayudes a obtener toda la gloria.

Saludos y Gracias.

4 de septiembre de 2007

Empate Vs. Los Amigos

Toco 1 – Los Amigos 1

Es díficil tratar de exteriorizar en un papel aquellas noches alegres, en donde la euforia y la alegría se apodera de nuestros corazones. Es muy complicado tratar de explicar los sentimientos cuando son tan fuertes. Porque a veces, un simple partido de fútbol puede combinar una gran cantidad de emociones, de estados de anímos, de recuerdos inolvidables, de momentos. El extasis, la euforia, consecuencia de una noche de fútbol, me han invitado a pasar una noche diferente. Llegué con la necesidad de reveer todos aquellos momentos históricos de la historia Argentina: agarré el santillana de segundo año y me puse a leer las epopeyas de San Martin; cancha rayada, Maipú y todas aquellas batallas en la cual el gran general, junto a sus valientes y leales soldados, se impusieron para derrocar al imperio dominante buscando la libertad de la república.

Pero luego de entretenerme un buen rato con eso, me di cuenta que era hora de sentarme frente a la PC y escribir sobre la epopeya de Toco y me voy esta noche. Usted, amigo lector, se preguntará: ¿ganaron por goleada?, ¿demostraron un fútbol de alto vuelo?. NO, señores.El partido salió empatado, pero ganamos el partido más importante, el partido de la hidalguía, el de la personalidad. Porque hoy se jugó con el corazón y con el alma, y para eso, no hay rival.

Esta cálida noche de invierno Toco y me voy dio muestra nuevamente de su personalidad. Se despertó el gigante dormido, aquel equipo que a pesar de sus limitaciones técnicas, tácticas y físicas demostró a lo largo de su historia, ese valor, ese temple para enfrentarse a situaciones adversas y, con la fuerza de la unión, el compañerismo y la amistad. Me hizo recordar a aquellos partidos épicos, aquellas batallas futbolísticas, que hizo grande al rojinegro.

Con la base de siempre y algunos "emparches" en su formación, Toco y me voy tenía la dificil tarea de enfrentar a "los amigos", uno de los mejores equipos de la Liga. Un equipo que con despliegue, velocidad y precisión, desplega un fútbol de alto vuelo que demuele a sus rivales. Un equipo lleno de argumentos que por momentos dio una clase de fútbol, de como se debe jugar a esto, con gran sentido colectivo y unos jugadores que lo interpretan como si fuesen músicos concertistas. El audaz esquema planteado por Toco, intentando colocar gente en ofensiva para evitar el adelantamiento masivo del rival, funcionó solamente los primeros 15 minutos. Cuando Pachu (en su enésimo retorno) y Batata lastimaron por afuera, Toco tuvo su mejor momento. Valsi y Vilas tuvieron sus chances, pero fallaron en el último toque. Soprendió el 4-2-2-2 a la brasilera, pero una vez que los rivales se acomodaron en la cancha, fueron amos y señores del partido.

Luego de esos 15 primeros minutos de vio lo que fue una exhibición futbolistica por parte de Los Amigos. Pressing, toque, rotación, velocidad fueron algunos de los argumentos que tuvieron ellos para ponernos contra las cuerdas. Algunas intervenciones de Leo y la mala definición de los delanteros verdolagas, impidieron que nos pongamos en desventajas. Pero en la enésima chance de gol, el 11 rival tuvo su chance y no perdonó. 0-1 y un panorama que pintaba negro como la noche, más aún cuando Valsi dilpidó un tiro desde el punto del penal (por una falta que él mismo generó) lo que podría haber marcado la igualdad en esa etapa.

En el entretiempo se movió un poco el banco. Berty le dejó su lugar al Melli Diego para poder tener más presencia en el medio e intentar cortar el circuito futbolístico de ellos. Se notó una cierta mejoría, pero cada vez que ellos avanzaban con superioridad númerica, había olor a gol, pero gracias a la acertada actuación de la defensa (toda la zona defensiva tuvo un gran segundo tiempo) la diferencia futbolística no se traducía en el marcador.

Pero en esta vida que a veces suele ser cruel, siempre hay lugar para epopeyas. Las epopeyas son aquellos hitos realizados por gente que, sabiendo de su inferioridad en un determinado aspecto, reúne fuerzas desde el alma para revertir una situación dificil, adversa, casi irreversibles. Las epopeyas son propiedad de aquellos seres humildes, golpeados, que tienen sed de revancha con la vida, que tienen el ojo del tigre. Recuerdo una escena de la pelicua Rocky 3, que siempre comento con un integrante del equpo: aquel momento en donde Rocky entra con Apollo al Gimnasio, y hay un monton de negros feos con cara de pocos amigos y Apollo le dice: "ves esas caras, esa era la cara que tenías cuando me sacaste el título, ese es el ojo de tigre". Y hoy Toco, señores, tuvo eso: el ojo del tigre.

Luego de la enésima situación malograda por los rivales, Toco resurgió de las cenizas y como un león herido fue a buscar el empate. Con pocos argumentos futbolisticos, pero con una actitud y unas ganas que llenó de miedo a los rivales. Recuerdo una serie de tiros libres cercanos al area, producidos por la valentía de los nuestros y por esas ansias de ir sin tenerle miedo al rídiculo, sabiendo que esta era nuestra noche de gloria.

Avisó Valsi, con un remate de larga distancia que pegó en el palo cuando el arquero estaba vencido. Pero el momento cumbre de la noche, fue a los 35 minutos del segundo tiempo (a 5 del final) cuando tras un centro de Batata, Tute se puso la pilcha de heroe y con un cabezazo tan bello como inolvidable decretó el empate. Creo que nadie lo merecía más este gol que Tute, aquel niño, este hombre que está con nosotros desde siempre. Aquel que hemos adoptado como un hermano menor, aquel que no toma alcohol, el que no fuma, el que nunca falta. El chico que dejó los libros y las obligaciones para ponerse la rojinegra, tuvo su recompensa: su gol entró en los momentos épicos de la institución. Seguramente nadie olvidará aquella alocada carrera festejando su gol recibiendo el abrazo de todos sus compañeros.

Toco aguantó los últimos 5 minutos con la mística que teníamos en aquellas grandes batallas y que recuperamos. Con actitud, con ganas, con verguenza, con pelotas. Las necesarias para demostrar que al futbol no sólo hay que jugarlo, sino que también hay que sentirlo. Y por eso empatamos este partido, porque no nos dimos nunca por vencidos y porque Dios al final se dio cuenta que este grupo merecía festejar, se puso de nuestro lado y nos regaló esta noche de la cual no nos vamos a olvidar.

PUNTAJES.

Leo. 7. La última vez que se había puesto el buzo y los guantes de Toco, le habían convertido 5 goles. Lo tomó como una revancha y demostró ser un arquero de los que están de moda ahora: sobrio, seguro, tranquilo, un golero que juega bien con las manos, con los pies y fundamentalmente con la cabeza.

Tute. 8. El heroe de la jornada. No solo por su gol al cual ya nos referimos, sino porque demuestra día tras día que el lateral derecho le sienta de maravillas. Tiene velocidad, técnica, proyección y marca. Un histórico, un jugador de los que no brilla, pero que por historia, por redimiento y por calidad humana está dentro de los mejores jugadores de la historia de la institución.

Diego. 6. En el primer tiempo tuvo una actuación sobria, opacada por no haber cerrado a tiempo en el gol de ellos. En el segundo tiempo mostró su mejor versión: se paró de último hombre, no lo pasaron nunca con pelota dominada y además fue importante aregando y motivando a sus compañeros.

Gonza. 6. El más grande de la familia Sanroman demuestra partido tras partido que es un pilar de la defensa. Tenaz, aguerrido y temperamental, le dejó un lindo rucuerdo a la rodilla del 11 rival. Su botín derecho parece un teledirigido: va directo a la rodilla del rival.

Luis. 6. El primer tiempo tuvo algunos problemas de marca en su sector, pero tuvo un segundo tiempo brillante. Le ganó siempre al delantero que se tiró por su sector y poco le importó el aspecto aniñado del pelirrojo delantero rival, cuando lo tuvo a tiro, le dio para que le duela por toda la semana.

Pachu. 5. El carismático Pibe Diaz volvió a ponerse la rojinegra. Con el número que se lo identifica (el 9) esta vez estuvo lejos del glamour de ser delantero; vino a aportar su granito de arena y es destacable que lo haya hecho en una posición que no es normal para él, como volante derecho en lugar del Toti. Empezó para comerse la cancha, con la velocidad de antaño, pero se fue diluyendo con el correr de los minutos.

Guille. 5. Le tocó bailar con la más fea: tuvo que verselas con el 5 y el 14 contrario. Para los que no estuvieron, se trataban de dos Pacman vestidos de jugador de futbol y ambos juegan de volante centrales. No pudo en toda la noche con ese doble pivot de los rivales, pero puso la entrega, las ganas y la voluntad de siempre.

Berty. 5. Empezó bien en aquellos primeros quince minutos del primer tiempo, como todo el equipo. Se ubicó a la izquerda de Guille y aportó buenas y malas desde la mitad de la cancha. Cuando ellos coparon la mitad de la cancha desapareció (como el resto de los compañeros del mediocampo). Sintió el desgaste del primer tiempo y salió reemplazado en el entretiempo.

Batata. 6. Veterano de mil batallas, esta vez tuvo que retrazarse unos metros para jugar de volante izquierdo. Al igual que Pachu, se que no se trata de su posición ideal, en la que se siente más comodo, pero es valorable su determinación y su colaboración para jugar donde el equipo lo necesita. Cada día más querido por la afición y sus compañeros, asistió a Tute para lograr su segunda asistencia en dos partidos.

Diego. 5. El asesino serial con cara de niño no estuvo acertado como en otras ocaciones. Tuvo una chance apenas comenzado el partido, pero el arquero le ganó el duelo. Despues intentó complicar con su velocidad pero sin poder dañar a la última línea rival. Malogró un penal que podía haber cambiado el rumbo del partido, su remate se fue desviado, soprendente en un jugador de su calidad. En el segundo tiempo, se lo notó más activo y un remate suyo de afuera del área casi decreta el empate.

Kiko. 5. Un caso para analizar el de este delantero. Dejó de lado las excentricidades del pasado y está jugando como delantero, en una función poco vistoza pero que no deja de ser efectiva y útil para el equipo. Está en el juego sucio: protege la pelota con el cuerpo, intenta acomapñar a Valsi en el ataque y se desmarca constantemente para recibir de espaldas al arco y descargar. Sigue peleado con el arco: tuvo dos chances y un 0% de efectividad.

Melli Diego. 5. Por primera vez en su historia el mítico Mellizo de la propaganda del Alfajor Mantecol, se puso la 4 de Toco para jugar como carrilero por derecha. Se lo notó un poco falto de fútbol, pero con la potencia y velocidad de siempre. En un rifirrafe con un rival vio la tarjeta roja, aunque me pareció una decisión un tanto apresurada.