4 de septiembre de 2007

Empate Vs. Los Amigos

Toco 1 – Los Amigos 1

Es díficil tratar de exteriorizar en un papel aquellas noches alegres, en donde la euforia y la alegría se apodera de nuestros corazones. Es muy complicado tratar de explicar los sentimientos cuando son tan fuertes. Porque a veces, un simple partido de fútbol puede combinar una gran cantidad de emociones, de estados de anímos, de recuerdos inolvidables, de momentos. El extasis, la euforia, consecuencia de una noche de fútbol, me han invitado a pasar una noche diferente. Llegué con la necesidad de reveer todos aquellos momentos históricos de la historia Argentina: agarré el santillana de segundo año y me puse a leer las epopeyas de San Martin; cancha rayada, Maipú y todas aquellas batallas en la cual el gran general, junto a sus valientes y leales soldados, se impusieron para derrocar al imperio dominante buscando la libertad de la república.

Pero luego de entretenerme un buen rato con eso, me di cuenta que era hora de sentarme frente a la PC y escribir sobre la epopeya de Toco y me voy esta noche. Usted, amigo lector, se preguntará: ¿ganaron por goleada?, ¿demostraron un fútbol de alto vuelo?. NO, señores.El partido salió empatado, pero ganamos el partido más importante, el partido de la hidalguía, el de la personalidad. Porque hoy se jugó con el corazón y con el alma, y para eso, no hay rival.

Esta cálida noche de invierno Toco y me voy dio muestra nuevamente de su personalidad. Se despertó el gigante dormido, aquel equipo que a pesar de sus limitaciones técnicas, tácticas y físicas demostró a lo largo de su historia, ese valor, ese temple para enfrentarse a situaciones adversas y, con la fuerza de la unión, el compañerismo y la amistad. Me hizo recordar a aquellos partidos épicos, aquellas batallas futbolísticas, que hizo grande al rojinegro.

Con la base de siempre y algunos "emparches" en su formación, Toco y me voy tenía la dificil tarea de enfrentar a "los amigos", uno de los mejores equipos de la Liga. Un equipo que con despliegue, velocidad y precisión, desplega un fútbol de alto vuelo que demuele a sus rivales. Un equipo lleno de argumentos que por momentos dio una clase de fútbol, de como se debe jugar a esto, con gran sentido colectivo y unos jugadores que lo interpretan como si fuesen músicos concertistas. El audaz esquema planteado por Toco, intentando colocar gente en ofensiva para evitar el adelantamiento masivo del rival, funcionó solamente los primeros 15 minutos. Cuando Pachu (en su enésimo retorno) y Batata lastimaron por afuera, Toco tuvo su mejor momento. Valsi y Vilas tuvieron sus chances, pero fallaron en el último toque. Soprendió el 4-2-2-2 a la brasilera, pero una vez que los rivales se acomodaron en la cancha, fueron amos y señores del partido.

Luego de esos 15 primeros minutos de vio lo que fue una exhibición futbolistica por parte de Los Amigos. Pressing, toque, rotación, velocidad fueron algunos de los argumentos que tuvieron ellos para ponernos contra las cuerdas. Algunas intervenciones de Leo y la mala definición de los delanteros verdolagas, impidieron que nos pongamos en desventajas. Pero en la enésima chance de gol, el 11 rival tuvo su chance y no perdonó. 0-1 y un panorama que pintaba negro como la noche, más aún cuando Valsi dilpidó un tiro desde el punto del penal (por una falta que él mismo generó) lo que podría haber marcado la igualdad en esa etapa.

En el entretiempo se movió un poco el banco. Berty le dejó su lugar al Melli Diego para poder tener más presencia en el medio e intentar cortar el circuito futbolístico de ellos. Se notó una cierta mejoría, pero cada vez que ellos avanzaban con superioridad númerica, había olor a gol, pero gracias a la acertada actuación de la defensa (toda la zona defensiva tuvo un gran segundo tiempo) la diferencia futbolística no se traducía en el marcador.

Pero en esta vida que a veces suele ser cruel, siempre hay lugar para epopeyas. Las epopeyas son aquellos hitos realizados por gente que, sabiendo de su inferioridad en un determinado aspecto, reúne fuerzas desde el alma para revertir una situación dificil, adversa, casi irreversibles. Las epopeyas son propiedad de aquellos seres humildes, golpeados, que tienen sed de revancha con la vida, que tienen el ojo del tigre. Recuerdo una escena de la pelicua Rocky 3, que siempre comento con un integrante del equpo: aquel momento en donde Rocky entra con Apollo al Gimnasio, y hay un monton de negros feos con cara de pocos amigos y Apollo le dice: "ves esas caras, esa era la cara que tenías cuando me sacaste el título, ese es el ojo de tigre". Y hoy Toco, señores, tuvo eso: el ojo del tigre.

Luego de la enésima situación malograda por los rivales, Toco resurgió de las cenizas y como un león herido fue a buscar el empate. Con pocos argumentos futbolisticos, pero con una actitud y unas ganas que llenó de miedo a los rivales. Recuerdo una serie de tiros libres cercanos al area, producidos por la valentía de los nuestros y por esas ansias de ir sin tenerle miedo al rídiculo, sabiendo que esta era nuestra noche de gloria.

Avisó Valsi, con un remate de larga distancia que pegó en el palo cuando el arquero estaba vencido. Pero el momento cumbre de la noche, fue a los 35 minutos del segundo tiempo (a 5 del final) cuando tras un centro de Batata, Tute se puso la pilcha de heroe y con un cabezazo tan bello como inolvidable decretó el empate. Creo que nadie lo merecía más este gol que Tute, aquel niño, este hombre que está con nosotros desde siempre. Aquel que hemos adoptado como un hermano menor, aquel que no toma alcohol, el que no fuma, el que nunca falta. El chico que dejó los libros y las obligaciones para ponerse la rojinegra, tuvo su recompensa: su gol entró en los momentos épicos de la institución. Seguramente nadie olvidará aquella alocada carrera festejando su gol recibiendo el abrazo de todos sus compañeros.

Toco aguantó los últimos 5 minutos con la mística que teníamos en aquellas grandes batallas y que recuperamos. Con actitud, con ganas, con verguenza, con pelotas. Las necesarias para demostrar que al futbol no sólo hay que jugarlo, sino que también hay que sentirlo. Y por eso empatamos este partido, porque no nos dimos nunca por vencidos y porque Dios al final se dio cuenta que este grupo merecía festejar, se puso de nuestro lado y nos regaló esta noche de la cual no nos vamos a olvidar.

PUNTAJES.

Leo. 7. La última vez que se había puesto el buzo y los guantes de Toco, le habían convertido 5 goles. Lo tomó como una revancha y demostró ser un arquero de los que están de moda ahora: sobrio, seguro, tranquilo, un golero que juega bien con las manos, con los pies y fundamentalmente con la cabeza.

Tute. 8. El heroe de la jornada. No solo por su gol al cual ya nos referimos, sino porque demuestra día tras día que el lateral derecho le sienta de maravillas. Tiene velocidad, técnica, proyección y marca. Un histórico, un jugador de los que no brilla, pero que por historia, por redimiento y por calidad humana está dentro de los mejores jugadores de la historia de la institución.

Diego. 6. En el primer tiempo tuvo una actuación sobria, opacada por no haber cerrado a tiempo en el gol de ellos. En el segundo tiempo mostró su mejor versión: se paró de último hombre, no lo pasaron nunca con pelota dominada y además fue importante aregando y motivando a sus compañeros.

Gonza. 6. El más grande de la familia Sanroman demuestra partido tras partido que es un pilar de la defensa. Tenaz, aguerrido y temperamental, le dejó un lindo rucuerdo a la rodilla del 11 rival. Su botín derecho parece un teledirigido: va directo a la rodilla del rival.

Luis. 6. El primer tiempo tuvo algunos problemas de marca en su sector, pero tuvo un segundo tiempo brillante. Le ganó siempre al delantero que se tiró por su sector y poco le importó el aspecto aniñado del pelirrojo delantero rival, cuando lo tuvo a tiro, le dio para que le duela por toda la semana.

Pachu. 5. El carismático Pibe Diaz volvió a ponerse la rojinegra. Con el número que se lo identifica (el 9) esta vez estuvo lejos del glamour de ser delantero; vino a aportar su granito de arena y es destacable que lo haya hecho en una posición que no es normal para él, como volante derecho en lugar del Toti. Empezó para comerse la cancha, con la velocidad de antaño, pero se fue diluyendo con el correr de los minutos.

Guille. 5. Le tocó bailar con la más fea: tuvo que verselas con el 5 y el 14 contrario. Para los que no estuvieron, se trataban de dos Pacman vestidos de jugador de futbol y ambos juegan de volante centrales. No pudo en toda la noche con ese doble pivot de los rivales, pero puso la entrega, las ganas y la voluntad de siempre.

Berty. 5. Empezó bien en aquellos primeros quince minutos del primer tiempo, como todo el equipo. Se ubicó a la izquerda de Guille y aportó buenas y malas desde la mitad de la cancha. Cuando ellos coparon la mitad de la cancha desapareció (como el resto de los compañeros del mediocampo). Sintió el desgaste del primer tiempo y salió reemplazado en el entretiempo.

Batata. 6. Veterano de mil batallas, esta vez tuvo que retrazarse unos metros para jugar de volante izquierdo. Al igual que Pachu, se que no se trata de su posición ideal, en la que se siente más comodo, pero es valorable su determinación y su colaboración para jugar donde el equipo lo necesita. Cada día más querido por la afición y sus compañeros, asistió a Tute para lograr su segunda asistencia en dos partidos.

Diego. 5. El asesino serial con cara de niño no estuvo acertado como en otras ocaciones. Tuvo una chance apenas comenzado el partido, pero el arquero le ganó el duelo. Despues intentó complicar con su velocidad pero sin poder dañar a la última línea rival. Malogró un penal que podía haber cambiado el rumbo del partido, su remate se fue desviado, soprendente en un jugador de su calidad. En el segundo tiempo, se lo notó más activo y un remate suyo de afuera del área casi decreta el empate.

Kiko. 5. Un caso para analizar el de este delantero. Dejó de lado las excentricidades del pasado y está jugando como delantero, en una función poco vistoza pero que no deja de ser efectiva y útil para el equipo. Está en el juego sucio: protege la pelota con el cuerpo, intenta acomapñar a Valsi en el ataque y se desmarca constantemente para recibir de espaldas al arco y descargar. Sigue peleado con el arco: tuvo dos chances y un 0% de efectividad.

Melli Diego. 5. Por primera vez en su historia el mítico Mellizo de la propaganda del Alfajor Mantecol, se puso la 4 de Toco para jugar como carrilero por derecha. Se lo notó un poco falto de fútbol, pero con la potencia y velocidad de siempre. En un rifirrafe con un rival vio la tarjeta roja, aunque me pareció una decisión un tanto apresurada.

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