26 de julio de 2010

Torneo Apertura 2010 - Resumen Final

Si bien Toco y me voy es parte de la vida de todos en todo momento, aún en epoca de receso futbolístico y vacaciones personales, el puntapié inicial de la temporada 2010 se dió el 1ero de Febrero, cuando Angel y Guille, los dos popes de la Comisión, se juntaron en algún oscuro reducto en alguna zona oscura de la Capital, sin testigos, para empezar a delinear todos los aspectos vinculados con el equipo. Ya había quedado atras la "Era Junior", quien luego de una seria lesión, se había hecho cargo del equipo en reemplazo del Gordo. Bajo la batuta de Junior, se había logrado cambiar la pálida imagen del primer semestre, y gracias a su entrega y buena voluntad, logró generar un grupo unido y homogeneo. Cumpliendo con su palabra, el joven capitán del equipo, dejó su puesto como entrenador, para volver a ponerse a disposición del cuerpo técnico entrante, sea cual fuere. Fueron tiempos dificiles, de rondas de negociaciones, de mucha cerveza y muchas conclusiones.

Así, como por arte de magia, la Comisión pateó el tablero contratando como nuevo entrenador a Matute, ex jugador del equipo, allegado a la institución, que demostraba conocimientos futbolísticos en charlas de bar, pero que tenía una dudosa reputación como DT. Rápidamente, y sin temblarle el pulso, el flamante director técnico, puso manos a las obras. En principio parecía que el trabajo iba a ser arduo, pero cuando la Comisión presentó en sociedad a las incorporaciones (el pase definitivo de Leo más el esfuerzo que implicó repatriar a Diego, ganandole la pulseada al Standard Bank y sus millones de dólares), Matute supo que la exigencia iba a ser mayor. La incognita era si este DT sin experiencia, podía hacerse cargo de "La Ferrari" sin chocarla en la primera curva.

La pretemporada fue realmente muy exitosa. El viaje a Magdalena sirvió para unir al plantel desde lo espiritual y, desde lo futbolístico, el equipo mostraba una versión muy positiva. Sendas victorias frente a equipos del ascenso de CITEFA, y un gran triunfo por 2-0 contra el Flores Juniors de Marcos Savi, ante una multitud, que sirvió, no solo para presentar a las nuevas figuras de la gestión, sino para demostrar que el equipo tenía chapa y argumentos como para pelear bien arriba. Sin embargo, el éxito en estos partidos preparativos le jugó una mala pasada al entrenador, que comenzó a tener algunas actitudes extrañas, quizás como consecuencia de haber sido sorprendido por una fama que no supo manejar. Se sabe que ser técnico de Toco da lugar a muchas cosas: señoritas fáciles, supuestos amigos que se acercan ofreciendo un mar cristalino de juego clandestino, mujeres y excesos, algo que, como bien sabemos, le gusta mucho a Matute.

La sorprendente e inesperada lesión de Diego una semana antes de la iniciación del torneo, había borrado de la cara del DT aquella sonrisa burlona con la cual había decidido dasafiar a la Comisión, argumentando que El siempre se había manejado por los caminos de la honestidad, acusando de corruptos a las dos personas que manejan los destinos del equipo. Como un gran estratega, que opera entre las sombras esuchando Rock Progresivo del más psicodelico, el Gordo se movió como pez en el agua para tomar participación y poder mediático. Al ver al DT sin respaldo, se unió a El cegado de poder y ambición. Comenzaron los momentos del "Si-Matutismo", cuando su Adlater y su grupo de seguidores comenzaron a vivarlo e idolatrarlo como nunca antes.

El empate 1-1 frente a Martinez Rosa fue festejado por el plantel el oportunidad del cumpleaños del Cobany. Baile, diversión y burbujas fueron el común denominador de una fiesta en dónde no faltó nada ni nadie. Sin embargo, Matute no se sentía completo: su fiel ladero el Gordo lo había dejado sólo en el primer partido del campeonato, prefiriendo irse a una despedida de soltero en Mar del Plata, en lugar que defender el arco. El entrenador, ahora sí, se sentía sólo y desamparado. Vino la derrota 1-3 contra Coyote, el triunfo por 1-0 contra el colista SENAFF, dónde el equipo dejó una pálida imagen a pesar de la victoria. Siguió el lapidario 1-5 contra Independiente y luego el 1-3 contra Manaos significó el fondo del equipo. Matute, visiblemente abatido luego de una noche de frustación en el Poker y el Black Jack, fue encontrado inconciente en una zanja, junto a un grupo de tábanos y porcinos que presenciaban la degradación de este ser humano.

Alarmados por la situación los referentes y el entrenador se reunieron en una asamblea extraordinaria, la más importante desde la Asamblea del año 13 (que sentó las bases de la independencia Argentina) para dejar de lado diferencias, pulir enojos, apaciguar egos y tirar todos para el mismo lado. Así, entre el apoyo de todos y cada uno de los que conforman este glorioso equipo, Toco obtuvo la mayor racha de partidos ganados en toda su historia: 2-0 vs Zapiola, 2-0 vs Borusia (un clasico), 6-3 vs Los Sotretas, 4-2 vs Paranoicos (el día que la barra agasajó al plantel con un cálido asado), el magnífico 2-0 a 100 de morta (partido en el cual el equipo perdió en la cancha, pero la Comisión lo dio vuelta en el escritorio), 1-0 vs Acero (gol agónico de Loro), 2-0 vs. Boreal, 3-2 vs. Alegría (gol agónico de Pachu) y un 3-2 Vs Liverpool (otro clasico).

Entonado por las 9 victorias seguidas, Toco llegó al objetivo planteado en aquella asamblea: llegar al partido con Patibulo (equipo campeón, que se perfilaba para repetir su logro) con posibilidades de luchar por el campeonato. Así fue, si bien las probabilidades era escasas, la chance y la esperanza es lo último que se pierde. Se intentó, pero no se logró: el 0-2 fue un puñal en el medio de los corazones rojinegros, quien ante una gran multitud que lo alentó sin parar, vio como se esfumaba su chance de campeonato, mientras el conjunto de Patibulo festejaba su bicampeonato. Fue un partido con todos los ingredientes: luchado, hablado, que duró no sólo los 80 minutos en dónde la pelota rodó, sino que se extendió a la semana, cuando los equipos se acusaron mediante sus páginas webs por actitudes despectivas, racistas y homofóbicas. Incluso, las barrabravas se encontraron en una batalla campal en un descampado de Ingeniero Budge, en dónde hubieron piñas, armas blancas, fusiles de asalto y armas de guerra.

Ya sin la posibilidad de luchar por el campeonato, y con varias bajas por jugadores que fueron licenciados debido al duro torneo, Toco cerró su participación en el certamen empatando 1-1 contra Jotapé. Fue un partido aspero, en dónde el equipo rojinegro comenzó perdiendo, pero gracias al empuje y decisión de los players consiguió un empate que fue un buen broche de oro para el cierre de la campaña. Quedará en el recuerdo entonces, la buena pretemporada, el pésimo comienzo, la vida, obra, muerte y resurreción de Matute, la racha de los 9 partidos, la derrota con Patíbulo y el aplauso espontaneo de los jugadores luego del último partido para auto-agradecerse y auto-felicitarse por esta gloriosa campaña. La historia de Toco no se termina, solamente es una hoja que se da vuelta. Seguramente, como andan diciendo por ahí, que lo mejor estará por venir.

Plantel.
(PJ: Partidos Jugados. Min: Minutos Jugados. G: goles. As: Asistencias. TA: Tarjeta Amarilla. TR: Tarjeta Roja. Prom: Promedio)


Gordo. PJ: 14. Min: 1120. G: 0. As: 0 TA: 0. TR: 0. Pje: 6,14.
De menor a mayor. Comenzó con algunos problemas fìsicos y algunas dudas, pero a medida que fue transcurriendo el torneo se lo vio mas sobrio y seguro. Se destacó en su último partido jugado Vs. Patibulo.

Cobany. PJ:12. Min: 710. G: 0. As: 1. TA: 1. TR: 0. Pje: 6,33.
Su mejor temporada con la camiseta rojinegra. Se lo notó aplomado, seguro, haciendo uso de su experiencia bien ganada en las canchas de CITEFA. La afición lo tiene entre sus predilectos.

Leo. PJ: 15. Min: 1125. G: 0. As: 0. TA: 4. TR: 0. Pje: 6,27.
La gran apuesta del equipo en el año. Su pase, adquirido al Flores Juniors, en una cifra record, es una garantía para la seguridad defensiva del equipo. Se ganó un lugar en el corazón de la exigente hinchada.

Angel. PJ: 15. Min: 1060. G: 0. As: 0. TA: 3. TR: 1. Pje: 6,20.
El jugador con más presencias en la rica historia de Toco volvió a tener un buen campeonato, mostrando regularidad, compromiso y sacrificio por el equipo. Se asentó como segundo marcador central y eventualmente como lateral.

Tute. PJ: 16. Min: 1030. G: 0. As: 1. TA: 1. TR:0. Pje: 5,94.
Uno de los pocos que jugó el 100% de los partidos, lo que habla de su compromiso con la causa. Alternó partidos excelentes con otros no tan buenos, pero siempre se mostró como una variante firme en el lateral.

Luis. PJ: 13. Min: 720. G: 0. As: 0. TA: 1. TR: 0. Pje: 5,77.
Histórico marcador lateral del equipo tuvo rendimiento de menor a mayor, como el resto de la defensa. Se lo recuerda por su gol en contra Vs. Independiente, pero también por sus últimos partidos, realmente buenos, mostrando un fuerte juego aéreo.

Mauro. PJ: 10. Min: 450. G: 0. As: 0. TA: 3. TR: 1. Pje: 5,70.
Quizás perjudicado por la gran cantidad de jugadores para desempeñarse en el mediocampo, Sapo fue en casi todos los partidos el fusible para experimentar un cambio o rotación en el equipo, lo cual hizo dificil su inserción dentro del equipo titular. Aún así, aportó su dinámica, fuerza y guapeza dentro de la cancha, así como su compañerismo fuera de la misma.

Guille. PJ: 16. Min: 1160. G: 0. As: 0. TA: 4. TR: 1. Pje: 6,38.
A pesar de no haber hecho ningún gol, ni haber dado ninguna asistencias, inexplicablemente terminó siendo el jugador con más minutos dentro de la cancha en el torneo, mostrando sus dotes de negociante y corrupto. Dentro de la cancha, fue un líder, jugando con una tranquilidad que no mostraba hace muchos años. Pocos saltos de cadena, contrario a su caracter volatil e inestable.

Junior. PJ: 14. Min: 875. G: 1. As: 0. TA: 5. TR: 0. Pje: 6,43.
El Capitán terminó siendo uno de los jugadores más regulares de la plantilla. Luego de un año parado por su lesión en los ligamentos de la rodilla, Junior aportó sus ganas, su impetu y su inoxidable juventud, dandole un salto de calidad al equipo con respecto al año anterior.

Eber. PJ: 7. Min: 280. G: 0. As: 0. TA: 0. TR: 0. Pje: 6,00.
Se erigió como el "jugador del verano". Se comenta que, apenas lo vio, Matute quedó hipnotizado por sus flacas y largas piernas y su velocidad supersónica. Arrancó como una de las primeras alternativas dentro del equipo, pero su nivel de asistencia comenzó a bajar y perdió mucho terreno hacia final del campeonato.

Toti. PJ: 8. Min: 540 G: 2. As: 1. TA: 2. TR: 0. Pje: 5,88.
Inestable, lagunero, rebelde, desafiante. Matías es uno de esos guerrilleros del fútbol, quién no conoce de leyes ni disciplina. Así es El, tómelo o déjelo. Tuvo altibajos: buenos partidos mezclados con otros no tan buenos. Hacia final del campeonato dejó su lugar en el equipo por un problema en el tobillo y lamentablemente, no se lo vio alentando a sus compañeros junto con la hinchada que lo tiene entre sus predilectos por su forma de ser y de jugar.

Loro. PJ: 15. Min: 935 G: 5. As: 4. TA: 1. TR: 0. Pje: 6,27.
Sus números hablan por si solos: goles, asistencias, lujos, criterio para entender, sentir y jugar al fútbol. Es el ídolo de la posmodernidad rojinegra, aquel que llegó, dejando atras su serena vida en Alemania a orillas del Río Rhin para venir a rasgarse las vestiduras de este lado del oceano en las duras y ventosas canchas de CITEFA.

Diego. PJ: 12. Min: 760 G: 12. As: 3. TA: 2. TR: 0. Pje: 6,92.
Su promedio de un gol por partido jugando con la casaca rojinegra, explica en cierta parte la gran campaña del equipo. Con El en la cancha, todo puede suceder: un gol, una maniobra exquisita, una gambeta endiablada o una asistencia sorprendente. El jugador más importante del equipo, por su capacidad para desnivelar. Estuvo afuera los primeros partidos y el equipo lo sintió, pero cuando tomó ritmo, fue inapelable.

Kiko. PJ: 10. Min: 565 G: 2. As: 1. TA: 3. TR: 0. Pje: 5,80.
Despues del su 2009 lleno de gloria y éxitos (fue elegido mejor jugador del equipo en aquella temporada), se esperaba que su primer torneo del 2010 fuese la confirmación de todo lo que venía haciendo. Sus partidos preparatorios fueron excelentes: movilidad, serenidad y un gol espectacular para someter al Flores Junior. Sin embargo, su campeonato estuvo lejos de ser el esperado: en las primeras fechas, tuvo un buen rendimiento, pero no encontraba regalías en la red. Después, luego de un partido dónde marcó sus dos goles, fue victima de una lesión que lo marginó por el resto del torneo. Volvió en la última fecha. Toco espera y necesita de su cuota goleadora para el próximo torneo.

Pachu. PJ: 16. Min: 995 G: 3. As: 5. TA: 2. TR: 0. Pje: 6,44.
La maduración del futbolísta y la persona. Lejos de su vieja personalidad adoradora de los flashes y las noches interminables, Pachu mostró una versión renovada dentro y fuera de la cancha. Sereno, reflexivo, se transformó casi sin quererlo en uno de los referentes del plantel. Su aporte futbolístico fue extraordinario: para el cronista fue el mejor jugador del semestre por rendimiento, por aporte y por compromiso.

Abuelo. PJ: 12. Min: 540. G: 3. As: 0. TA: 0. TR: 0. Pje:6,00.
De menor a mayor. Arrancó con algunas dudas, jugando poco tiempo y entrando poco en la consideración del equipo para el entrenador. Sin embargo, con lucha, esfuerzo y dedicación se ganó un lugar, primero como primer recambio en la delantero y, ante la lesión de Kiko, se adueñó del segundo puesto en ataque, armando una buena dupla con Diego. Tuvo su tarde dorada, con sus dos goles a Liverpool, en un clásico siempre caliente.

Emiliano. PJ: 8. Min: 300. G: 0. As: 2. TA: 2. TR: 0. Pje: 6.13.
De sus virtudes como futbolista no hay dudas: jugadores con la potencia, velocidad y habilidad que muestra cada vez que le toca jugar, no se ven nunca en la liga. Ahora bien, es muy dificil poder acoplarse en un equipo cuando no se tiene regularidad. Sus ausencias por diversos motivos (laborales, familiares o de salud) impidieron que pueda desarrollarse junto con el equipo que fue de menor a mayor. No pudo potenciarse junto con sus compañeros.

Batata. PJ: 9. Min: 265. G: 1. As: 0. TA: 0. TR: 0. Pje: 6,56.
Si bien sus derechos federativos futbolísticos pertenecen a otro club, Batata siempre ha mostrado un cariño especial por el Toco y su gente. Dispuesto siempre a dar una mano dentro de la cancha, durante este semestre encontró un pintoresco lugar del otro lado de la línea de cal, liderando la ya famosa "banda del biscocho", la facción más pacifista de los borrachos del tractor en dónde se pregona el consumo de mate y biscochos, en lugar del fernet y otras yerbas que impulsa el sector más radicalizado de la barra.

Lavezi. PJ: 5. Min: 150. G: 0. As: 0. TA: 0. TR: 0. Pje: 6,40.
Aquejado por sus lesiones y ante la imposibilidad de ponerse bien físicamente, Lavezi tuvo un semestre algo accidentado. Jugó, en buen nivel, algunos partidos sueltos, pero nunca pudo encontrar regularidad, ya sea por lesión o algún otro motivo. Cuando pase la malaria de lesiones será un jugador importantísimo.

Fari. PJ: 3. Min: 175. G: 0. As: 0. TA: 0. TR: 0. Pje: 5,67.
Comenzó y terminó el torneo defendiendo la valla del equipo. En el primer partido, tuvo responsabilidad directa en el gol que implicó el empate de Martinez Rosa. Despues de ese incidente, estuvo un tiempo borrado (se comenta que Matute lo hizo para "protegerlo"). Despues le tocó el tiempo de jugar como central, dónde tuvo un buen desempeño en los pocos mintuso qeu le tocó jugar, y cerró su participación como arquero titular en el último partido, en el cual se desempeño de forma correcta.

Berty. PJ: 9. Min: 255. G: 0. As: 2. TA: 2. TR: 1. Pje: 6,00.
Lejos de los flashes y de la histeria colectiva que lo llevó a ser ícono sexual y futbolístico durante el año 2008 (epoca conocida como la "Bertymanía"), la gran Bruja fue cultor del perfil bajo, las declaraciones polémica y algún que otro salto de cadena. Se peleó con Batata en medio de un partido, lo expulsaron por exceso verbal en otro y aportó dos asistencias para la causa.

Jimmy. PJ: 5. Min: 180. G: 0. As: 0. TA: 1. TR: 1. Pje: 5,80.
Poca participación del joven carrilero. Se esperaba mucho más de el, no porque haya tenido un mal rendimiento, si porque una rebelde lesión lo tuvo mucho tiempo alejado de las canchas. El equipo lo necesitaba por su juventud y su excelente estado fìsico. Terminó teniendo mayor participación en los últimos partidos, agarrando más ritmo futbolístico. Ojalá que pueda seguir en alza para ser un valuarte en el segundo semestre.

Koke. PJ: 1. Min: 20. G: 0. As: 0. TA: 0. TR: 0. Pje: 6,00
La primera movida realizada por el equipo en vistas al segundo semestre. Jugador histórico, de buen pie y calidad inagotable, decidió su vuelta a las canchas luego de casi 3 años de inactividad. Mostró destellos de su categoría en los entrenamientos y en el último partido del torneo, en el cual debutó oficialmente con su querida casaca rojinegra.

Zurdo. PJ: 1. Min: 60. G: 0. As: 0. TA: 0. TR: 0. Pje: 6.
Otra figura estelar de aquel gran equipo que consiguió el subcampeón y el ascenso en el torneo de Cantilo. Accedió a un pedido de la comisión para completar el equipo ante muchas lesiones, sanciones y ausencias de la última fecha.

24 de julio de 2010

Un buen final

Toco 1 - Jotape 1.



Después de la temporada 2009, en dónde los resultados no acompañaron (salvo en contadas ocasiones), lo primero que hay que hacer es valorar, disfrutar y sentirse orgulloso de esta maravillosa campaña. Para aquellos que sostienen que sólo sirve salir campeón, acá hay un claro ejemplo de que no es así. Lo que existen son objetivos, metas que se planifican antes de la iniciación de un torneo, un trabajo o el proyecto que sea. Por eso, después de haber penado en la mitad de la cancha o cerca de los puestos de descenso, este grupo de gente (jugadores, técnico, seguidores, todos mentalmente insanos pero de la mejor calidad humana posible) pueden sentir que los objetivos se han cumplido.



Unidad y compañerismo son los pilares sobre los cuales se sostiene todo este "mundo Toco" que hemos sabido crear, mantener y mejorar. Acá se pregona porque todos tengan un lugar, que todos los que quieran (y puedan) tengan la posibilidad de jugar, de compartir un momento grato con amigos. Por eso, importa más una cara larga que una victoria, siempre el grupo por delante de las ganas de lograr un campeonato. Otro torneo ha pasado, y nosotros seguimos ahí: unidos como siempre, con ganas de llevar al equipo a lo más alto, con el mero estimulo de la satisfacción propia. Vamos por el buen camino, no hay que desfocalizarse, y con el esfuerzo adicional de cada uno de nosotros, el equipo seguramente encontrará los éxitos deportivos.



Quería tomarme unos minutos para escribir los párrafos anteriores a modo de cierre, pero tampoco tenemos que olvidarnos que, además, hubo un partido, el último del campeonato, contra un equipo del cual no se tenían referencias. Toco salió a la cancha con un equipo bastante emparchado: una defensa casi nueva (con Junior en lugar de Leo), un mediocampo con buen pie pero escaso conocimiento previo, un enganche que vino a llenar el espacio del Loro (el Zurdo). Únicamente, en la delantera Toco no presentaba cambios. Por la falta de conocimiento (o al menos eso quiero creer) fue que el conjunto rojinegro tuvo una opaca actuación durante el primer minutos. Muchas piezas que acomodar, un rival que se mostraba combativo en la mitad de la cancha, y una actuación para olvidar.



Desde el primer minuto el Zurdo quizo tomar la manija del equipo, pero el equipo extrañó mucho la presencia del Loro. Puede verse como una pálida, pero voy a tratar de ver la mitad llena del asunto: es lógico que un equipo extrañe a su enganche, el jugador por cuyos pies pasan la mayoría de las pelotas e intenta conectar el ataque con el resto del equipo. Sin el toque distintivo del Loro, el equipo fue incapaz de generar juego asociado, de aguantar la pelota, y Toco no sólo no tuvo la pelota, sino que tampoco el dominio territorial del partido, algo que podría haber sido fatal en el caso de enfrentar a un equipo un poco más fuerte. Jotapé, igualmente, a pesar de casi no haber llegado con peligro, aprovechó una desatención defensiva para ponerse en ventaja en el marcador y castigar a Toco por su pobre primer etapa.



En el entretiempo, si bien no se hicieron cambios, se ajustaron conceptualmente algunos aspectos. La necesidad de jugar más cerca del arco rival, de aguantar y tocar la pelota en dónde realmente duele, es decir los últimos 25 metros de la cancha. Lo entendieron todos: desde Junior que se adelantó su línea defensiva, los laterales que debían presionar más por las bandas, los mediocampistas para encimar más, quitando espacios y los delanteros para estar más movedizos y participativos. Así, Toco, salió en la segunda etapa con un marcado cambio de actitud. Se fue a buscar el empate con ímpetu y ganas. Batata dejó de jugar casi de 3 bis, para aprovechar su potencia y habilidad en la zona dónde se definen los partidos y todo cambió: Diego estuvo con más compañía, y el equipo pasó de ser una banducha de rock barrial bien desafinada, a ser una orquesta sólida y virtuosa.



Justamente desde el virtuosismo de Diego, Toco encontró el empate que para ese momento era bien merecido. Un unipersonal maravilloso: gambeta corta, velocidad, inteligencia y sutileza para definir. Fue Toco a buscar el triunfo a pesar del frío, del árbitro, del rival y de todo. Estuvo al caer, pero faltó un poco de precisión en la puntada final. Aún así casi lo gana el conjunto rojinegro luego de un centro "a la olla" de Luis, que el marcador central de Jotapé casi mete en su propia portería. El travesaño lo evitó. Hubiese sido el broche de oro para una campaña inolvidable.



Con el pitazo final del discutido árbitro (desde acá se trata no hablar del árbitro, pero este fue realmente muy malo para los dos lados) llegó, por fin, el final del campeonato. El sabor agridulce por no haber coronado la campaña con un triunfo se apagó cuando Junior (demostrando su dotes de Capitán) pidió un aplauso para todos por la campaña. Eso reconfortó a muchos, emocionó a otros, y motivó a todos para afrontar el segundo semestre del año con las ganas y la pasión de siempre. Pasarán los días fríos, la lluvia, el viento, vendrá el verano, con sus días largos, las noches cortas y las temperaturas agradables, ideales para festejos alocados....¿y quién te dice, no?.



Goles.

0-1. Salida de un corner a favor, un desajuste defensivo y un contragolpe letal que terminó con el invicto de la valla defendida por Fari.

1-1. Diego. Otra vez una obra de arte, de este hombrecito al cual le gusta mucho aparecer en esta sección. Recibió, giró con una gambeta endiablada, encaró con velocidad y la pelota bien cerquita del pie. Metió algunos movimientos de cintura (similares a los que hace cuando baila "el meneadito" en casamientos o fiestas de 15) y desafió las leyes de la naturaleza al pincharle la pelota por arriba al arquero más alto de CITEFA. Para pararse y aplaudir.

Puntajes.

Sergio. 6. Ante la lesión muscular del Gordo, volvió el golero histórico de Toco para empezar y terminar el torneo como titular. Casi no tuvo trabajo, y en el gol no tuvo nada que hacer.

Jimmy. 6. Con la ausencia del Cobany, fue el turno del jugador más completo del equipo, quien aprovechó la chance para demostrar que no le pesa jugar de titular. En el primer tiempo, estuvo bien aunque defendió muy retrazado en el campo. En el segundo tiempo, cuando salió a apretar más arriba mostró que por velocidad y juventud es un verdadero tractorcito por derecha.

Junior. 6. Il Capitano, volvió a sacrificarse en función del equipo para reemplazar a Leo en el último puesto de la defensa. No tuvo problemas con los intentos de los delanteros contrarios, estando siempre bien parado y cruzar. En el segundo tiempo pasó como volante y aportó su habitual entrega y dinamica.

Tute. 6. Dentro de una defensa emparchada, hizo las veces de Angel como segundo marcador central. En el primer tiempo le costó tomar un poco al 15 rival, quien con su movilidad trabajaba a espaldas de Guille. Se mostró mucho mejor como líbero, con una defensa de 3 jugadores.

Luis. 6. Al igual que Jimmy en el primer tiempo defendió demasiado retrazado, por lo cual había una zona liberada entre Él y el volante por su sector (Batata) que fue bien aprovechado por la gente de Jotapé. En el segundo tiempo de adelantó en el campo, y empezó a hacerse sentir por fuerza y anticipo. Debió haber sido expulsado, pero el patético árbitro le sacó dos veces la tarjeta amarilla, demostando la impunidad con la que se maneja por ser miembro activista de la Comisión.

Mauro. 6. El jugador que mejor entendió el partido a lo largo de todos los minutos en los que estuvo en la cancha. En el primer tiempo, cuando Toco no hacía pie, fue el único que entendió que el negocio era agarrar la pelota y darsela al pie al compañero más cercano. Así, generó buenos encuentros con el Abuelo y con Diego, los mejores de esa primera etapa. En el segundo tiempo, siguió con su buen rendimiento hasta que fue reemplazado. Jugó con una serenidad que ilusiona de cara al futuro.

Guille. 6. En el primer tiempo no hizo pie al igual que todo el equipo, pero intentó con algunos cambios de frente. En el segundo período, hizo pata ancha en la mitad de la cancha y se transformó en patrón del equipo.

Batata. 8. En el primer tiempo jugó demasiado retrazado, siempre arrancando el campo propio con el arco rival realmente lejos. Igual se las arregló para mostrar parte de su innegable talento: un caño con pase profundidad a Diego incluído fue lo mejor de él y del equipo durante esa primera mitad. Ahora, su segundo tiempo fue realmente muy bueno, desnivelando cada vez que encaró con la potencia y decisión de siempre. Tuvo encuentros explosivos con Diego, con el Zurdo, y se erigió en el abanderado de la recuperación futbolística del equipo.

Zurdo. 6. La vuelta del "Golden Boy" de Toco, quien con su zurda distintiva hace delirar a la afición rojinegra. Le costó mucho todo en el primer tiempo: la pelota, la cancha, acostumbrarse a sus compañeros. Realmente no pesó, nunca pudo agarrar la pelota de frente al arco y eso lo sintió el equipo. En el segundo tiempo, cuando pasó a jugar de carrilero por izquieda, mostró en cuentagotas la calidad de siempre, con la cancha de frente terminó siendo una pesadilla para el equipo rival.

Abuelo. 6. En el primer tiempo tuvo muy poca participación. Siempre recibió de espaldas, incomodo, y no pudo con el rigor físico que le hicieron sentir los defensas contrarios. Compensó con la entrega y la voluntad de siempre, para no dar ninguna pelota por pérdida. En el segundo tiempo, cuando el equipo estuvo con más presencia en ataque, creo que sintió el desgaste de su esfuerzo y debió ser reemplazado.

Diego. 7. En el primer tiempo pasó casi desapercibido. No tocó la pelota, apenas algunos encuentros explosivos con Batata. Ahora, en el segundo tiempo salió a comerse la cancha. Su gol fue una obra maestra del futbol de potrero que los gurues de la mercadotecnia se encargaron de eliminar: freno, amague, gambeta en velocidad y definición precisa. Despues hizo delirar a la gente con una chilena tan aparatosa como improductiva. Pero, a los ídolos, se le perdona todo.

Koke. 6. La vuelta de uno de los máximos ídolos de la parcialidad rojinegra. Bastión fundamental del subcampeonato del año 2004 en Cantilo, su vuelta fue aclamada por todo el pueblo toquense. Ya en la primer jugada mostró que es diferente: quizo hacer rápido un tiro libre y la mandó directamente al lateral. Tuvo algunos contactos interesantes con la pelota y mostró que le falta mucho física y futbolísticamente. El primer paso está dado. Bienvenido a tu casa.

Pachu. 6. Afiebrado, con malestar estomacal debido a haber encontrado un fósforo quemado en su comida (si tienen pensado ir a comer al "Caprichoso de la Pizza" situado en la calle Centenera, por favor no lo hagan), estuvo en duda hasta el final. Su amor por la camiseta, y su afan de terminar el torneo habiendo jugado todos los partidos, lo motivó a jugar al menos un ratito en el último partido del torneo.

Kiko. 6. Casi no tocó la pelota. Fueron 15 minutos luego de su lesión que fue más prolongada de lo previsto. Logicamente, le falta ritmo futbolístico y la distancia propia luego de tanta inactividad. Su vuelta es aclamada por los hinchas, ojalá que vuelva con la recargado para seguir rompiendo redes.

17 de julio de 2010

Golpeando las puertas del cielo

Toco 0 - Patibulo 2.

Hoy, creo que más que nunca, realmente cuesta mucho sentarse, mirar hacia atras, tratar de repasar el partido y escribir al respecto. No por el hecho de la derrota en sí, ni porque haya algo para reprochar a estos jugadores que colocaron a Toco en el lugar que se merece, sino porque, aunque todos nosotros (creo que sin excepciones) estemos satisfechos y orgullosos por la campaña y por el partido, siempre duelen estas derrotas en instancias definitivas. Lo importante es haber llegado. Como bien dijo un jugador de los nuestros durante la semana, últimamente, a esta altura del campeonato, estamos viendo que artilugio podía ejecutar la Comisión para no descender, en cambio, en este torneo llegamos a dos fechas del final con chances de lograr el campeonato, algo que tenemos que valorar mucho.

Las chances de lograr el campeoanto eran realmente mínimas. Me animaría a decir que lograr el campeonato era casi imposible, pero, jugar contra el puntero del campeonato, a dos fechas del final, y luego de una racha de 9 triunfos al hilo era ideal para ver si este equipo realmente tiene pasta de campeón. Se perdió, es cierto, y me animaría decir que con justicia, pero quedó la sensación de que Toco estuvo a la altura del partido y de las circustancias del mismo. Se luchó, se peleó, se intentó jugar ante un equipo que demostró ser un justo campeón gracias a tres pilares que yo creo fundamental en el fútbol y más a este nível: orden, inteligencia y disciplina. Orden para estar siempre bien parado: dónde había un jugador de Patíbulo, había otro atras y así sucesivamente hasta llegar al arquero. Inteligencia para no perder el orden, aún cuando Toco fue superior (fundamentalmente en el primer tiempo, hasta el 0-1) y disciplina de todos los jugadores para cumplir con su rol dentro de la cancha. No es que me guste hablar de los rivales ni mucho menos. Pero, creo necesario aceptar la derrota, aprender cuál fue la receta que llevo a este equipo a lograr dos torneos seguidos e intentar copiarla siempre respetando nuestro estilo y nuestra escencia.

Hecha esta larga introducción, nos metemos de lleno en lo que fue el partido. Toco salió a jugar el partido como lo que era: una final. Con una defensa muy atenta dando garantías tanto de arriba como de abajo, un mediocampo que mezclaba combate y buenos pases, aunque con un poco de anemia ofensiva. Y quisiera detenerme un poco en este aspecto. Hay algunos partidos en dónde la receta de buscar las diagonales y la magia de Diego alcanza y sobra. En este, por la seguridad defensiva del rival, evidentemente no alcanzó. Debemos aprender que atacar no es función de los delanteros únicamente, sino de todos. Quizás de esta manera, se podría haber sacado mejor provecho de los interesantes desbordes del equipo, sobre todo por la punta izquierda.

El dominio de Toco entonces, no se traducía ni en llegadas ni mucho menos el goles. Era un dominio sin profundidad que preocupó a Patibulo sólo en un comienzo. Parafraseando al boxeo: el púgil favorito se sentía incómodo, no encontrando su lugar en el ring, pero Toco no supo dar el golpe de gracia. Se intentó, pero no se pudo, por propias limitaciones y virtudes ajenas. Así fue, que el gigante despertó y dio una lección de contundencia: robaron una pelota en la mitad de la cancha y combinando velocidad con precisión abrieron el partido con un golazo. 1-0, injusto quizás, pero en el fútbol la única justica es de áquel que pone la pelota en la portería del rival.

El mazazo que significó la desventaja, no permitió reaccionar a Toco. El conjunto de Lamouret se fue al entretiempo con la sensación de que el partido no era imposible, pero había que trabajar mucho para lograr darlo vuelta. Ya con Luis en cancha como lateral izquierdo, Toco intentó llevarse por delante a su rival. No fue tan fácil, Patibulo mostró sus credenciales de equipo sólido y compacto, cerrando todos los caminos que podían conducir a Toco a buscar el empate. Con orden o con foules tácticos cuando Diego o Loro pretendían encarar en busca del arco rival. Así el partido entró en el terreno de la guapeza, de la charla, de la discusión. Toco no arrugó ni mucho menos, intentó guapear, fue para adelante, pero en el fútbol la guapeza es importante, pero sólo no alcanza. Diego seguía bien marcado, no podía desnivelar y el equipo no encontraba al astro que ilumine el camino hacia el arco rival. Intentó Matute hacer saltar la banca con algunos cambios ofensivos: Berty, Mauro y Batata fueron en lugar del Abuelo, Junior y Cobany, con el objetivo de forzar el tiro del final que nunca llegó.

Hacia el final del partido, Toco fue a buscar el empate con algunos centros que no causaron problemas a los defensores rivales. Ya desarticulado, Patibulo comenzó a ser peligroso en el contragolpe y, si no hubiese sido por dos o tres intervenciones del Gordo, el encuentro se hubiese definido anteriormente. El Nro 18 rival que había marcado el primer gol, se recibió de leyenda viviente del fútbol cuando, a minutos del final, aprovechó un contraataque fulminante y con un cabezazo mandó la pelota al fondo de la red. Fue el golpe de gracia para un equipo que lo buscó, que lo intentó y que estuvo a la altura de un partido definitorio. Así lo entendió su gente que despidió a estos jugadores con un merecido y cálido aplauso. No hay nada para reprochar, la campaña fue excelente, se vivieron momentos emotivos, de marcada alegría. Allí quedaron los rojinegros, mirando la vuelta olímpica de Patibulo, golpeando las puertas del cielo y sabiendo que el fútbol siempre da revanchas.

Goles.
0-1. Buena triangulación de Patibulo en ataque. 7 - 8- 18 fueron los números de los jugadores de Patibulo que crearon en Triángulo de las bermudas para Toco.
0-2. Con un Toco ya jugado en ataque, el número 7 metió un centro pasado y luego de unos rebotes dentro del área, el Nro 18 le sacó un cuerpo y medio a Berty en el salto para marcar el tanto del triunfo.

Puntajes.
Gordo. 7. A la altura de un partido tan importante, con la seguridad y la experiencia que lo caracteriza. Astuto como un perro para ser amo y señor del área, ágil como un gato para responder a puro reflejos ante varios tiros peligrosos.

Cobany. 6. Le puso un candado a su punta con la seguridad y la constancia de los últimos partidos. Bien en el anticipo, correcto en el juego aéreo, no fue nunca superado por su sector.

Leo. 6. Repitió el nivel de los últimos partidos. Sobrio, seguro, elástico y elegante para ganar de arriba, expeditivo para resolver en el mano a mano. Un verdadero mariscal.

Angel. 6. Tuvo un duelo especial con el 9 rival. Duelo de gente mañosa: Gonzalo jugó un partido aparte con el calvo oponente. Puede decirse que le ganó este unipersonal. Se fue expulsado a poco del final del partido tras levantar por el aire a un rival y revivió su condición de líder espiritual cuando la gente lo despidió con una ovación extrema.

Tute. 6. Alternó buenas y malas. Se proyectó con criterio, marcó con seguridad. Se fue reemplazado en el entretiempo.

Junior. 6. De lo mejor del equipo. En el primer tiempo, fue incansable por su banda, no sólo ayudando a Guille en el medio, sino juntandose con el Abuelo y Loro con el toque preciso. Su dinámica y aire lo hacen ser un jugador fundamental en la estructura del equipo.

Guille. 6. En el primer tiempo fue el dueño de la mitad de la cancha. Estuvo preciso en los pases y aparte colaboró recuperando muchas pelotas. En el segundo tiempo ya no pasaron por sus pies muchas pelotas y no fue gravitante.

Pachu. 6. Un buen primer tiempo mostrando su desequilibrio para encarar y buscar el fondo. Tuvo algunos buenos encuentros con Diego y Loro, pero sus desbordes no fueron capitalizados por sus compañeros. En el segundo tiempo, el equipo no atacó tanto por su sector y no tuvo tanta participación.

Loro. 5. Jugando como enganche intentó siempre asociarse en el juego colectivo del equipo. Algunos pases fueron buenos e interesantes, pero al jugar tan lejos del arco, no fue tan trascendente. Como delantero, no gravitó.

Abuelo. 6. Mostró las ganas y el compromiso de los últimos partidos, en los cuales, gracias a su constancia y buenas actuaciones, terminó ganandose un puesto. Tuvo movilidad, intentó presionar y estuvo preciso en los pases. Le faltó desnivelar a la última línea contraria, pero se chocó contra una defensa sólida.

Diego. 5. Su historia es la del pequeño genio que juega bien a la pelota. Como muchas veces se sostuvo de estas líneas para el comentarista se trata del mejor jugador de la historia del fútbol y el mejor jugador de la última Copa del Mundo (aunque no la haya jugado). Hubiese esperado que sea su partido: dos goles, una actuación convincente y fenomenal. Sin embargo, no siempre las historias tienen un final feliz. No fue su tarde soñada, el dispositivo defensivo de Patibulo fue demasiado para El. No pudo. Siempre recibió incómodo, o lejos de su habitat (de hecho solamente se le computó un sólo tiro con cierto peligro al arco rival), no pudo tener la actuación que todos (y sobre todo él) hubiese querido. El fútbol siempre da revanchas y no dudo que el torneo que viene llevará a su equipo y a sus amigos a lo más alto.

Luis. 6. Ingresó en el segundo tiempo y mostró lo de siempre: velocidad, marca, violencia y cabezazo. Cada vez se muestra como un lateral inpenetrable.

Berty y Mauro. 5. Les tocó entrar en un partido realmente dificil. No es facil ingresar en el segundo tiempo, y mucho menos en un encuentro como este, con tanto en juego. No dispusieron de muchas jugadas pero si demostraron su violencia verbal: Mauro para tratar de "pobre" a un jugador rival y Berty para decirle "sin verguenza, caradura" al árbitro y ganarse la expulsión.

Batata. S/C. El hombre de los biscochos caseros intentó ingresar para darle una mano al equipo que ya no se le caía una idea cuando estaba en posición de ataque. No pudo desnivelar.

4 de julio de 2010

Cuenta Saldada

Toco 3 - Liverpool 2

A veces, a lo largo del campeonato, hay partidos que suelen ser tan importantes, que se los llama, en la jerga futbolística, "partido bisagra". Sin embargo, nunca entendí muy bien el término. Bisagra me recuerda más a la puerta de mi casa y al ruido que hace cuando alguien quiere entrar, que a un partido de fútbol, por lo cual voy a derribar los mitos, y entenderlo como esos partidos fundamentales, que se dan cuando dos equipos importantes, con ambiciones, y chances de llegar al punto más alto se encuentran, esos encuentros que se deben ganar. Toco (segundo) y Liverpool (quinto, y con la última chance de no perder el tren de la punta) se midieron, para ver quién peleará este torneo hasta el final. Era un lindo desafío para los dirigidos por Lamouret, a pesar de los 8 triunfos al hilo, del segundo puesto, de la fiesta y el champan, no es un detalle menor que los dos de los tres partidos perdidos hayan sido contra Independiente, Manaos y Coyote (tercero, cuarto y sexto respectivamente) por lo cual, había todavía una cuenta por saldar, la de ganar un partido importante, ante un rival duro y díficil, con autoridad, moral y determinación.

El partido con Liverpool llegó justo para saber si el equipo de Toco estaba realmente sólido, o era simplemente un castillito de naipes, que se podría desvanecer ante el mínimo soplido. Un cotejo entre dos equipos que se conocen mucho, los cuales hasta se han golpeado alguna vez en una recordada gresca y que han tejido una linda rivalidad a lo largo de los años. Por eso, era un partido trascendental, para Toco, pero también para Liverpool. Desde el comienzo del partido se veía que todo iba a ser parejo, aspero y duro: los dos equipos intentaban dominar el mediocampo con argumentos sólidos. Toco presionaba y asfixiaba a partir de Junior, Guille y Pachu, para salir rápido con Loro, Diego y el Abuelo, mientras que Liverpool mostraba credenciales de equipo criterioso, gracias a su número 10 y su número 20, que eran bastantes habilidosos. El partido era parejo sin llegadas en los arcos, hasta que sucedió una jugada puntual que lo abrió: la defensa de Liverpool toquetó la pelota en su campo sin mucho criterio, la retrazó a su portero, quién cuando intentó rechazar largo, se encontró con la tozudez del Abuelo, pera no dar nunca una pelota por perdida y un fortuito rebote en su humanidad, permitió a este as del gol, marcar el 1-0.

Con la ventaja en su poder Toco fue un poco más que su rival, manejando la pelota con claridad en el medio, y mostrando seguridad defensiva. La lesión de Junior, resintió un poco al equipo, dada la importancia de su capitán para marcar la transición de la defensa al ataque. Ingresó Mauro, un veterano de mil batallas, con sed de revancha y gloria. El equipo sintió el impacto, y Liverpool se empezó a apoderar de la mitad de la cancha, comenzando a ejercer un dominio de posesión y territorio. Sin embargo, Toco golpeó de nuevo, gracias a un contragolpe perfecto. Perfecto porque todos los participantes entendieron su rol de la mejor manera: Tute para cortar, tocar y picar al vacío, Diego para hacer la pausa, y meter el pase justo, y el Abuelo para estar en el lugar dónde se definen las jugadas, tocando suave bien lejos del arquero. GOLAZO, emoción y alegría. Lamentablemente, para el rojinegro, la ventaja de dos goles, que le hubiese permitido quizás manejar el partido con más tranquilidad, duró un suspiro: luego de un rechazo de un corner, el 10 de Liverpool remató de afuera del área y metió un gol de otro nivel: derechazo de sobrepique, fuerte, preciso, inapelable.

En el entretiempo, con el 2-1 en su bolsillo, Matute mostró nuevamente su lado criterioso. Sin necesidad de cambiar las cosas, mandó dos cambios bien simples: lateral por lateral. Afuera Cobany (de gran primer tiempo) y Tute, adentro Luis y Lavezi. Además de definir una estrategia clara para el segundo tiempo, juntar las líneas defensivas con la línea media, con el Loro encargado de presionar, recuperar en un primera línea de presión y buscar rápidamente a Diego o al Abuelo. Tiene que estar contento el indolente entrenador, gracias a la buena captación de sus jugadores, su idea se plasmó en la cancha. Me imagino que no debe haber más gratificante para un entrenador que pensar un partido y que se cumpla. Pudo haber Toco estirado la ventaja antes, pero se tuvo que esperar hasta la entrada de la vieja Bruja Berty, quién como un lateral izquierdo de aplomo y experiencia, lanzó un pase largo con criterio, buscando a Diego, quien definió y junto a la complicidad del arquero rival, decretó el 3-1. Partido definido parecía, sin embargo, nuevamente la ventaja de 2 duró poco, y a la salida de un tiro de esquina, Liverpool logró el descuento.

Con el 3-2 en la cancha, y a falta de 10 minutos para terminar el partido, se debía defender la victoria no sólo con argumentos futbolísticos, sino también con concentración y corazón. Loro, extenuado, le dejó su lugar a Emi, el bloque del medio dejó de funcionar bien, y Liverpool se hizo dueño de la pelota, jugando decididamente en campo rojinegro. Aguantó Toco, como pudo, gracias a la enorme figura de Leo, quien nuevamente demostró que haber comprado su pase, fue la mejor inversión hecha por el equipo a lo largo de su historia. Bien acompañado por Luis, Gonza y Berty, armaron una muralla, un muro de corte berlinés, imposible de cruzar. En el tiempo de descuento, Pachu y Diego armaron una buena jugada en velocidad, y cuando el pequeño genio del fútbol iba en busca de su segundo gol, fue derribado. Penal, oportunidad de ponerse 4-2 y definir el partido, pero Emi sigue teniendo el arco cerrado y su remate se fue desviado. Quedaba tiempo, incluso, para un avance más de Liverpool. Los corazones rojinegros se pararon, centro al área, pero nuevamente la muralla defensiva, desbarató el intento, decretando el final del partido y desatando la algarabía de todos: jugadores, técnico y la gente que se acercó en buen número a seguir a nuestro equipo.

Muchas veces, en las cenas/asados/encuentros que hicimos a principio de año, se habló de lo lindo que sería pelear el torneo hasta el final. Ser protagonistas, estar en los puestos de vanguardia y codearse con los grandes equipos de la Liga. No quiero parecer conformista, ni mucho menos, pero a 3 fechas del final del torneo, Toco se encuentra ahí, segundo, luego de 9 victorias al hilo y con la posibilidad de jugarse la última carta contra Patíbulo en la fecha que viene. Se lo merece el grupo, se lo merecen todos, por haberse recuperado de un pálido comienzo, por haber puesto siempre la mejor onda. Nadie nos ha regalado nada y ahora estamos acá, con chances matemáticas y con saber de que, si bien todos queremos más, la cuenta está saldada.

Goles.
1-0 Abuelo. Si alguna vez el viejo loco ese parecido a Locovich dijo que uno de sus jugadores era el "optimista del gol", lo mismo puede decirse de este gol del Abuelo. Jugada que parecía no tener
consecuencias, el Abuelo fue, luchó, no le tuvo miedo al ridículo y cuando el arquero quizo despejar alto y lejos, la pelota rebotó en este jóven purrete y se metió en el fondo del arco. Asistencias: El Abuelo, porque fabricó el gol y lo metió.

2-0. Abuelo. Contragolpe tan perfecto que hasta pareció Alemán. Tute corta, se la entrega a Diego y sale disparado como loco. Diego hace la pausa de los que saben, asiste a Tute quien mete un centro al Abuelo, que en el centro del área, puso la pelota bien lejos del arquero. Golazo, por la gestación, la definición y la importancia. Asistencia: Tute.

2-1. Nro 10. Golazo extrordinario de este buen jugador del equipo rival. Corner, despeje de la defensa y este muchacho recogió el rebote, se perfiló y metió un cañonazo imposible para el Gordo, Peter Shilton o cualquier arquero inglés.

3-1. Diego. Pelota disputada en la mitad de la cancha, que le cae a Berty, quién haciendo uso de su gran pegada con pelota en movimiento, puso un pase largo en el pecho de Diego, quién giró con su habitual sed de gol, pateó al arco y contó con la complicidad del arquero, al cual habría que regalarle algo. Asistencia: Berty.

3-2. Nro xxx. Tiro de esquina cerrado, desatención defensiva entre los marcadores y el Gordo, que fue aprovechada por este ignoto jugador para poner el 3-2.

PUNTAJES.

Gordo. 6. Tuvo algunas intervenciones buenas, con seguridad y sobriedad. Se lo notó agil y atento para cubrir a los defensas, cuando alguna pelota larga se metía en su zona de influencia. Bien en la pegada, salvo algunos minutos fatales del segundo tiempo, cuando no lograba apuntarle a la cancha.

Cobany. 8. Excelente partido de este lateral derecho lleno de carisma, limitaciones y ganas. No lo pasaron ni un sola vez por su sector. Siempre bien parado y ubicado, deslumbró con algunas barridas propias de su sello inconfundible. Además, pasó al ataque con mucho criterio y determinación. De los mejores partidos en el año.

Leo. 8. Nuevamente impasable, por arriba y por abajo. Es fenomenal este central: fuerte en el mano a mano, vistoso para saltar y despejar de cabeza, veloz para ir a los costados, elegante para salir siempre jugando. Hace todo bien, todo fácil, todo con criterio y elegancia. Todos me dirán "a mi no me sorprende", pero a mi si. Es como Gardel, cada día juega mejor.

Angel. 7. Gladiador de la primer epoca de Toco, sabía que este partido era un clásico, que había que ganarse, jugando con el corazón en la mano. En el primer tiempo tuvo un duelo tremendo con un robusto delantero rival. Parecían dos tanques que se sacaban chispas para ver quien era más fuerte que el otro. Lo neutralizó bien. Su presencia se agigantó en los minutos finales, despejando muchas pelotas.

Tute. 7. Solamente le tocó jugar un tiempo y demostró toda su clase para cubrir el lateral. Armó un tandem muy bueno con Pachu en la punta izquierda y, a pesar de que Liverpool mostraba las mejores ráfagas de fútbol por ese sector, no hiceron agua en ningún momento. No pasó al ataque de manera desquiciada, sino que cuando atacó llegó al fondo en una jugada y asistió al abuelo en otra.

Junior. 6. Había arrancado mostrando la dinamica, la lucha, la entrega y el sentido táctico de siempre. Fundamental para la transición "defensa-ataque", el capitán hace de todo un poco: marca, raspa, juega, llega al área y a posición de centro. Un pinchazo lo dejó fuera del partido en el primer tiempo y el equipo lo sintió.

Guille. 6. Si hablamos de que el equipo sintió la ausencia de Junior, Guille lo sintió aun más. Sin su socio del mediocampo, le costó tomar la pelota y contrarrestar la movilidad del nro 10 contrario. Cuando la pelota pasó por sus pies, trató de darle un buen destino, haciendo pases horizontales que permita al equipo ordenarse de nuevo. Fue importante en ese aspecto del juego.

Pachu. 8. Se podría decir que le "tocó bailar con la más fea", porque por su sector Liverpool acumulaba gente en ataque. El lateral derecho rival pasaba con mucho criterio y fuerza al ataque, e intentaba hacer el 1-2 con el volante de su sectori, sin embargo, este incansable volante mostró que un bastión importante en el equipo. Ayudó en la marca, se desdobló en ataque, llegó al fondo y fue determinante. Un muy buen partido.

Loro. 8. En el primer tiempo apareció de a cuenta gotas, con algunas pinceladas del talento que lo llevó a ser uno de los ídolos de la afición. Apariciones fugaces, pero fulimantes. Sin embargo lo que lo destacó fue con las ganas y pasión con la que jugó el partido: en el primer tiempo, fastidioso por el juego brusco de Liverpool, le protestó airadamente al árbitro, ganandose la amarilla y en el segundo tiempo, cuando el partido pedía garra, huevo y corazón, Loro ofreció todo esto y más, ayudando a Guille en la mitad, recuperando muchas pelotas y dejando la vida en la cancha. Cada vez más ídolo.

Diego. 8. No descubro nada si digo que es un jugador de otro nível. No hay como él en CITEFA, ni en el mundo, y gracias a Dios lo tiene Toco. Su relación con el gol es carnal: cuando agarra la pelota lo primero que quiere es meterla dentro del arco rival, después maneja las otras alternativas. A veces parece egoísta, pero no es, es esa adicción que tiene con el gol y que no lo deja ser ni vivir. Es muy dificil hacer lo que hace Diego dentro de una cancha.

Abuelo. 9. Si el cronista hubiese tenido un encuentro celestial con Dios, y este le hubiese preguntado por algún deseo, hubiese pedido por este jugador y por su tarde consagratoria. Nadie lo merece más que El, porque ha pasado por todas durante este año: ha jugado poco en algunos partidos, se ha lesionado, ha quedado afuera de los suplentes, y, sin embargo, siempre estuvo con la alegría, ejemplificando los valores del compromiso, la solidaridad por y para el equipo. Un optimista de la vida y del gol. Dos goles, una actuación consagratoria, porque fue importante en la red, pero también para el equipo, pivoteando, mostrandose como pase, haciendo el trabajo de "desgaste" para que Diego pueda jugar más cómodo. Repito: una actuación consagratoria, deslumbrante.

Mauro. 7. Tuvo la dificil misión de reemplazar a Junior, en medio de un partido caliente, definitorio. Venía de una larga inactividad, sus compromisos laborales, más algún que otro partido dónde dejó su lugar (ganado y merecido) en el banco de suplentes en solidaridad con algún otro compañero que le tocaba jugar. Sin embargo, redondeó un partido muy bueno, yendo de menor a mayor. Si bien arrancó con algunas dudas y descolocado, terminó siendo un bastión a la hora de defender la victoria, dejando sangre, sudor y lágrimas dentro de la cancha.

Luis. 7. Otro que fue de menor a mayor. Fue dudosa su entrada tardía luego del entretiempo: se comentaba que estaba depilandose las piernas con cavado para poder salir más lindo en las fotos, en caso de salir en alguna. Empezó con algunas dudas, pero terminó siendo una garantía gracias a su cada día más mejorado juego aéreo. Toco tiene 4 laterales que son todos muy buenos y parejos.

Lavezi. 6. Ingresó como lateral izquierdo, puesto en dónde viene desempeñandose últimamente con acierto. Cumple con los principios del lateral: primero marcar, despues avanzar, buscando dar la pelota siempre al pie de un compañero. Estaba haciendo un partido correcto, pero se resintió de una lesión y debió salir.

Berty. 7. Ingresó nuevamente como lateral izquierdo ante la lesión de Lavezi, y, si bien sabemos que no es su puesto natural, cada vez que le ha tocado marcar punta lo ha hecho de la mejor manera. Seguro en la marca, aprovechando su fuerza física y sometiendo a cualquier individuo que quiera hacerse vivo por su sector. Se destacó pasando al ataque, entregando la pelota bien en el pase corto y haciendo uso de su buen remate, asistió a Diego para el tercer gol del equipo.

Emi. 7. Otro que venía de una larga inactividad. Entró en lugar del Loro, como enganche, mostrando una movilidad y un sentido de la ubicación muy interesante, para tocar la pelota, buscando la descarga. Por 10 minutos fue dueño del juego, haciendose eje del juego rojinegro. Después quedó muy cerca de los puntas, quedando lejos del resto del equipo. Tuvo dos chances para marcar su tan ansiado gol: la primera, llegó exigido a rematar un centro desde la izquierda y en la otra, no pudo meter el balón en la red desde los 12 pasos.