27 de abril de 2015

4ta Fecha. Toco 3 - Central Ezeiza 6.

Resulta difícil analizar lo ocurrido el último sábado entre Toco y Central Ezeiza. Lo primero es que se perdió. Contra un rival que venía de tres derrotas seguidas, que había hecho un solo gol en el torneo. Eso es devastador porque el equipo rojinegro venía haciendo muy bien las cosas, con entrega, orden, presión y solidaridad se había erigido como un equipo duro, sólido, compacto, invulnerable en su propia meta y con un alto grado de oportunismo en el arco contrario. Paradójicamente, todo salió al revés: el equipo fue débil en defensa, dio muchas ventajas en la marca y a la hora de concretar falló más de lo que acertó.

También es oportuno remarcar que todo sentido colectivo se respalda en lo individual. Toco venía mostrando algunos niveles individuales muy altos, sobre todo en la faz defensiva dónde el Gordo se mostraba como el líder de una resistencia que parecía inexpugnable. Pero esta vez el mítico golero tuvo una tarde para el olvido, y el equipo lo sintió.

Dicho esto, el partido no resiste un análisis lógico. Fue una tarde desafortunada. Ocurrieron cosas inexplicables: un gol en contra luego de una serie de rebotes, un empate oportuno gracias a la gestión del incansable Pachu, un gol de media cancha en el saque luego de ese empate y luego dos tantos en contra que fueron muy parecidos uno con el otro. En ese ínterin, entre el tercer y cuarto gol de Central Ezeiza, Toco tuvo no menos de 5 situaciones de gol para ponerse nuevamente en el marcador, pero entre la impericia propia y las virtudes del golero rival, no pudo ser.

Con un 1-4 que parecía inapelable Toco salió, en el complemento, a buscar un empate con tintes heroicos. A los 2 minutos marcó el 2-4, pero acto seguido un tiro libre desde el borde del área decretó el 2-5 y el final del partido, aunque quedaban por jugar más de 20 minutos. Solamente sirvió para un sexto gol de Central Ezeiza (parecido al tercero y al cuarto) y una palomita al gol de Guille que sirvió sólo para decorar el marcador.

No mucho más para rescatar. Una derrota sorpresiva, no por el hecho de perder, sino por la forma. Porque se hipotecó el mejor capital de este equipo: el activo del orden, la perseverancia, la solidaridad, la agresividad y la violencia desmedida. Solamente queda dar vuelta la página, volver a la senda de los tres primeros partidos y pregonar por la vuelta a la victoria.

Gordo. 1. Venía siendo el mejor jugador del equipo y quizás del torneo. Gran responsable de los 7 puntos obtenidos hasta la fecha, tuvo un partido para el olvido. Responsable en varios de los 6 goles, no pudo entrar nunca en partido, ni mostrar su sobriedad habitual. Punto final y a dar vuelta la página.

Fabri. 4. Si bien tuvo algunas proyecciones interesantes y algunos pelotazos más que picantes, falló mucho en la marca, sobre todo en el primer tiempo, cuando dos de los 4 goles vinieron por su sector. En el complemento, mejoró un poco y asistió a Guille en el 3-6 definitivo.

Junior. 4. Con algunas dudas poco habituales en El, quizás no tuvo errores puntuales pero los 6 goles en contra le baja la puntuación.

Gonza. 4. Alternó buenas y malas. Un buen cruce por izquierda en el primer tiempo y algunas mala entregas en las salidas.

Ema. 4. Al igual que Junior, no tuvo muchos errores puntuales pero los 6 goles en contra lo dejan expuesto en lo que al puntaje se refiere. Buenos pelotazos cruzados en pelota parada.

Abuelo. 4. En la marca sufrió mucho con el ataque constante por la derecha propia (izquierda rival). Aportó algún que otro toque de distinción en el circuito de juego.

Guille. 4. Defensivamente aportó poco, perdió individualmente con cualquier jugador que pasó por su sector, siendo notoria la total deficiencia ante el “pelado” que la rompió. Aportó en ofensiva con un gol y un tiro algo débil que le contuvo el arquero en el primer tiempo.

Tute. 4. Al igual que el resto de sus compañeros, fracasó en el asepecto defensivo: no realizó buenas coberturas ni anticipos ni las marcas férreas que lo caracterizan.  Bien ejecutado el penal.

Charly. 5. Algunas muy buenas jugadas, con su sello “a todo potrero”. No se animó a patear en dos o tres jugadas que la jugada pedía remate franco y decidió por hacer una gambeta o un pase.

Kiko. 4. Inteligente para moverse por todo el frente de ataque, preocupó a los defensores rivales con su movilidad pero tuvo dos chances inmejorables para marcar y no se le dio.

Pachu. 7. El mejor jugador del equipo. No sólo por su gol y un gran remate de afuera del área, sino porque fue indescifrable para los oponentes. Se lo ve cada partido mejor, más participativo y con mucho oportunismo.

Jimmy. 5. Le tocó ser suplente por la rotación ideada por los técnicos, entró en el segundo tiempo y fue peligroso en los desbordes y bastante firme en la marca. Por su juventud, destreza y capacidad aeróbica pareciera que debería tener un lugar asegurado en el once inicial.

Nico. 6. Al igual que Jimmy le tocó arrancar de afuera en el partido. Ingresó esta vez no como lateral sino como un wing izquierdo y fue muy peligroso con sus desbordes y centros. Uno de los mejores argumentos ofensivos del equipo en el complemento.

Leo. 6. Buenos movimientos, astucia para fabricar un penal (espero al defensor rival que se lo llevó puesto sin ninguna contemplación) y sendos cabezazos que fueron muy bien resueltos por el golero rival. Buen partido.

Sapo. 5. Como delantero tuvo poca participación, aunque preocupó con sus desmarques que generaron espacios en la última línea rival. No se le computaron remates al arco.     

Martín. 5. La pausa, el talento, la creatividad del planillero puesto al servicio del equipo. Hizo algunas cositas interesantes pero no tuvo la gravitación de otros partidos.      

19 de abril de 2015

3ra Fecha: Toco 2 - Club Campos 1

El fútbol, como otra tantas cosas en la vida, suele ofrecernos momentos inolvidables. Situaciones totalmente inesperadas que se nos cruzan por la vida como por arte de magia y que nos llenan el corazón de alegría y felicidad. Ni el más optimista de todos los hinchas de Toco sobre la faz de la tierra (seguramente, Angel) hubiese esperado este comienzo de campeonato con 2 victorias y 1 empate sobre 3 partidos jugados, con dos triunfos sobre la agonía del partido (una, nada más y nada menos, contra Liverpool) y actuaciones bastante convincentes, aunque el equipo dista de ser una maravilla o una obra de arte, sino que justamente la versión "terrenal" del equipo es la que nos está dando mayores resultados.

Es cierto que a Toco no le sobra nada, pero también es muy cierto que el equipo, a diferencia del año pasado, no le regala nada a nadie. De hecho, debemos estar hablando ya del equipo más odioso de todo el campeonato, no tanto por la mala intención ni por la cháchara de antaño, sino porque Toco juega a incomodar a su rival, a transformarle esas dos horas de partido que deberían ser las mejores de la semana en un suplicio, en un padecimiento constante e insoportable. Y cuando los desgasta mental y físicamente, está teniendo la capacidad para ubicar el golpe justo para dejar a su rival en la lona, sin deseos ni posibilidad de recuperarse.

Sin embargo, en el partido del sábado el equipo dio además una muestra de personalidad y perseverancia que hace tiempo que no se veía. Toco empezó perdiendo desde el vestuario con una desafortunada acción que terminó con un autogol de Gonza, luego de un desborde ante un equipo desconcentrado y desestructurado, justamente dos de los pilares más importantes sobre los cuales se sostiene esta ilusión. Parecía que el castillo de naipes se derrumbaba, pero aún así, el equipo siguió por la misma senda, la de la solidaridad, el empeño sabiendo que se podía llegar al empate, y aún también a la victoria.

La mejor jugada colectiva de toda la tarde fue la que significó el tanto del empate para Toco. Una pelota colocada por Guille al medio del ataque, encontró en Kiko, Charly y Pachu excelentes interpretes para hacer una jugada con precisión a una velocidad supersonica que terminó en el gol del "o baixinho" logrando capturar un rebote dado por el arquero rival. Ya el partido había entrado en un terreno algo lodoso cuando, por reiteración de faltas el volante central rival había dejado a su equipo con 10 jugadores. Gritos, murmulloso, empujones, la temperatura comenzó a subir y llegó a su punto de ebullición cuando Angel, con uno de sus míticos teledirigidos a la rodilla, tuvo que dejar la cancha al ser expulsado sobre el final de la primera etapa.

El complemento, 10 contra 10, fue díficil para Toco que sufrió ante un equipo que aprovechó mejor los espacios quizás por ser un equipo más joven y vertiginoso que estos "cuasi-curentones" rojinegros. La resistencia, sin embargo, fue feroz, con los dientes apretados y el machete en la cintura, Toco llevó el partido para el lado bélico, tratando de impedir, por todos los medios, que Campos se lleve la victoria para su molino. Allí tuvo mucho que ver el Gordo, quién tuvo una actuación destacadisima cada vez que fue exigido, sacando pelotas de todos los colores.

El equipo no había podido atacar en casi todo el segundo tiempo, salvo algunas excursiones en solitario de Kiko, Pachu o el ingresado Leo. Pero cuando se está en estado de gracia cualquier cosa puede suceder, y sucedió nuevamente sobre el epilogo del encuentro: centro picante de Nico, Leo lucha la pelota y el rebote le queda al intrépido Pibe Diaz, quién con un remate alto e inapelable, marcó el gol (muy gritado) del nuevo triunfo de Toco en el campeonato. Delirio, griterío, algarabía, regalos de cumpleaños y torta de ricota para estos guerreros del balompié que volvieron a dejar a su equipo en lo más alto de la consideración del fútbol amateur. Una victoria increíble e inolvidable para seguir creyendo.

Puntajes.

Gordo. 10. Verdaderamente inexpugnable. Por momentos parece que no le van a hacer un gol nunca. Siempre bien parado, con inteligencia de ingeniero y reflejos de felino en cada una de sus intervenciones. El héroe de la resistencia.

Jimmy. 6. Bien en la marca, criterioso en las proyecciones, jugó ordenado por su punta hasta que sintió el cansancio y comenzó a titubear un poco, pero los técnicos con buen atino, lo reemplazaron para que se recomponga.

Junior. 8. Uno de los valuartes del equipo y la última línea. Por arriba, por abajo, en los cruces, siempre simple y expeditivo, como lo pide su posición.

Angel. 2. Que pena lo de este verdadero referente del equipo. Sus últimas actuaciones y su licenciosa vida cerca del "jet set" habían llevado a la creación de una verdadera "Mega-Angel-Manía": los niños querían ser como el y pedían el corte "cero toda la cabeza" en las peluquerías, las chicas deseaban conocer sus secretos de alcoba y las señoras lo veían como el yerno ideal. Pero tuvo su tarde trágica: gol en contra, dificultades para controlar al delantero centro rival y, sobre el final del primer tiempo, se ganó la tarjeta roja cuando ya venía jugando gratarola. Por suerte esta vez el equipo le devolvió algo de todo lo que El hace y le regaló una buena victoria.

Nico. 6. De menor a mayor. Comenzó bastante flojo: en la primera jugada del partido lo desbordaron como si se tratase de un cono. Sufrió después con los pelotazos cruzados, durante todo el primer tiempo y parte del segundo, pero cuando podría haber transformado en el peor partido de su vida, se recompuso, teniendo un muy buen final de partido con el centro del gol incluido.

Fabri. 6. Ida y vuelta incansable por derecha. En algunas situaciones demoró el centro al área cuando había llegado a "zona de centro". Como lateral derecho fue una garantía, cerrando siempre muy bien a espaldas de los centrales.

Guille. 6. Una versión sacrificada de este volante central mutifacético y bipolar. Este año se lo ve tranquilo, descargando su ira contra los rivales, jugando fuerte pero leal. Su equipo lo disfruta y lo tiene entre sus abanderados.

Tute. 6. En el primer tiempo estuvo mejor en ataque que en defensa, llegando a posiciones ofensivas varias veces aunque algo erratico en el retroceso. En el complemento ajustó un poquito más la marca y terminó siendo importante.

Charly. 6. Tuvo participación activa en el primer tiempo, jugando como enganche. Se ubicó bien y mostró parte de su magia. Buena combinación con Pachu en el 1-1. Fue el que más sufrió con la expulsión, porque perdió referencia en la cancha y desapareció del partido hasta que fue reemplazado.

Kiko. 6. Importante para el desgaste ofensivo, jugando un partido aparte con cada uno de los defensores rivales. Esta vez no estuvo tan picante con el arco como contra Liverpool, de hecho creo que no le contabilicé ni un solo remate, pero su aporte para el equipo es esencial.

Pachu. 10. "O Baixinho", El Chapulín del Gol, la historia de este incomprendido social que un día se fue de Flores a Palermo y de allí a Río de Janeiro, a buscar un poco de alegría carioca para su desgastada vida. Allí mamó las bondades del "jogo bonito", la cerveza y la proteína. Un emisario de la comisión lo fue a buscar a Leblón y lo trajo, para convencerlo de que los suyo era el fútbol y Toco. Dos goles a pura astucia para darle un triunfo importantisimo a su equipo. 100% efectividad.

Ema. 7. Luego de una serie de lesiones y varias consultas al Dr. Google, este exponente de la inmigración hispana en la Argentina mostró toda sus condiciones. Impasable en el mano a mano y muy atinado para rechazar todos las aproximaciones cercanas.

Leo. 6. Voluntad, esfuerzo, dedicación. Los atributos generales de este sacrificado delantero que siempre pone al equipo por sobre su beneficio personal. No contó con ninguna chance de gol, aunque se le da el reparto del segundo gol del equipo, cuando luchó una pelota que parecía perdida.

Abuelo. 6. Se lo nota bastante cómodo y ubicado en su rol de volante por derecha. Se ubica en su "quintita" bien ubicado y trata de darle una mano a sus jugadores cercanos (el 4 en la marca, o al 5 a la hora de tomar el mediocampo) además está preciso para controlar la pelota y dar buenos pases, lo que lo hace evitar el juego brusco y de roce que no va con su condición de "rockstar".

Cuerpo Técnico. 8. Estos muchachos siguen dando en la tecla con los planteos, los cambios y algunos detalles que resultan ser claves a la hora de obtener los triunfos. Estuvieron atinados con los cambios y con las rotaciones, de hecho el último re-ingreso fue el de Pachu, que a la postre de lo sucedido terminó siendo fundamental para el triunfo. Deben mejorar en la puntualidad.





12 de abril de 2015

Apertura 2015. 2da Fecha. Toco 1 - Liverpool 0

Felicidad, euforia, alegría, júbilo. Todas las sensaciones sentidas y vividas por la gente de Toco luego de este histórico triunfo ante Liverpool, un clásico, con el cual se han disputado batallas legendarias, en las que nos ha tocado irnos muchas veces derrotados, pero las cuales se han vengado en este partido inolvidable. Un partido que será inmemorial por muchas razones: la forma (no siempre se gana con un gol en el ocaso del partido) y la necesidad que tenía el grupo de conseguir un triunfo, que avale el cambio de actitud propuesto para el 2015, el que de a poco se va traduciendo en buenas performances que acarran resultados muy satisfactorios para toda la gente.

La mayor virtud de Toco (y por la que al fin y al cabo logró la victoria) fue porque el equipo ejecutó lo planificado. Se sabía de antemano que para lograr la victoria había que impedir que Liverpool juegue "cómodo": defender desde la delantera hasta la defensa, como un bloque, tapar las bandas y a la hora de jugar, aprovechar que enfrentabamos a un equipo que suele jugar con su última línea bastante adelantada, y tratar de ser peligroso a través de pelotazos cruzados, de esos que duelen. Toco tuvo la virtud de cumplir a rajatabla con lo ideado: Pachu y Kiko fueron los primeros defensores, Jimmy-Fabri y Tute-Nico se multiplicaron para bloquear las bandas y el resto se preocuparon por jugar con las ganas, el despliegue y la concentración requerida para este tipo de encuentros.

Así, Toco fue llevando a su rival a la confusión. Una tela de araña pegajosa, resistente, confiable a la cual Liverpool nunca pudo interpretar como desasnar. Por contrapartida, Toco preocupaba con contragolpes bien armados, pero no siempre bien definidos. El equipo fallaba únicamente en la puntada final, dónde, ya sea por impericia o mala suerte, siempre "faltaban cinco para el peso".

En el complemento, el argumento fue más de lo mismo, pero el calor ya empezaba a curtir en el físico de los jugadores de ambos equipos. Liverpool lo intentó cambiando la totalidad de su delantera, pero la última línea de Toco siguió dando las garantías del caso. No se sacaban ventajas, como esos dos viejos peleadores que se conocen tanto que no se animan a tomar la iniciativa por miedo a no poder soportar el contragolpe.

Pero, con el tiempo cumplido y jugandose el descuento, cuando parecía que el partido iba directamente a un empate sin goles, sucedió lo que el pueblo rojinegro esperaba: un contragolpe bien iniciado por Kiko por izquierda, continuado por Pachu para la subida de Fabri por derecha, una serie de rebotes, un centro al corazón del área y la aparición fantasmal del Sapo para mandar la pelota al fondo de la red y desatar el grito alocado de la parcialidad. Los jugadores rojinegros se agolparon en una montaña humana, celebrando el tanto que le daba la victoria, el gol que sirve para escribir una página más en este hermoso cuento de fútbol que hemos escrito entre todos desde el 2001, cuando abrumados por la crisis económica y el fin del modelo neoliberal que tantos viajes al exterior nos había permitido, decidimos por conformar este equipo de fútbol que tantas alegrías nos ha dado desde entonces.

Todo felicidad, desde que el Sapo tuvo la magistral idea de meter la pelota en meta de Liverpool, hasta este momento, en el cual he decidido sentarme a tratar de rememorar esta victoria tan importante como festejada. Uno de esos partidos que nunca se olvidarán, y que le contaremos a nuestros hijos como si se tratase de una de las gestas más importantes de la historia del fútbol mundial. No hay nada para agregar, solo resta seguir festejando, disfrutando de este fin de semana que el destino y Toco no han regalado. Solo resta decir Gracias, gracias de todo corazón (pintado de rojinegro).

Puntajes.

Gordo. 7. Con la regularidad de siempre. No tuvo que revolcarse mucho, aunque todos los intentos de Liverpool lo encontró siempre bien ubicado y muy atinado.

Jimmy. 7. Inexpugnable por su punta, armando un bloque muy sólido con Fabri en la derecha. Tuvo algunas proyecciones interesantes, pero en las que terminó centralizando mucho el juego.

Junior. 7. En duda hasta último momento, no se sabía nada de su paradero. Pero gracias a Dios se hizo presente para dotar de toda su jerarquía a la defensa.

Angel. 8. Una de los puntos altos en el equipo. ¿Que decir de este emblema?. Viviendo una segunda pubertad, el crédito de la calle Riglos responde tanto adentro como afuera de la cancha. En el "field" otorga una imagen de zaguero recio, mientras que afuera de la cancha levanta los suspiros de la platea femenina cuando lo ven subirse al parlante de cualquier boliche de moda. 24hs luego de la finalización del encuentro debe seguir festejando.

Tute. 7. De menor a mayor. Empezó con algunas dudas, después se acomodó mejor como volante por izquierda y cuando ingresó de 4 sobre el final del partido, mostró su mejor versión, siendo impasable por su punta.

Fabri. 7. Mostró parte de su mejor repertorio y volvió a ser aquel volante derecho que cautivó a los fanáticos del fútbol con despligue, dinámica y mucho amor propio. Llegó varias veces a posición de ataque, no siempre tuvo las mejores resoluciones, hasta que se puso el traje de partenarie para asistir al Sapo en el agónico gol de la victoria.

Guille. 7. Luego de un 2014 en dónde parecía haber perdido el rumbo, el capitán del equipo volvió al nivel que la exigente parcialidad rojinegra le estaba solicitando. Entrega, tesón, inteligencia táctica, se cansó de perseguir rivales durante los 80 minutos que duró el partido y si bien muchas veces no pudo quitar por su cuenta, ayudó para dejarselos "livianitos" a la defensa.

Nico. 8. Otro de los puntos altos entre muy buenas actuaciones individuales. Fue el motor del equipo por la punta izquierda, con un ida y vuelta impresionante. Su despliegue fue tal que hasta el "joven Angel" le tuvo que pedir por favor que pare un poco de correr, que no le podía seguir el ritmo, que se tradujo en un rifirrafe de medio de partido. En el segundo tiempo, ya como lateral izquierdo, fue decididamente inexpugnable.

Tincho. 7. La pausa justa, la entrega precisa. Volvió a ser un puntal determinante en el equipo, jugando con claridad y sencillez. Responsable del buen trato de pelota que tuvo el equipo durante el primer tiempo, en dónde estuvo muy atinado con los pases, tanto cortos como largos. En el complemento siguió con la misma semblanza, hasta que salió reemplazado y ovacionado por la afición.

Kiko. 8. El tercer punto del podio de los mejores jugadores del equipo, junto con los jóvenes Angel y Nico. Su desempeño como delantero fue extraordinario. Tácticamente fue el jugador más importante del equipo, porque con sus mañas y sus movimientos en diagonal, cual alfil del ajedrez, preocupó a toda la defensa de Liverpool por igual. Sólo le faltó estar más precisos en los dos o tres tiros francos que tuvo sobre la portería contraria. Cuando había sido reemplazado y parecía que su partido terminaba, volvió a ingresar para ser determinante, iniciando la jugada del tercer gol.

Pachu. 7. La vuelta del legendario Pibe Diaz, aquel delantero intrépido y goleador, que supo se indisciplinado pero ahora se ha convertido en un atleta incansable, con articulaciones algo machucadas pero con muchas ganas de progresar en la vida. Fue una pesadilla para la defensa rival, entendiéndose muy bien con Kiko. Solamente se apresuró dos o tres veces cuando tenía la posiblidad de decidir de cara al gol, pero a pesar de ello su actuación fue irreprochable.

Abuelo.7. El más carismático de los jugadores que alguna vez vistió la camiseta de Toco. Entró a la cancha en el momento más picante del partido, y se metió rapidamente en el asunto, ayudando a Nico con el bloqueo de la zona izquierda de la defensa. Para destacar su gran cabezazo en defensiva, donde mostró un gesto técnico propio de un bailarín clásico.

Sapo. 7. A nadie le importa que haya ingresado algo desconcentrado, que haya abusado de los foules en ataque y que pocas veces haya podido desplegar su potencia y habilidad al servicio del equipo. Lo verdaderamente importante fue que estuvo en el momento justo, en el lugar indicado, para recibir el centro de Fabri y mandar la pelota al fondo de la red. Todo lo que hizo antes y después del partido, durante este fin de semana y quizás durante todo el 2015, queda en segundo plano. Con su toque sutil, ante el arco desguarnecido, brindó la mayor alegría del año a este grupo de notables, asegurando que su nombre quedará por siempre en las fastos de esta gloriosa institución.