24 de abril de 2010

Volver a jugar al futbol.

Seguramente, allá por el año 2060, cuando muchos de nosotros tengan panza, peinemos canas o no tengamos nada que peinar, vamos a matar parte de nuestro tiempo contandole a nuestros nietos (herencia de nuestra sangre) lo que significa Toco en nuestra vida. Seguramente, cada uno de nosotros lo contará como una fábula con todos los ingredientes que esta presenta: una historia, un sentimiento, alegrías, tristezas, enemigos (el contador), situaciones, y, obviamente, un pequeño genio.



Antes de empezar con la cronica de lo sucedido, me gustaría hacer un párrafo especial sobre la actuación de Diego. Primero, remarcar la felicidad de volver a verlo jugando en Toco, con sus colores y su gente. Luego de una semana con bastante movimiento, obligaciones y preocupaciones, nos ha regalado a los amantes del fútbol una actuación descollante, determinante, con 5 o 6 participaciones que nos han llenado los ojos de futbol, demostrando que su calidad sigue intacta. Realmente, y creo firmemente no exagerar, fue una verdadera exibición que deleitó a todos ya seamos compañeros, rivales o meros espectadores.



Hecha esta salvedad que me parecía importante hacerla, creo también que si bien el pequeño genio fue el encargado de frotar la lámpara varias veces, el equipo entregó un soporte para que Diego pueda desplegar todo su virtuosismo. En el primer tiempo, Toco fue un relojito suizo, con todos los condimentos que tiene que tener un equipo: serenidad, concentración, seguridad, convicción y creatividad. Se jugó al fútbol, señores. Se tocó la pelota, se marcó, se ocuparon los espacios, se fue solidario con el equipo y con el compañero, no sólo ayudando en la marca sino a la hora de generar juego. En todas las jugadas dónde había uno o dos jugadores del equipo rival, había tres o cuatro jugadores de Toco. Eso se llama superioridad numérica, y en el fútbol no hay forma posible de contrarrestarlo.



Ahora bien, resulta fundamental hacer una pregunta y tratar de responderla: ¿Por qué?. ¿Por qué Toco puede pasar de ser un equipo débil que termina vapuleado, a ser un equipo que juega un partido con la autoridad y la decisión como para borrar de la cancha a un equipo que venía en la zona de vanguardia en el Campeonato?. ¿Cómo puede ser que se reciban 8 goles en dos partidos y de mostrar una anemia ofensiva, y de un sábado para el otro, como por arte de magia, el equipo muestre una notable seguridad defensiva y provoque no menos de 6 situaciones claras de gol?. Estas son las preguntas, para las que no hay respuestas, o al menos no las encuentro en mi mente.



El segundo tiempo se vio otra cara del equipo. Ya sin la pelota, se puso el overol, y entendió la necesidad de correr, meter y aferrarse a la ilusión de conseguir el triunfo. Hubo algunas cosas que se podrían corregir: el juego no fue tan fluido (quizás por el cansancio del Loro, de notable primer tiempo), se dejó de tocar y se abusó del pelotazo buscando al elegido. Así y todo se llegó hasta el fondo con peligro en tres o cuatro ocasiones, se mantuvo la valla propia en cero, y más a allá de alguna jugada aislada no pasamos sobresaltos. El partido se terminó cuando Diego recibió un buen pase de Emi, le sacó punta a su zurda que también es mágica a veces, y la puso junto a un palo.



Un triunfo necesario, vital, para recuperar la confianza y volver a creer en nosotros mismos. Se jugó, se tocó, se intentó y se logró, siendo la recompensa de todo una victoria justa, merecida y festejada. Será una semana de felicidad, de sonrisas, de mucho conventillo, jugando al periodismo amarillo y al golpismo instalado. Como a nosotros nos gusta, bien a lo Toco.



Uno x Uno

Gordo. 6. Trasmitió la seguridad habitual, con algunas intervenciones buenas. En el primer tiempo fue exigido al principio y respondió poniendole el pecho a la pelota, haciendo fácil una jugada que parecía díficil.

Cobany. 7. La vuelta del crédito de Senillosa y Vernet, este pintoresco personaje que reparte su tiempo vendiendo tarjetas de crédito, jugando de lateral en Toco y divirtiendo a todos con su humor "a lo Benny Hill". Completó un partido muy bueno, marcando con mucha solidez y llegando al fondo en dos ocasiones. Además, luego del partido, invitó una fría bebida a este cronista sediento, teniendo un punto extra por ello.

Leo. 7. El mariscal volvió a mostrar su verdadero nivel, aquel que lo llevó a ser amado por los hinchas y que obligó a la comisión a contratarlo en lo que fue la transferencia más cara de la historia de Toco. Muy seguro, muy atinado para llegar a los cruces, sobrando todo con su displicencia a la hora de salir jugando.

Angel. 6. Tuvo un duelo casi personal con el 9 rival, al cual anuló de la cancha en el primer tiempo. Bien de arriba, bien de abajo, criterioso para jugar y para despejar. En el entretiempo volvió a dar muestras de su amor por el equipo y su sentido de juego colectivo, se ofreció para ser reemplazado facilitando la tarea del DT.

Luis. 6. En el primer tiempo jugó un muy buen partido, marcando al 7 rival bien de cerca, sin dejarlo girar y ganandole en casi todas sus intervenciones. Además, le sumó proyecciones criteriosas armando un lindo tandém con Pachu por el sector izquierdo. En la segunda mitad siguió dando garantías en la marca, pero quizás abusó un poco más del pelotazo largo.


Mauro. 8. Su mejor partido en el año. De volante derecho, su desgaste fue impresionante: marcó mucho y bien, estando siempre bien ubicado para cubrir las espaldas de Guille, y alternandose bien con el Cobany. Empezó algo errático con el balón, pero con el correr de los minutos fue mejorando hasta terminar redondeando una buena actuacion, la mejor suya del 2010. Recibió cálidos aplausos de la afición que lo tiene entre sus favoritos.

Guille. 7. En el primer tiempo mostró su mejor versión, jugando la pelota con precisión y claridad. Patrón del mediocampo, manejó los tiempos del equipo. En el segundo tiempo, sintió que Toco no haya tenido la pelota y el cansancio del Loro, se dedicó más a marcar y destruir.

Pachu. 7. Cada semana juega mejor, cada sábado muestra que es un carrilero más completo. Corre, juega, marca, colabora, lo suyo es golosina para jugar y voluntad para destruir. Fue uno de los bastiones del gran primer tiempo del equipo, jugando y haciendo jugar. Un pinchazo lo dejó afura del equipo antes de que termine el primer tiempo.

Loro. 7. La apuesta del DT fue colocarlo en una posición estrategica, intentando conectar el mediocampo con el ataque. Fue vital en el gran primer tiempo de Toco, haciendo algo complicado pero sencillo para un jugador de su calibre: agarrar la pelota, gambetear uno o dos jugadores y tocar a juegador mejor ubicado. Así fue el vertice fundamental de muchas de las triangulaciones realizadas por el equipo. Tuvo su chance de gol, entrando con potencia y velocidad, pero su resolución fue adivinada por su arquero.

Diego. 9. Determinante. La figura del equipo, del partido, del fin de semana. Autor de dos goles (el primero de gran factura), siempre una preocupación para la defensa rival, dejando su marca registrada en algunas intervenciones que mostraron que estamos hablando de un jugador de calidad. Se mostró activo y participativo, asociandose con Kiko, Loro, Pachu, Emi o cualquier jugador que vaya por su sector.

Kiko. 6. Volvió a las fuentes. Quizás mejor rodeado, o ayudado por la mejor tarea del equipo, Santiago mostró todo su repertorio para jugar de espaldas al arco, pivoteando con inteligencia y efectividad. Tuvo algunos encuentros muy interesantes con Diego y con Loro, siendo lo suyo fundamental para el equipo. Queda pendiente el gol.

Emi. 7. Entró como volante por izquierda por la lesión de Pachu y tuvo un muy buen desempeño, jugando la pelota con criterio y mostrando su ya conocida potencia. Gambeteó, ayudó en la marca, dio buenos pases, metiendole dos asistencias claras a Diego: una terminó con un claro penal que no advirtió el árbitro y el otro fue el segundo gol del equipo.

Tute. 6. Ingresó en lugar de Gonza, como segundo marcador central y respondió con altura. Anuló al 9, le ganó en todas las intervenciones y mostró su velocidad para llegar bien a los cruces. Una buena alternativa, para tener en cuenta cuando se quiere hacer rotar a la defensa.

Abuelo. 6. Entró como delantero a jugar como suele hacerlo: dejando todo y no guardandose nada. Peleó, apretó a los rivales en la salida, se juntó con Diego e intentó generar fútbol. Los rivales apelaron al juego brusco para frenarlo.

Eber. 6. Entró en lugar de Mauro en el momento más caliente del partido, cuando la diferencia de un gol no aseguraba nada. Le costó hacer pie en los primeros minutos, pero despues se afianzó, se acomodó junto con el Cobany por esa banda, y resultó importante para tener la pelota con su habilidad y velocidad.

Berty. 6. La vuelta del jugador más carismático de Toco, aquel que supo vender millones de remeras y fue el verdadero ídolo de los niños y las señoras casadas. Entró para ayudar a Guille en el medio, batalló mucho y estuvo preciso en los pases.

18 de abril de 2010

De urgencia, al hospital.

Se trataba de un choque con dos equipos llenos de urgencia. Por un lado, Toco (nuestro Toco) venía golpeado de una derrota inapelable, por cinco goles y del otro Manaos, intentaba volver a ser el equipo que peleó hasta el final el torneo pasado, pero que en este campeonato no había tenido el comienzo más auspicioso. Era la última oportunidad para ambos, el último tren a Londres, otro tren que dejó a Toco atónito, mirándolo pasar y sin poder subirse.

El partido comenzó de la mejor manera para los dirigidos por Tío Matute, casi sin proponérselo salió con una victoria desde el vestuario: una excelente combinación entre Diego y Pachu (cada vez mejor carrilero, cada vez más jugador) permitió que el pequeño genio rojinegro, salga de la lámpara y con un remate preciso entre el arquero y el primer palo, marque el primer gol del campeonato. Acto seguido al gol, Toco dominó gracias a la presencia de Guille y Mauro en el medio y la peligrosidad de los delanteros.

Sin embargo, Toco no pudo mantener el ritmo y creo que acá se comenzó a perder el partido. Voy a patear el tablero para decir dos cosas que parecen incongruentes: por un lado, Toco no tiene jugadores para jugar el 4-4-2 que quizo impulsar su entrenador. Es hora de darse cuenta, jugando así la distancia entre los defensores y los delanteros es abismal, ninguno de los volantes centrales que tiene el equipo (Guille, Junior ni Mauro) tiene la capacidad para apretar en campo contrario, y mucho menos para llegar al área contraria acompañando a los delanteros, así el equipo queda partido: 8 jugadores por un lado marcando, corriendo y 2 delanteros que quedan aislados, como si no perteneciecien al mismo equipo. Así el equipo depende de un sólo argumento para generar peligro: un pelotazo a la espaldas de los defensores contrarios, esperando que Diego, Pachu, Loro o Kiko activen en turbo. Demasiado previsible, demasiado cansador para los delanteros.

De esta manera, Toco no pudo tener la pelota, no pudo hacer circular el juego y ya no generó más peligro. Y así como para atacar hay que defender bien (sino basta recordar el 1-5 del otró día), cuando se defiende un resultado, también hay que saber atacar, porque sino el equipo rival se da cuenta que el ataque es inofensivo, y no tiene problemas en poner mucha gente en ataque. Esto pasó ayer, Manaos se dio cuenta que Toco seguía con su esquema 8-2, empezó a soltar gente en ataque y demostró porque el campeonato pasado lo tuvo entre sus animadores. Tuvieron 3 o 4 chances de gol, entrando generalmente por pelotazos cruzados a espaldas de los laterales, algo que le cuesta mucho a Toco y hasta parece no tener solución.

De arremetida, casi Toco se encuentra con un 2-0 que hubiese sido excesivo. Buen corner de Pachu, Guille la peinó en el primer palo y Kiko metió el frentazo, que hubiese sido goleador si el arquero rival no hubiese hecho la atajada del campeonato. Acto seguido, como si fuese el colmo de la mala suerte, el 8 rival aprovecha un error en esos pases que son tan simples y tanto nos cuestan, para meter un bombazo tremendo de 25 metros. Toco sintió el impacto, de un potencial 2-0, el partido ahora estaba 1-1. Fue un golpe muy duro para todo el equipo, que siguió desarticulado en todas sus líneas. Así, Manaos aprovechó el desconcierto y marcó el 2-1 dando tributo al lema "dos cabezazos en el área es gol".

Con este panorama, lo mejor que le podía pasar a Toco era que el entretiempo sea eterno. Matute movió algunas fichas y acertó con el ingreso de Emi, el crédito gesselino aportó su habitual entusiasmo para recuperar pelotas en el medio, y antes de entrar en el barullo habitual hasta fue criterioso para distribuir el juego. De su pies nació una jugada al principio del segundo tiempo, que continuó Diego con la calidad de los elegidos, dejando a Loro cara a cara con el arquero para marcar el empate: el espigado delantero fue al gol, sólo, pero el arquero acertó nuevamente y evitó lo que hubiese sido el 2-2, y el comienzo de otro partido.

A medida que fueron pasando los minutos el ímpetu de Toco se fue diluyendo. Manaos retrazó bien sus líneas y nuevamente entre el mediocampo y el ataque había un estancia que seduce hasta al terrateniente más poderoso de la pampa húmeda. Así era muy díficil causar peligro y se dependía únicamente de alguna genialidad de nuestro pequeño genio. Tuvo una gran apilada y un remate colocado que salió besando el palo. Después, los argumentos rojinegros se basaron en centros o pelotas paradas, que no pudieron ser capitalizados por los atacantes y que sacaron chichones en la cabeza de los defensores rivales, que no se cansaron de ganar y desbaratar los tibios intentos. Así, cuando el partido se iba, el nro 20 rival (veloz delantero) aprovechó un error de Tute que no pudo despejar una pelota que parecía fácil, para marcar el 3-1 final, gambeteando al Gordo y definiendo con tranquilidad.

Dos derrotas, 8 goles en contra y tan sólo 2 a favor. Un partido que nos encontró con un 0-3 en un primer tiempo y otro en dónde no pudimos mantener una victoria. Ni siquiera el triunfo contra el SENAF fue un aliciente: no nos olvidemos que se trataba de un équipo débil, con un arquero obeso que no podía ni con su físico ni con su vida, al cual le ganamos pidiendo la hora. Creo que es hora de empezar a marcar cuestiones a corregir y ser autocríticos. La defensa no da garantías: los pelotazos cruzados a espaldas de los defensores son un talón de aquiles, los laterales no cierran de la mejor manera y Leo tiene que ir como un bombero a los costados para apagar los incendios. Puede hacerlo una vez, dos veces, pero a la tarcera ya va a estar cansado y no va a poder responder de la mejor manera. En el mediocampo hay movilidad y algo de buen juego, de hecho creo que lo mejor de este Toco 2010 es que la pelota sale bien jugada desde atrás, pero lo cierto es que sólo queda en buenas intenciones. Los delanteros juegan aislados, cuesta mucho dar un pase claro y preciso a un compañero, aún si este está a 5 metros de distancia, y la única solución (o salvación) es un pelotazo de 35 metros a los delanteros. ¿Será la solución terminar con los inventos y jugar con un jugador que actúe como nexo entre el mediocampo y la delantera?, ¿existe un jugador en Toco que pueda cumplir este rol que es vital en el fútbol?. Serán cuestiones que se resolverán en la polémica de la semana, lo cierto es que así, no se puede seguir.

Puntajes.

Gordo. 5. Nada que hacer en el primer gol, un bombazo de 30 metros que lo dejó sin chances. Sin embargo, en el segundo podría haber dado otra respuesta: en lugar de pedir offiside la jugada pedía puñetazo, no se puede dudar en el área chica propia. En el segundo tiempo tuvo algunas atajadas importantes, mostrando su verguenza deportiva y las ganas de dar vuelta la situación.

Tute. 4. Pasó a jugar de lateral derecho para que aproveche su perfil y trate de ser salida. A pesar de esto estuvo bastante impreciso y erratico en los pases. De un error suyo vino el tercer gol rival.

Leo. 5. En el primer tiempo tuvo algunos cruces de su jerarquía, pero tuvo que salir tantas veces con la manguera a apagar los incendios que en un momento se quedó sin agua. Hay que darse cuenta que si bien tenemos al mejor central de la categoría no lo podemos hacer trabajar horas extras en todos los partidos. Ajustando las marcas, sus intervenciones serán más puntuales y seguramente efectivas.

Gonza. 5. Alternó buenas y malas marcando al Tanque, el 9 rival. En algunas ganó, en algunas perdió y hasta se dió el lujo de empujar al equipo hacia la ofensiva.

Luis. 5. En el primer tiempo estuvo atinado en el juego aéreo, rechazando muchas pelotas de cabeza, pero los pelotazos a sus espaldas fue un problema que el equipo no pudo solucionar en 80 minutos de partidos.

Loro. 4. Muy lejos de su nível. Jugando de volante no estuvo preciso con los pases, de esos pases cortos que tendrian que ser un trámite para un jugador de su calidad. De hecho por uno de esas malas entregas vino el empate rival. En el segundo tiempo tuvo su chance, pero no la pudo aprovechar.

Guille. 5. Es evidente que jugando como doble cinco se pierde. No sabe dónde ubicarse y corre hacia todos lados como si se tratase de un autito chocador. No sabe si salir, si quedarse entre los centrales, si ir a los castados. En fin, no tiene un orden ni un patrón. Compensa con su capacidad para manejar la pelota, intentar cambios de frente o meter pases entre líneas.

Mauro. 5. Su rendimiento fue de mayor a menor. Empezó bien, haciendo pie en la mitad de la cancha y entregando la pelota con criterio, presionando y abasteciendo a los delanteros. Después fue perdiendo la marca, su lugar y se terminó desdibujando. Fue reemplazado en el entretiempo.

Pachu. 6. El único del mediocampo que intentó asociarse con los delanteros. Pícaro para picar al área cuando el desborde venía por la derecha, inteligente para asistir a Diego en el gol y aportando, además de todo, un notable sacrificio por la banda. Hoy por hoy, el mejor jugador de Toco en el año.

Diego. 6. Personalmente, quiero agradecerle el esfuerzo que está poniendo para tratar de ayudar al equipo en este mal momento. A pesar de no estar en su mejor momento físico, el hombre le pone el hombro a la causa, colaborando con algunos destellos de su inagotable e indiscutible talento. Dos partidos, dos goles, el ancho de espadas debe estar acompañado para ganar la mano.

Kiko. 5. A pesar de sus ganas, de ir a todas, de jugar inteligentemente y de exigir a los defensas contrarios, el mejor jugador de Toco en el 2009, está pasando por un notorio bajón futbolístico. El arco lo tiene chiquito, y hasta cuando parece que se saca la mufa goleadora, el arquero rival se lo evita con una atajada no sólo de otro partido, sino tambíen de otro campeonato. Despues intenta pivotear de espaldas, a veces lo hace bien y otras veces mal. Sufre mucho el asilamiento del ataque que remarcamos en el comentario.

Emi. 5. Entró bien, con astucia para ubicarse en los espacios e intentando ser el conductor del equipo. A veces estuvo bien y otras veces no. A medida que fue pasando los minutos su nível fue decayendo. Tendría que asociarse más con Diego, sienten y juegan el mismo fútbol, pero todavía no les vi haciendose dos pases seguidos.

Abuelo. 5. Entró para hacer la banda y se destacó por su empeño y sacrificio. No dio nunca por perdida una pelota y recuperó algunas bastante importante. Cuando pasó a jugar de lateral, impactó por su look similar al Tano Vella.

Batata. 5. Poca participación, ingresó como Wing derecho y solamente se destacó por un desborde con caño incluído que nadie pudo capitalizar dentro del área.

11 de abril de 2010

Toco 1 - Independiente 5

En las últimas horas, intentando buscar una explicación de esta derrota, pasé por varios estados de ánimo. Primero, pensé que el equipo había jugado bien o al menos lo había intentado, pero luego, al ver lo abultado del resultado final, recapacité que había demostración empírica suficiente para pensar que un 1-5 en contra, fue un resultado que se dio por algunas virtudes del rival, o mejor dicho, por las virtudes del rival de aprovechar nuestros errores. Jugar bien al fútbol es todo: pasarse bien la pelota, cabecear, marcar, defender, atacar, meter goles y evitar que el rival lo marque, al fin y al cabo, esa es la escencia y el resultado, generalmente, premia a los que juegan bien y castiga a los que juegan mal.

Fue un partido raro. Toco tuvo la iniciativa en todo el encuentro, desde el minuto cero hasta el final. Pero tener la iniciativa en el fútbol no asegura obtener un triunfo, sólo que hay mucha gente (entre los que me incluyo) que opina que disponer de la pelota y el territorio, te puede dar muchas más chances de ganar. Pero siempre y cuando se haga bien, se ataque con equilibrio con determinación, procupando mucho más de lo que se sufre cuando se va al ataque. Creo que en eso falló Toco: se tuvo la pelota, se la jugó con bastante criterio, se tuvieron algunas chances, se llegó al fondo con peligro pero todo esto a un costo muy alto: la proyección de los laterales con vocación de ataque dejó muy desguarnecida a la última línea, e Independiente gracias a la potencia de su goleador (y el máximo goleador del torneo), se llevó una victoria con una diferencia de 3 goles al final del primer tiempo. ¿con algo de suerte?, puede ser, ¿merecida?, no se sabe, lo cierto es que fuimos a buscar la pelota tres veces adentro de nuestro arco y ellos ninguna.

Pareció como preparado: ellos esperando, dándonos el dulce de la pelota, el territorio los espacios, utilizando nuestro desorden para atacar como una herramienta clave para explotar el pelotazo largo al 9 y aprovechar errores y desatenciones que regresaron luego de mucho tiempo. De un lateral, que parecía insignificante, vino el primer gol, y de sendos pelotazos llegó el segundo y el tercero. Era mucha la diferencia, pero sin embargo, Matute se la jugó con el ingreso de Diego y de Mauro, dejando 3 en el fondo, para inquietar un poquito más en ataque. Se logró, se fue a buscar el descuento y llegó gracias a un penal bien ejecutado por Diego. Pero, si había alguna esperanza de remontada, se terminó cuando el 9 se metió en el area con asombrosa facilidad y con un frentazo inapelable decretó el 1-4. De ahí en más fue todo confusión: la expulsión de Guille, el quinto gol de ellos, un remate de Loro que el arquero rechazó de forma magistral y una bicicleta con desborde de Diego demostrando lo que el equipo extraña su magia y su mejor estado de forma.

Fue un resultado abultado, quizás excesivo, pero que tiene que servir, como todo en esta vida, para mejorar. Para corregir errores, para saber que si el partido se dispone para atacar hay que hacerlo con orden: los laterles subiendo alternadamente y no alocadamente, relevar sus posiciones en caso que sea necesario, y, en el caso de enfrentar un delantero potente como el de ayer, maximizar los cuidados defensivos para no sufrir tanto en el arco propio. Después creo que con el correr de los partidos el equipo se va a ir afianzando, considero fundamental poder recuperar a Diego en su máxima expresión para que nos de ese toque diferente y transforme en a Toco de un equipo de buenas, sanas e ingenuas intenciones, en un equipo vistoso, temible y eficaz.

Puntajes.

Gordo. 4. No tuvo responsabilidad en ninguno de los 5 goles. No tuvo ninguna intervención magistral (salvo cuando eludió a un delantero con una gambeta para el recuerdo). Pero le llegaron 6 veces y 5 veces tuvo que ir a buscar la pelota dentro de su arco.

Luis. 4. Al igual que toda la defensa dio muchas ventajas en la marca que fueron aprovechadas por los delanteros contrarios. Pasó al ataque con criterio, tuvo hasta un remate lejano interesante, pero dejó huecos en sus escaladas que no fueron bien cubiertos por sus compañeros.

Leo. 4. Luego del partido, en la ronda cuando cada uno comenta algo del partido, se disculpó por "no haber estado a la altura de las circunstancias". Fue un partido flojo, es cierto, justo ante un delantero de esos que no saben perdonar ni errores, ni desconcetraciones ni "malos días".

Gonza. 5. Quizás el punto más alto de una defensa que quedó muy expuesta por el juego ofensivo del equipo. Sacó muchas pelotas de cabeza, intentó sacar de la cancha al 9 rival con un teledirigido de esos que quedan en la historia, y jugó con criterio las pelotas que le llegaron a los pies.

Tute. 4. Le cabe el mismo comentario que a Luis. Bien para ir al ataque, preciso, audaz y con mucho criterio. Pero sus constantes subidas dejaron desbalanceado al equipo: el gran problema de Toco fue que entre los centrales y los laterales se formaron verdaderas estancias de terreno, que fueron aprovechado por un rival que tenía delanteros rápidos, potetentes, inteligentes y eficaces. Es como meter a un mono en celo dentro de una cristalería y esperar que no rompa ningún vidrio.

Junior. 6. De los puntos más altos del equipo. En el primer tiempo mostró un despligue admirable para defender, para atacar, para recuperar pelotas y para darle siempre un buen destino. Llegó al fondo, colaboró con el ataque y con la defensa. Estuvo muy centrado, demostrando que partido tras partido se lo ve como un capitán más comprometido con su rol dentro de la cancha. Lejos de las protestas y los reproches, y bien cerca del aliento y la tranquilidad.

Guille. 5. Venía haciendo un muy buen partido, sobre todo a la hora de recibir la pelota y darle un destino preciso a las entregas: algunos pelotazos cruzados interesantes, cambios de frentes, toques cortos para adelante y para los costados. Se ganó la amarilla por una protesta luego del 3er gol y se tuvo que ir antes de tiempo por una infracción que, si bien no fue para amarilla, lo dejó fuera de la cancha.

Pachu. 6. Otro de los mejores jugadores del equipo, marcando, jugando y llegando al fondo con fuerza y criterio. Como carrilero izquierdo no hay otro como él: sabe dónde ubicarse para defender, sabe como atacar por sorpresa y lastimar defensas. Además, su despliegue es envidiable.

Loro. 5. Algunos destellos de su categoría, para arrancar de la izquierda hacia el medio, buscando siempre al compañero mejor ubicado. No tuvo conexión con sus compañeros de ataque y no pudo ser gravitante como nos tiene acostumbrado a hacer. Sin embargo, en el primer tiempo un cabezazo suyo pegó en el palo, lo que pudo haber cambiado el destino del partido en el caso de convertirse en el descuento.

Kiko. 4. Muy lejos de su verdadero y habitual nível. Se movió con la inteligencia habitual, puso el cuerpo bien en algunas jugadas, pero no se lo vio con la precisión de otros encuentros. Buscó, pensó bien las jugadas, pero las terminó generalmente mal.

Abuelo. 4. Empezó jugando como referente de área, bien pegado al último hombre rival. Se movió con inteligencia y proocupó con su velocidad y algún que otro cabezazo. Después del segundo gol, dejó el rol que se le había asignado, moviéndose unos metros hacia la derecha, tuvo algunos desbordes picantes, pero sus centros no gravitaron.

Mauro. 5. Entró para colaborar en la marca en el mediocampo y se lo vió atento, despierto, con algunas buenas intervenciones y seguro para darle la pelota al compañero mejor ubicado. Quizás puede aportar parte de su rudeza física para "endurecer" un poquito más la última línea del equipo.

Diego. 5. Si bien está volviendo de una lesión y a leguas del nível que lo llevó a ser el mejor jugador de la historia de la humanidad, de a poco se nota que se le va quitando el miedo y juega con más soltura. Lo demostró el sábado con algunas gambetas y un desborde propio de su repertorio (con bicicleta incluída). Como siempre se dice desde estas líneas, de su buena forma depende gran parte de las chances del equipo: su nombre es sinónimo de gol y es algo que está faltando.

Eber. 5. Lamentablemente, entró con el partido ya definido. La defensa rival se mostraba un tanto lenta y quizás su velocidad podía haber complicado más. Pero, como todos sabemos, solamente pueden entrar 11 a la cancha y esta vez le tocó empezar desde afuera.