27 de julio de 2009

Toco 1 – Danielito FC 0

Es un sentimiento, no puedo parar.


Desde la finalización del partido, hasta que me he sentado con el objetivo de intentar comentar el mismo ha pasado poco tiempo. Muy poco tiempo para tantas cosas: el gol agónico, el viento en contra, el viento a favor, el fervor de la afición, la pasión de todos por la camiseta, son muchas cosas las que hay que ordenar y transcribir en forma de relato.

Lo más importante es que se volvió a ganar. Después de tanta malaria, tanto sufrimiento, tanto resultado adverso, lo que vale ahora es disfrutar y festejar del triunfo, que fue importante más allá de los merecimientos, de las condiciones meteorológicas en las que se dio el partido y de todo lo que ha rodeado el mismo. Se obtuvo una victoria difícil, trabajada, que se consiguió en el último aliento, como premio a tanto entusiasmo, tanta garra y tanta mística.

El primer tiempo se dio en un contexto caracterizado por la rareza. Un rival que comenzó el partido con 7 jugadores (y que completó 11 antes de los 5 minutos) y un viento (en contra de Toco) que fue determinante en el desarrollo del partido. Se hace difícil intentar un comentario objetivo de esta primera etapa, en donde Toco jugó de igual a igual, con defectos y virtudes, pero con la tenacidad de siempre. Fue importante el orden, la disciplina, a partir de la seguridad del Gordo, la firmeza de Guille en la última línea y la entrega de Mauro. Lo de Toco en esta primera etapa, estuvo a la altura de las circunstancias, sin dudas, pero realmente se hacía imposible jugar en tales condiciones. Casi no se presentaron ocasiones, en un partido que deambuló en la mitad de la cancha, sin un equipo protagonista y en donde los arqueros fueron espectadores privilegiados del encuentro.

El segundo tiempo si puede encasillarse dentro de la normalidad y pueden desarrollarse alguna idea más clara de lo que sucedió. En los primeros minutos, Toco salió decidido a jugar en campo contrario, presionando, haciéndose fuerte en la mitad de la cancha a la hora de la marca y la presión, pero con pocas ideas a la hora de atacar. Se contó con el protagonismo territorial, pero se hizo difícil traducir esta dominación en jugadas de peligro, por lo que el partido entró en una meseta futbolística, en donde había más lucha y fricción que juego.

En la segunda mitad de esta segunda etapa, el equipo sintió el desgaste y Danielito comenzó casi sin proponérselo a tener más control de pelota y hacerse fuerte en la zona media, allí donde se ganan los partidos. Junior apostó con la entrada de los galácticos (Diego y Batata), pero el equipo no podía quebrar a un equipo que esperaba bien ordenado en la última línea, e intentaba lastimar con el contragolpe.

Y, generalmente, cuando un partido es tan parejo y equilibrado durante gran parte del desarrollo del mismo, los minutos finales suelen ser determinantes. Las piernas no responden, la falta de oxígeno impide que la sangre llegue al cerebro y los errores suelen pagarse muy caro. Y así, como en gran parte del campeonato, Toco perdió varios puntos en los instantes finales, esta vez le tocó ganar: corner corto de Toti a Diego, y el prodigio encaró hacia el área con tanto optimismo para el gol que, a pesar de que el remate parecía no llevar peligrosidad, el arquero cometió un error conceptual básico de no poner el cuerpo detrás de las manos y la pelota se le desvaneció dando lugar al 1-0 y al delirio de toda la gente de Toco que festejó el gol con alma y vida, como un desahogo de la magra campaña.

Pero, con Toco nunca se sabe, faltaba sólo un minuto (lo mismo que duró el festejo del gol) cuando los corazones rojinegros dejaron de latir: apilada del número 10, pase entre-líneas para el delantero que quedó en posición franca de gol contra el Gordo, quien volvió a ser decisivo, saliendo muy rápido a achicar y evitando lo que hubiese sido el empate. Así terminó el partido Toco: con el corazón en la mano, ofreciendo hasta la última gota de sudor para lograr esta trabajada y muy celebrada victoria. Dos triunfos consecutivos siempre son importantes, sobre todo, si sirven para que el equipo recupere confianza y creencia en su capacidad. Se está cumpliendo con el objetivo de terminar este torneo de la mejor forma, demostrándonos a nosotros mismos que con seriedad, concentración e intentando jugar bien, el equipo tiene mucho para dar.

No quería terminar el comentario sin hacer referencia a la hinchada de Toco. Esta apasionada parcialidad, la cual a pesar de la mala campaña, ha acompañado a lo largo del torneo al equipo. Después de mucho sufrimiento, el sábado por fin, tocó festejar: el gol fue celebrado hasta la afonía y después acompañó los minutos finales alentando sin parar por el equipo, mostrando toda su artillería de petardos y bombas de humo. Sin dudas, Toco no sería lo que es sin la presencia de estos desquiciados aficionados que semana tras semana visten de color a las feas canchas de CITEFA. Muchachos: el triunfo es de ustedes.

Puntajes.

Gordo 7. Nuevamente sus apariciones volvieron a ser decisivas y determinantes para el resultado final. En el primer tiempo tuvo dos o tres intervenciones complicadas (debido al viento) a las cuales respondió con seguridad y criterio. En el segundo tiempo tuvo una intervención que resultó clave en el último minuto, achicando con velocidad y evitando el empate. Nuevamente volvió a mantener el arco en cero, aportando solidez al equipo.

Jimmy 6. Volvió al equipo titular luego de una lesión para desempeñarse como lateral derecho. Estuvo bien en la marca, criterioso en la salida, aunque por la posición en donde jugó estuvo contenido para aportar su llegada al arco rival. Fue reemplazado en el segundo tiempo, recibiendo una cálida ovación de la parcialidad que lo tiene entre sus preferidos.

Guille 7. Actuación inapelable. Salvo por uno o dos errores, su actuación fue muy sobria. Siempre bien parado, siempre atento para llegar a los cruces, bien en el mano a mano e inexpugnable en el juego aéreo. Al final tomó el rol de mariscal y empujó desde la última línea al equipo.

Gonza 6. Su primera intervención marcó la brutalidad que mostró a lo largo del partido: el equipo estaba mal parado, el 9 rival intentó gambetearlo y se llevó un teledirigido a su rodilla, que todavía debe estar hinchada. A partir de ahí instauró terror en los rivales, anticipando y ganando cada vez que se lo propuso. En el juego aéreo ganó siempre, instaurando nueva jugada conocida como "la del colibrí": intentando tener más poderío en el juego aéreo, el central mueve velozmente sus brazos de arriba hacia abajo, para lograr mayor sustentación en el aire, tal como el pintoresco pajarraco caribeño.

Luis 6. Su semana no fue la mejor: acusado por sus archienemigos de ser fanático de Michael Jackson y de haber sido visto en la cuadra de su casa bailando "la caminata lunar" mientras comía una porción de pizza Ugis. Luis se llamó a silencio y prometió responder dentro de la cancha. Alternó buenas y malas, pero mostrando su temple en algunos momentos del partido. Jugar por la punta izquierda lo complica bastante y no puede desarrollar su máximo potencial.

Eber 7. El crédito de San Antonio de Areco, motivado por el apoyo familiar desde la tribuna, redondeó la mejor actuación que se la ha visto con esta camiseta. Atacó y colaboró en defensa por su sector, además de intentar siempre darle un destino claro al balón. Su compromiso y amor por el equipo aumenta partido tras partido, lo cual se ve traducida en la confianza que compañeros, afición y cuerpo técnico depositan en él. Párrafo especial para su hermano, quién mostró un gran fanatismo por el Toco y sus colores.

Toti 6. Sus condiciones son innegables: cuando la pelota pasa por sus pies se siente cómoda. Lamentablemente, su pésimo estado físico repercute en su juego e impide que sea constante a lo largo de los 80 minutos. Pero a pesar de ofrecer su juego en cuenta gotas, lo que aporte es muy importante para el equipo por su versatilidad: el tipo raspa y juega. Pícaro para jugar el corner corto previo al gol con Diego.

Mauro 7. Lo suyo ya viene siendo bueno desde un tiempo, por lo cual su buena actuación ya no sorprende. Encontró su lugar en la cancha y en el mundo: se encarga del trabajo sucio, de la marca, de los rebotes, de hacer los relevos y de respaldar al Toti desde la garra y el temperamento. Después, cuando tiene la pelota, intenta darle el mejor destino al balón.

Pachu 6. Impredecible, amado y odiado por partes iguales, el Pibe Díaz volvió a ponerse la camiseta rojinegra, la cual tan linda le queda. Como volante mostró el despliegue y la solidaridad de siempre: para atacar, para recuperar la pelota, para estar siempre encima de la jugada. Tuvo que dejar el campo por una lesión preocupante, esperemos que no sea de gravedad y pueda jugar el próximo partido.

Emi. 6. En el primer tiempo, las condiciones meteorológicas le jugaron una mala pasada: el furioso viento en contra, impidió que pueda explotar su velocidad y potencia para desnivelar a la defensa rival. En este contexto, jugó mucho de espaldas al arco rival, cuando lo suyo es jugar a encarar a la última línea. En el segundo tiempo arrancó mejor, desbordando algunas veces por la derecha, saliendo reemplazado justo cuando estaba desnivelando por ese sector.

Kiko. 6. Nuevamente fue importante para el equipo volviendo a mostrar los atributos que mostró durante todo el torneo: inteligencia, solidaridad y un gran desgaste físico para mostrarse siempre como alternativa. En el primer tiempo, el viento le jugó en contra, pero en el segundo (sobre todo luego del ingreso de Diego) mostró su habitual peligrosidad. Sin embargo, no pudo definir las 2 o 3 situaciones con la que contó quedando en deuda en el aporte goleador.

Diego 8. Su nombre siempre está vinculado a los grandes hitos de esta camiseta. Cientos de goles, muchos de ellos claves e importantes, su esperado retorno iba a estar ligado a la vuelta de aquellas tardes felices, de triunfos y de delirio. Solamente un jugador de su calibre podía cambiar un 0-0 que parecía inamovible, por eso Junior lo mandó a la cancha y el prodigio respondió siendo, como siempre, determinante. Tres jugadas: un cabezazo en su primer intervención, otro tiro rechazado por el arquero y que Kiko no pudo marcar en el rebote, y la jugada del gol, donde fue más rápido que todos para hacer un corner corto y le pegó con tanta fe que, a pesar de no haber sido de sus mejores tiros, el arquero no pudo retener. Volvió el prodigio, volvieron los goles...volvió la alegría, vieja.

Bata 6. Otro de los galácticos que formó parte del "Banco de suplentes más caro de la historia" y que entró en los minutos finales para mostrar su tradicional fuerza, potencia e inteligencia que puede desnivelar a cualquier defensa. Es importante tener jugadores de este calibre dentro del equipo, ya sea fuera de la cancha o dentro de la misma, jugando 80, 40 o 20 minutos, son jugadores desequilibrantes que aportan desde lo futbolístico y desde lo espiritual gracias a tanta experiencia y tantas batallas. Su determinación de ayudar a Toco en este delicado momento será algo dificil de olvidar.

Bruno. 6. Volvió al primer equipo, luego de que en circunstancias poco claras, haya pegado un faltazo en el partido anterior. Sus condiciones son indudables: tiene el criterio, la inteligencia y la capacidad técnica para jugar en cualquier cancha, en cualquier superficie y a cualquier hora. Solamente necesita conseguir continuidad en la cancha grande, para adaptarse, amoldarse, tomarle la mano a los tiempos de los partidos y será, seguramente, un jugador importante para el equipo.

Sergio 6. Su amor por la camiseta es, como ya sabemos, incondicional. A lo largo de la historia ha demostrado la importancia que tiene Toco en su vida, ayudando a la causa ya sea dentro y fuera de la cancha. Nuevamente volvió a mostrar las actitudes por las cuales todo el mundo lo cataloga como un tipo querido y un compañero ejemplar: ante la lesión de Pachu, Toco se quedaba con 10 pero Fari dijo presente y entró a ocupar el puesto de volante recostado sobre la izquierda. Mostró cosas del mejor Zidane, demostrando a todos, que el también es un galáctico.

21 de julio de 2009

Toco 2 - Carceleros 0

Desahogo

No fue una semana fácil. La aparición de Toco en los puestos de descenso directo afectó fuertemente en el seno del plantel rojinegro. Fueron horas difíciles, como las que debe vivir un condenado a muerte días previos a su ejecución. Se decidió juntar las cartas, barajar y dar de nuevo, desde cero, para poder sacar a nuestra querida institución del fondo del mar. Comisión Directiva, Cuerpo técnico y jugadores tomaron riendas en el asunto para poder revertir esta particular situación, la cual no nos tiene acostumbrados.

El partido se comenzó a ganar entre semana. La comisión decidió utilizar los recursos genuinos de la institución y gracias a una gran ingeniería y gestión, decidió reforzar al equipo con la inclusión de las históricas figuras del equipo, que aprovechando los parates de su respectivas obligaciones futbolísticas, mostraron su hombría de bien, para poner el hombro en una parada difícil.

Cuando se cuenta con jugadores desequilibrantes, los equipos suelen sentirse más seguros, sabiendo que las individualidades pueden otorgar soluciones determinantes dentro del juego. Así lo entendieron los jugadores y cuerpo técnico, planteando un partido muy inteligente desde el minuto 0 hasta el 80. Y cuando se juega al fútbol con determinación, concentración e inteligencia, más el aporte de los virtuosos del balompié, se hace muy difícil no obtener un resultado positivo.

Así jugó Toco. En una cancha difícil, que podría tranquilamente ser definido como un barrial, el conjunto rojinegro ganó desde la inteligencia. Desde la solidez defensiva, Toco fue un bloque, un conjunto, en fin, un equipo. Salió decidido a ganar el partido y en los primeros 25 minutos del partido mostró credenciales para merecer la victoria. Dos líneas de 4 bien juntas, volantes bien parados, cumpliendo bien la transición defensa-ataque, el talento inagotable de Diego y la solidaridad de Kiko en el ataque. Es mucho para el nivel que se ve actualmente en las canchas de CITEFA, por lo cual, el triunfo (festejado y valorado) no sorprende.
La principal virtud del equipo fue la contundencia. Para defender y sobre todo para atacar y golpear en los momentos oportunos. El primer gol fue un claro de ejemplo de un equipo que espera agazapado, y que lastima cuando ataca. Recuperación en tres cuartos de campo rival, toques rápidos, un volante que se desprende, que sorprende y que marca un gol que fue vital para el desarrollo del partido.

A partir de ahí Toco cedió la iniciativa, terreno y pelota. En las condiciones que estaba el campo de juego, lamentablemente, la posesión era más un problema que una solución. Por eso el equipo fue inteligente, replegó sus líneas y gracias a la seguridad de su última línea y, sobre todo, de su golero estrella, sacó a flote un partido duro, parejo, estresante.

Es cierto que los rivales contaron con algunas situaciones que pusieron en jaque la victoria, pero cuando la defensa no dio abasto, apareció la figura del Gordo con dos o tres intervenciones tan claves como importantes. Los grandes equipos se forman así: de atrás hacia delante. Y cuando la retaguardia ofrece garantías, los creadores se sienten más seguros y más cómodos para desarrollar su juego.
Así de simple es el fútbol, aunque varios quieran inventar lo que ya está inventado. Seguridad, orden, inteligencia y contundencia. Gracias a estos 4 pilares, Toco obtuvo un merecido premio llevándose esta importante victoria, que ofreció algunos puntos a valorar: mantener la valla en cero, extender la paternidad sobre Carceleros, festejar la vuelta del niño prodigio y descomprimir un poco la situación que comenzaba a ser angustiosa.

Nos quedan por delante verdaderas finales donde hay que seguir con esta conducta dentro de la cancha. El equipo ha mejorado, va en plena levantada, ofreciendo augurios positivos para encarar la segunda mitad de año con otras expectativas y, seguramente otros objetivos. Es la hora de no aflojar y de seguir mejorando, hay material futbolístico y humano para lograrlo.


Puntajes,

Gordo. 9. El pilar de la victoria. De genes londinenses, pero más argentino que el choripan y el vino en tetra-brick, el mítico golero volvió a tener una actuación destacada, que lo erigió en la figura del partido. Intervenciones para todos los gustos: mano cambiada, reflejos de felino, seguridad en el juego aéreo, todo sumado a su impactante personalidad.

Miranda. 8. Su cambio de actitud se vio reflejada dentro del terreno. La decisión de cambiar su apellido por uno más marketinero, lo llevó a jugar un partido con el manual de procedimientos del marcador de punta en su mano. Siguiendo los pasos de este manual imaginario, lo hizo todo bien: bien para anticipar, inexpugnable en el juego aéreo y con mucho criterio para pasar al ataque, sin desordenarse.

Guille. 7. Ofreció seguridad y garantías como último hombre de la defensa. Se cansó de contrarrestar los envíos aéreos del rival, aprovechando sus marcadas entradas capilares para darle más fuerza a la pelota en los despejes. Aportó, además, peligrosidad en el área rival, pero su gol fue anulado, luego de un cabezazo inapelable.

Gonza. 7. Se sintió cómodo jugando en la zaga con su compañero de Comisión. Es claro, ya están tan acostumbrados a perseguir aterrorizando a los detractores y opositores, que para ellos es algo que manejan con una naturalidad asombrosa. Muy firme en el anticipo, esta vez recurrió al juego brusco, sólo cuando fue necesario, cerrando una actuación muy buena.

Tute. 7. Está volviendo a tener la regularidad que ofrecía tiempo atrás, en donde se mostraba como un lateral que aportaba soluciones defensivas y un plus a la hora de atacar. Se acopló a la recuperación defensiva del equipo, mostrando la seguridad de antaño. Su nivel va en plena levantada.

Batata. 7. La vuelta de uno de los ídolos de la parcialidad. Sus condiciones naturales, su capacidad futbolística, su entrega y su personalidad, lo sitúan como uno de los jugadores más completos que han vestido esta camiseta. Muy valorable su decisión de aportar su granito de arena en este mal momento, acordándose de esta parcialidad que lo ha tratado con tanto amor y cariño. Entendió que el partido estaba más para la lucha que para el juego, y fue solidario con el equipo.

Mauro. 7. Sin dudas, su primer tiempo fue la mejor performance de este morrudo centrocampista con esta camiseta. A su habitual sacrificio y lucha, le agregó una cuota de fútbol y decisión para pasar al ataque. Su gol fue de alta factura, vislumbrando la zona liberada otorgada por la defensa rival, y definiendo con un zurdazo cruzado e inapelable. Otro jugador que está en franca levantada.

Toti. 7. Otro jugador de buen pie, fuerte carácter, que entendió que el partido estaba más para la fricción que para la elegancia. Sus rendimientos mejoran notablemente cuando el horario del partido pasan las 15hs, horario en el cual, habitualmente amanece. Su mejor versión se dio sobre el final del partido, cuando, jugando como único volante central, fue importante para la recuperación y la prolija distribución del balón.

Eber. 7. Su aporte defensivo fue valorable y determinante. Corrió mucho, ayudando a contener al 8 rival, y ofreciéndose como salida clara por izquierda. Cuando a su colaboración defensiva le agregue inteligencia para atacar y desnivelar con su velocidad, va a ser un jugador muy importante para el equipo. Confío plenamente en su potencial.

Diego. 7. La vuelta del niño prodigio. Su clase está intacta. Es innegable que de sus pies salieron los momentos más gloriosos de la institución, y alarmado por esta delicada situación del club de sus amores, se ofreció para ayudar a Toco a salir del infierno. Su vuelta sólo puede ser comparada con momentos históricos tal como el nacimiento de Jesucristo en el año 0, el pacto de Varsovia luego de la segunda guerra mundial o la vuelta del general Perón al país en el ’73. Sus participaciones fueron puntuales y desequilibrantes: el tiro libre para el segundo gol y un taco-asistencia a Jimmy que hizo emocionar a los más nostálgicos que vibramos tanto con su fútbol.

Kiko. 7. El otro niño prodigio del equipo. Aquel que fuera cuestionado, bastardeado y que en cada fin de temporada figuraba en la lista de "transferibles" ha pegado el estirón y se ha transformado en un temible delantero. Me quedo con aquella afirmación en la cual se dice que no hay edad límite para el aprendizaje. Él aprendió a jugar en equipo, a moverse con y sin la pelota, agregando una interesante cuota goleadora que lo sitúa como el máximo artillero del equipo en lo que va de la temporada.

Jimmy. 7. La locomotora de la nueva generación, el que estuvo en duda hasta último momento por una rebelde lesión en su gemelo derecho, aportó mucho ingresando en los 25 minutos finales, cuando el equipo se estaba quedando sin resto físico para afrontar lo que quedaba del partido. Aportó lo de siempre: marca, lucha y llegada a posición de gol. Otra vez no pudo convertir, pero seguramente, cuando pueda quebrar el maleficio aportará, además de todo, goles.

16 de julio de 2009

Toco 0 – Los Tordos 2

Sin reproches.

Volvió Toco a la derrota. Después de dos empates consecutivos y una notable mejoría en su juego, el conjunto rojinegro no pudo con el siempre duro y exigente equipo de Los Tordos, y volvió a caer de forma merecida e inobjetable. Sin embargo, y tal como lo dice el título de la crónica, no hay reproches para hacer a los jugadores que vistieron esta gloriosa camiseta el sábado al mediodía.
Como todos sabemos, este maravilloso juego que se llama fútbol ofrece una serie de factores que un equipo tiene que tener para pretender ganar un partido. Toco ofreció la tenacidad y la agresividad de partidos anteriores: el golero y la defensa otorgaron seguridad en todo momento, pero no hubo opciones a la hora de la elaboración de juego. Todo sabemos que Toco tiene hoy por hoy pocos jugadores en esos aspectos, y los pocos con los que cuentan no se hicieron presente el sábado por diversas razones, y eso terminó costando mucho.

Durante el primer tiempo, la disposición del partido fue clara: Los Tordos tuvieron el control de la pelota en la mayoría del primer tiempo, tocando la pelota de manera natural e inteligente. Toco se dedicó a defender, a cerrar los espacios, apuntalado por un arquero y una defensa que volvió a ofrecer garantías. Sin embargo, en ataque Toco tuvo pocas respuestas a pesar de la constante movilidad de Kiko y algún que otro pase largo que pudieron salir de los pies de Guille o Toti. A pesar de que los rivales contaron con dos o tres oportunidades claras de gol, se fueron en ventaja gracias a una desinteligencia defensiva que costó muy caro.

En los primeros minutos del segundo tiempo se vio a un Toco algo más agresivo, presionando en el campo contrario, sobre todo en los primeros 15 minutos de la etapa final. Sin embargo, esta presión no se tradujo en opciones claras de gol, salvo por un buen desborde y un gran centro de Kiko, que encontró a Tute de cara al gol, pero que fue rápidamente invalidado por el juez de línea en una jugada dudosa. Después de esa jugada puntual, el control del partido volvió a estar del lado de los Tordos que aprovechó un contragolpe letal, para decretar el 0-2 definitivo.

Hubo aspectos positivos a rescatar: la entrega durante los ochenta minutos, de un equipo que disputó cada pelota como si fuera la última, con una dosis de brutalidad que es una constante en los últimos partidos del equipo y que sirvió para, al menos, vender cara la derrota. Es importante seguir haciéndonos fuertes en este aspecto del juego: no nos sobra técnica ni creatividad, y hay que compensar estas falencias con garra, concentración y determinación, algo que el equipo ha comenzado a entender.

Nos queda seguir adelante, tratando de dejar la mejor imagen en los partidos que nos quedan, apuntalando el compañerismo que nos ha unido en esta campaña (que lamentablemente no es la mejor) para seguir mejorando y volver a situar a este equipo en las posiciones de vanguardia, que es donde nos merecemos estar. Se viene el partido contra Carceleros, un equipo histórico al cual le hemos sabido ganar muchas veces, y que, jugando con esta energía y vitalidad, podremos doblegar nuevamente.


Puntajes

Gordo. 6. Seguro en sus intervenciones, no tuvo ninguna responsabilidad en ninguno de los dos goles. Aportó mucho desde su pegada y personalidad.

Luis. 5. En el primer tiempo tuvo algunas complicaciones con la marca, pero que corrigió en el segundo tiempo cuando pasó a marcar punta izquierda.

Leo. 6. Seguro por arriba y por abajo. Solidario para llegar a los cruces y para no complicarse en los últimos metros de la cancha.

Angel. 5. Bien en el anticipo, tuvo un duelo particular con el 9 contrario, en el cual ganó más de lo que perdió. Aportó mucha brutalidad con dos teledirigidos a la rodilla que llevan su sello y llenan de terror a los rivales.

Tute. 7. Ofreció muchas garantías en la marca durante la primera etapa, su punta fue clausurada con criterio y no fue desbordado nunca. En el segundo tiempo, le ofreció a su equipo salida clara por la punta izquierda. Una de sus escaladas pudo haber terminado en el gol del empate, pero su gol fue anulado por el juez de línea. Como volante también ofreció mucha dinámica y llegada por sorpresa.

Jimmy. 5. Luchó, intentó desbordar por derecha, pero esta vez le tocó perder más de lo que ganó. Después pasó a jugar como delantero, pero su aporte no fue determinante.

Guille. 5. Se lo vio bien en algunos pasajes del partido, marcando y distribuyendo la pelota con claridad. Tuvo algunos pelotazos largos interesantes, pero falló gravemente en el primer gol del rival, lo que hace bajar su calificación.

Toti. 5. Intentó hacerse eje en el circuito creativo del equipo, pero no tuvo compañía para intentar tocar. En el segundo tiempo estuvo impreciso y su actuación se fue diluyendo con el correr de los minutos.

Mauro. 5. En el primer tiempo luchó mucho contra la pareja de mediocampistas centrales del equipo rival, ganando y perdiendo por partes iguales. Exageró del juego brusco con dos o tres entradas duras. En el segundo tiempo sintió el desgaste y su nivel bajó considerablemente.

Abuelo. 5. Intentó ofrecerle compañía a Kiko en el ataque. Tuvo algunos toques interesantes de primera a espaldas del arco, pero jugó lejos del arco y no fue gravitante.

Kiko. 6. Solidario e incansable para moverse por todo el frente de ataque. Fue importante como referencia de ataque con sus buenas diagonales y su predisposición para ir a todas las pelotas. No tuvo compañía y no pudo desnivelar a una defensa que siempre lo esperó bien ubicado.

Bruno. 5. Entró como lateral derecho, alternó buenas y malas. Bien en el juego aéreo despejando algunas buenas pelotas por alto.

Zucu-Berty. 6. Hoy por hoy el jugador más violento del mundo. Jugó 30 minutos y estuvo al borde de ser expulsado. Si jugaría un partido entero con esta vehemencia y violencia descontrolada, no sólo sería expulsado, sino también tendría problemas con la justicia penal. El planchazo sobre el brazo derecho de un rival quedará en las retinas de los presentes para toda la vida.

Toco 1 – Manaos 1

Volver a ser Toco
Aunque parezca lo contrario, no es fácil empezar a escribir sobre el partido de hoy y la actualidad de Toco. Primero, quiero remarcar que, ante la vista de todos, hubo un cambio. Es paradójico porque no fueron los jugadores (principales protagonistas del juego) los que cambiaron pero, aún así, hay un viento de cambio que se siente. Volvió Toco. El Toco aguerrido, el de las ganas, el de no dar ninguna pelota por pérdida, el de salir a jugar partido a partido dejando todo. No se ganó, es cierto, pero tanto en el partido de hoy como en el anterior se siente un cambio de mentalidad y actitud evidentes. Toco volvió a ser Toco. Fueron sólo dos partidos, también es cierto, pero en estos dos volvimos a mostrar nuestras credenciales más valiosas.
¿Qué fue lo que produjo este cambio?. Sinceramente, no se sabe. Hubo un cambio de actitud, de energía, de ganas. Esto llevó a que las individualidades levanten y comiencen a circular cerca de su verdadero nivel. Evidentemente, este Gordo está más cerca de aquel nivel que lo hizo mundialmente conocido, Leo volvió a ser aquel libero que pocas veces se equivoca, Angel no es el mismo de las primeras fechas, Guille volvió a ser el líder espiritual y combativo de la mitad de la cancha, y con el aporte de Junior desde el banco, el equipo comienza a transmitir dentro de la cancha toda la mística que se impulsa desde afuera.

No quiero parecer demagogo, pero estos son los pilares que sostienen a este equipo. Sin desmerecer al resto, ni mucho menos, pero todo sabemos que solamente a partir de una base sólida, se puede edificar un edificio más o menos lujoso, pero del cual sabemos que ofrece garantías de no poder derribarse. Con estos pilares, el resto comienza a ser importante. Pasa en todos lados: las familias, los grupo de amigos y, porque no, en los equipos de fútbol.

Hoy se dio nuevamente un paso adelante. Quizás es mejor así: Toco experimentó en este campeonato partidos muy buenos con otros muy malos, pero mostrando una irregularidad sorprendente. De a poco vamos encontrando esa regularidad, la de un equipo sólido, compacto y que está encontrando una identidad. ¿Cuál es la identidad que tiene Toco?, la que todos sabemos. Lejos de ser un equipo técnicamente brillante, el equipo ha asumido que si no raspa, no va a ningún lado. Y entendió que raspar no es olvidarse de jugar. Toco jugó bien. Raspando (como lo marca su historia), pero además jugando, siendo protagonista, sin importar limitaciones propias, sin importar la posición del rival. Jugando a ser Toco.

Hoy se vio un equipo rojinegro que superó ampliamente a un rival que ostentaba su ubicación en posiciones de vanguardia. En todo sentido: físico, espiritual y técnico. Faltó solamente aprovechar las situaciones que se nos presentaron y ser un poco más claros en los últimos veinte metros de la cancha. Después no faltó nada. Hubo orden defensivo, orden en el mediocampo para marcar y movilidad para jugar. Hubo desgaste en los dos delanteros que fueron a todas y que le dieron un buen destino a la pelota. Solamente tuvimos una sola desatención en una pelota parada que nos costó un gol en contra, pero aún así, el equipo mostró temple, hambre y, por momentos fútbol para ir a buscar el empate.

No nos afectó la desventaja, y seguimos buscando. Con ímpetu, pasando por arriba a nuestro rival. Se atacó, se buscó de todas las maneras posibles (las buenas y las malas) y al final que consiguió un empate que fue justo y muy celebrado. Porque el equipo no merecía irse con las manos vacías, por la actitud y por todo lo que ofreció por el espectaculo.

Se nos vienen partidos difíciles, contra rivales que están luchando decididamente por el campeonato, pero esta actualidad hace suponer que estamos a la altura para jugar contra los mejores equipos. Será una linda prueba para ver donde está parado el equipo, porque el equipo está de pie, con ganas de seguir y terminar lo más alto posible, en la tabla y en la moral.


Puntajes:


Gordo. 6. En lo personal, después de mucho tiempo, me toca volver a ver en el nivel que lo hizo salir en la tapa de la revista Time y que catapultó a la fama. Volvió a ser el arquero protagonista que hace tiempo que no se veía. Con su voz de mando, con su estirpe de caballero detrás de su barba de leñador. Volvió el arquero que asusta a los rivales, que apuntala a sus compañeros. Gordo, gracias por volver.

Mauro. 6. Por favor, tengamos en cuenta a este muchacho como lateral si su nivel va a ser este. Tuvo algunos errores de esos que pueden ser fatales, es cierto, pero mostró una gran aptitud para la marca, el anticipo y para ser salida, que hacía tiempo que no veía. Los otros errores se pueden ir corrigiendo, pero este muchacho tiene hasta aspecto de lateral. Uno que encontró su lugar.

Leo. 7. Sería redundante si me pusiera a hablar de su categoría, pero lo voy a hacer nuevamente. Tiene una elegancia para jugar de número dos que es envidiable. Aparte su fina estirpe ofrece garantías: siempre bien parado, siempre sin dudar y siendo muy peligroso en el área contraria. Su presencia es vital.

Gonza. 6. Tocado por su orgullo y su gran corazón, Gonza volvió a mostrar sus aptitudes. Lo de el es la marca, el empuje, demostrar que no es menos que nadie. Jugó a lo suyo y fue fenomenal: anuló al "Tanque", cortó de arriba y de abajo, y hasta fue solvente en las jugadas que le tocó ser último hombre. Volvió a ofrecer garantías en la última línea, algo que el equipo lo siente mucho.

Tute. 6. Venía de rendimientos irregulares: algunos partidos buenos con algunos malos, como el resto del equipo. Pero hoy, sobre todo en el segundo tiempo, se vio al Tute que enloquece a la afición y obtiene los elogios tanto de rivales como compañeros. Primero, impenetrable en la marca y después animarse a pasar al ataque con sorpresa y determinación. Un jugador importante, que tiene que hacerse hombre y asumir el rol protagónico que le toca dentro del equipo. Va en camino de eso.

Jimmy. 6. La locomotora de la nueva generación. Aquella jugada de la directiva, que hoy es una realidad. Si bien hoy no jugó su mejor partido, mostró que es importante por su dinámica y su ida y vuelta. Cuando marca, choca y gana, cuando ataca es peligroso. Solamente le está faltando convertir para mostrar su versión más completa. Hoy tuvo algunas situaciones, pero no eligió la mejor resolución.

Guille. 6. Renovado. A pesar de su aspecto de líder veterano, una corriente de juventud recorrió su espíritu, para volver a mostrar la garra, la lucha y el temple de antaño. Jugó un gran partido, solamente opacado cuando se dedicó a protestar en lugar de jugar. Fueron 10 minutos que dilapidó, pero en los restantes momentos del partido mostró todo su coraje e inteligencia. Otro pilar, que si recupera su nivel, favorecerá al equipo.

Toti. 6. Evidentemente, no nos está mostrando su mejor versión. Su físico, aplacado por las noches de Alcohol y lujuria, le están jugando una mala pasada. Quizás el sepa, en lo más profundo de su ser, que si está bien físicamente, es robo y se dedica a fisurar. Tuvo altibajos: momentos que mostró su sello y estilo, otros que era un simple espectador del partido. En el balance lo suyo fue correcto, pero todos sabemos que puede dar mucho más.

Pachu. 7. Particularmente, a mi solamente me cansa ver lo que corre este individuo. Lo ves tirado en el piso a defendiendo, y en menos de cinco segundo lo ves generando un desborde. Es inexplicable. Comprometido con la causa, con muchas ganas de ser parte de la recuperación del equipo, esta nueva versión del eléctrico Pibe Díaz, suma desde lo futbolístico, pero también en lo anímico al resto del equipo.

Emi. 6. Incansable para ir a todas las pelotas. Aporta desde el trabajo sucio y lo sacrificado. Le falta reencontrarse con el arco y el gol. Es peligroso, maneja bien los dos perfiles y es muy difícil de marcar. Cuando el equipo le genere juego más claro, va a mostrar todo su potencial de jugador desequilibrante.

Kiko. 6. Tácticamente nuevamente perfecto. Inteligente para tirarse atrás, descargar de primera. Pícaro para manejar el cuerpo y aguantar la pelota con claridad y efectividad. Solamente le faltó el gol, pero cada día aporta más desde lo táctico, algo muy importante en un delantero de área.

Eber. 6. Entró por el Toti. Dio un importante dosis de oxigeno al mediocampo, colaborando en la marca y aportando en ataque. Sus condiciones son innegables, sólo resta encontrar en posición puede explotarlas, para el bien de él y del equipo.