17 de julio de 2011

Cuestión de Fe

Toco 2 – Ballester 1

Realmente, resulta complicado poder hacer un análisis exhaustivo y objetivo del partido del último sábado. A esta altura del campeonato, cuando empiezan a jugar otras cosas que las exclusivamente futbolísticas, es difícil dejar de lado todas las cuestiones que tienen que ver con el estado de ánimo. Resultan partidos con un alto grado de emotividad, cuyo grado de exigencia es superior, porque se tienen que jugar con la cabeza fría y el corazón caliente, algo muy difícil de conseguir.

El partido fue raro, desde cualquier punto de vista. La repentina expulsión del delantero de Ballester (por insultar desmedidamente al árbitro) dejó a Toco en la situación futbolística en la cual no se siente completamente cómodo pero que, a los golpes, se ha tenido que ir acostumbrando: asumir el protagonismo del partido, tener la posesión y el dominio territorial, intentando traducir esto en el arco contrario. De hecho el inicio fue auspicioso con los argumentos de siempre: la siempre prolija salida de Tute por izquierda, la movilidad de Pachu y el talento de Diego, al cual se lo veía participativo y con ganas de seguir siendo el máximo artillero del campeonato. Esto, más el aporte de todos, parecía ser demasiado para un Ballester que se mostraba endeble en la última línea.

Sin embargo, Toco, durante este torneo, se ha acostumbrado a combinar felicidad y seguridad con sufrimiento e incertidumbre. Del dominio absoluto del partido se pasó a una situación mucho más difícil: una lesión muscular dejó a Diego fuera del partido y una desatención defensiva dejó a Toco en desventaja. Demasiado para tan poco tiempo. Resultaba fundamental recuperarse de estos dos mazazos que, en otro momento, hubiesen dejado al equipo fuera de combate, pero que con esta auspiciosa actualidad, se trataba de uno de los tantos obstáculos que deben superarse para llegar al objetivo que todos queremos.

Estando en desventaja, el entretiempo sirvió para acomodar un poco las piezas. Se necesitaba ser un poco más agresivos en el ataque, entonces Leo (en su función de asistente técnico) decidió cambiar a una defensa de 3, soltar a Pachu en ataque dándole a Tute, Guille y Koke la responsabilidad de llevar la pelota e iniciar los ataques. El movimiento táctico fue auspicioso y en menos de 5 minutos el eléctrico carrilero oriundo de Flores tuvo dos chances claras de gol: en la primera decretó el empate y en la siguiente jugada tuvo un mano a mano que no pudo llegar a conectar producto de la rapidez del golero rival.

Pero, nuevamente, las lesiones tuvieron consecuencias nocivas para el equipo rojinegro. Esta vez fue Tute el que debió dejar el campo producto de otra lesión muscular y los cambios no tuvieron el mismo efecto: Toco quedó desconectado, desordenado, sin un patrón claro de juego. Pachu tuvo que retroceder en el campo y Toco perdió su principal carta en ataque. De la mano de su joven y talentoso número 10, Ballester comenzó a encontrar los espacios para explotar su peligroso contragolpe. En ese momento de desconcierto, surgió la figura del Gordo para erigirse como un verdadero valuarte: sus intervenciones fueron determinantes y decisivas, justo en el momento que el equipo más lo necesitaba.

Toco se reorganizó en la cancha con Leo como volante derecho, Guille en el medio y Pachu por izquierda, mientras que Gonza pasó a jugar como lateral izquierdo. Ante un rival que se mostraba algo endeble en defensa, solamente con orden y determinación se podía llegar a conseguir el triunfo. Era cuestión de jugar con la mente fría y aprovechar al máximo las situaciones que pudiesen llegar a presentarse. Y nuevamente, Toco fue un culto a la contundencia: Kiko aprovechó un buen pase de Guille ante una defensa que intentó jugar al offside en la mitad de la cancha, dominó la pelota con mucha categoría e inició una carrera interminable que terminó con una definición precisa, exacta e inolvidable. Un gol importantísimo, para abrir un partido cerrado, que se había complicado más de lo que se debía.

El pitazo final del partido significó la explosión de jugadores y allegados, quienes se acercaron en gran número para disfrutar de un nuevo triunfo de Toco, que lo mantiene con expectativas a pocas fechas de la finalización del torneo. Se consiguió un triunfo complicado, superando cuestiones puntuales como las lesiones y mostrando que jugando con la cabeza fría y el corazón caliente, pueden ganarse todos los partidos que quedan de aquí a la finalización del torneo. Las muestras de carácter de este equipo ya son evidentes, para recuperarse de todo y para seguir adelante con una fe que derriba montañas.

Goles.
1-1.           Pachu. Proyección a la brasilera del Cobany, un centro precisa y un remate cruzado estupendo de Pachu. El arquero se tiró en cámara lenta.
2-1.           Kiko. Pase largo de Guille ante una defensa que intenta jugar al offside en mitad         de la cancha, Kiko picó con decisión y definió con categoría ante la salida del arquero.


Puntajes.

Gordo. 9. Inolvidable partido del golero estrella de Toco. 3 o 4 participaciones decisivas y determinantes, con el partido 1-1, cuando el equipo estaba desorientado. Primero para sacar un remate picante del Número 9 rival y luego para responder de manera magnífica ante un bombazo desde afuera del área. Clave en la victoria.

 
Cobany. 6. Sufrió en algunos pelotazos cruzados, sobre todo en el primer tiempo. En el complemento, se soltó mas en ataque y sirvió un buen centro para el gol de Pachu.


 
Juan. 6. Tuvo un duelo dialéctico y futbolístico con el 9 rival. Ganó bastante en el mano a mano, aunque quedó algo desordenado cuando el equipo pasó a jugar con 3 en el fondo.



Gonza. 6. Bien en el juego aéreo, sacando mucho de cabeza. Con la reorganización del equipo pasó a jugar como lateral izquierdo, y si bien sufrió cuando el 10 rival fue por su sector, se valora su capacidad para brindarse por el equipo.


 
Tute. 7. Fue clave en el primer tiempo para llevar la pelota desde la última línea con el criterio de siempre. De sus pies surgían todos los ataques del equipo. Su lesión fue de gran impacto para el equipo, que sintió mucho su ausencia.


Junior. 7. En el primer tiempo pasó casi desapercibido dado que el equipo volcó su juego por izquierda, aprovechando el tandem Tute-Pachu. En el segundo tiempo, como líbero, fue importantísimo con algunas entradas providenciales. Se valora su polifuncionalidad.


 
Guille. 7. Incluso dando algunas ventajas desde lo físico, jugó con la inteligencia de siempre. Correcto para distribuir la pelota, asistió a Kiko en el segundo gol del equipo.



Pachu 8. La carta ofensiva más importante del equipo. Estuvo presente en 3 de las 4 chances más claras que tuvo el equipo. Marcó el gol del empate, y fue siempre una preocupación para los defensores rivales como delantero o como mediocampista.


 
Koke. 6. Con menos participación que los partidos anteriores, estuvo algo impreciso con la pelota en los pies, pero se mostró siempre tomando protagonismo en el armado de juego. Extraño a Diego como su socio ofensivo.


Diego. 6. Había arrancado con ganas, movilidad y buenas participaciones. Lamentablemente, una lesión lo dejó fuera del partido muy temprano. Ojalá se recupere, el equipo lo necesita para lo que queda.


 
Kiko. 7. De menor a mayor. Empezó algo impreciso con la pelota, producto quizás del mal estado de la cancha. Fue mejorando, animándose a parar la pelota antes que descargar y terminó siendo fundamental marcando el gol de la victoria.


Luis. 6. Ingresó y alternó buenas y malas por el sector derecho. Importante en las pelotas detenidos, haciendo gala de su buena pegada.


 

Leo. 6. Jugó como mediocampista e intentó llevar la pelota iniciando los ataques del equipo. Primero se lo vio algo desordenado, pero cuando encontró su lugar en la cancha, mostró su inmensa categoría.



Abuelo. 7. Fue incansable para no dar ninguna pelota por perdida. Preocupo por su velocidad e inteligencia para moverse por todo el frente de ataque



Escucha a la figura del partido

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