24 de abril de 2010

Volver a jugar al futbol.

Seguramente, allá por el año 2060, cuando muchos de nosotros tengan panza, peinemos canas o no tengamos nada que peinar, vamos a matar parte de nuestro tiempo contandole a nuestros nietos (herencia de nuestra sangre) lo que significa Toco en nuestra vida. Seguramente, cada uno de nosotros lo contará como una fábula con todos los ingredientes que esta presenta: una historia, un sentimiento, alegrías, tristezas, enemigos (el contador), situaciones, y, obviamente, un pequeño genio.



Antes de empezar con la cronica de lo sucedido, me gustaría hacer un párrafo especial sobre la actuación de Diego. Primero, remarcar la felicidad de volver a verlo jugando en Toco, con sus colores y su gente. Luego de una semana con bastante movimiento, obligaciones y preocupaciones, nos ha regalado a los amantes del fútbol una actuación descollante, determinante, con 5 o 6 participaciones que nos han llenado los ojos de futbol, demostrando que su calidad sigue intacta. Realmente, y creo firmemente no exagerar, fue una verdadera exibición que deleitó a todos ya seamos compañeros, rivales o meros espectadores.



Hecha esta salvedad que me parecía importante hacerla, creo también que si bien el pequeño genio fue el encargado de frotar la lámpara varias veces, el equipo entregó un soporte para que Diego pueda desplegar todo su virtuosismo. En el primer tiempo, Toco fue un relojito suizo, con todos los condimentos que tiene que tener un equipo: serenidad, concentración, seguridad, convicción y creatividad. Se jugó al fútbol, señores. Se tocó la pelota, se marcó, se ocuparon los espacios, se fue solidario con el equipo y con el compañero, no sólo ayudando en la marca sino a la hora de generar juego. En todas las jugadas dónde había uno o dos jugadores del equipo rival, había tres o cuatro jugadores de Toco. Eso se llama superioridad numérica, y en el fútbol no hay forma posible de contrarrestarlo.



Ahora bien, resulta fundamental hacer una pregunta y tratar de responderla: ¿Por qué?. ¿Por qué Toco puede pasar de ser un equipo débil que termina vapuleado, a ser un equipo que juega un partido con la autoridad y la decisión como para borrar de la cancha a un equipo que venía en la zona de vanguardia en el Campeonato?. ¿Cómo puede ser que se reciban 8 goles en dos partidos y de mostrar una anemia ofensiva, y de un sábado para el otro, como por arte de magia, el equipo muestre una notable seguridad defensiva y provoque no menos de 6 situaciones claras de gol?. Estas son las preguntas, para las que no hay respuestas, o al menos no las encuentro en mi mente.



El segundo tiempo se vio otra cara del equipo. Ya sin la pelota, se puso el overol, y entendió la necesidad de correr, meter y aferrarse a la ilusión de conseguir el triunfo. Hubo algunas cosas que se podrían corregir: el juego no fue tan fluido (quizás por el cansancio del Loro, de notable primer tiempo), se dejó de tocar y se abusó del pelotazo buscando al elegido. Así y todo se llegó hasta el fondo con peligro en tres o cuatro ocasiones, se mantuvo la valla propia en cero, y más a allá de alguna jugada aislada no pasamos sobresaltos. El partido se terminó cuando Diego recibió un buen pase de Emi, le sacó punta a su zurda que también es mágica a veces, y la puso junto a un palo.



Un triunfo necesario, vital, para recuperar la confianza y volver a creer en nosotros mismos. Se jugó, se tocó, se intentó y se logró, siendo la recompensa de todo una victoria justa, merecida y festejada. Será una semana de felicidad, de sonrisas, de mucho conventillo, jugando al periodismo amarillo y al golpismo instalado. Como a nosotros nos gusta, bien a lo Toco.



Uno x Uno

Gordo. 6. Trasmitió la seguridad habitual, con algunas intervenciones buenas. En el primer tiempo fue exigido al principio y respondió poniendole el pecho a la pelota, haciendo fácil una jugada que parecía díficil.

Cobany. 7. La vuelta del crédito de Senillosa y Vernet, este pintoresco personaje que reparte su tiempo vendiendo tarjetas de crédito, jugando de lateral en Toco y divirtiendo a todos con su humor "a lo Benny Hill". Completó un partido muy bueno, marcando con mucha solidez y llegando al fondo en dos ocasiones. Además, luego del partido, invitó una fría bebida a este cronista sediento, teniendo un punto extra por ello.

Leo. 7. El mariscal volvió a mostrar su verdadero nivel, aquel que lo llevó a ser amado por los hinchas y que obligó a la comisión a contratarlo en lo que fue la transferencia más cara de la historia de Toco. Muy seguro, muy atinado para llegar a los cruces, sobrando todo con su displicencia a la hora de salir jugando.

Angel. 6. Tuvo un duelo casi personal con el 9 rival, al cual anuló de la cancha en el primer tiempo. Bien de arriba, bien de abajo, criterioso para jugar y para despejar. En el entretiempo volvió a dar muestras de su amor por el equipo y su sentido de juego colectivo, se ofreció para ser reemplazado facilitando la tarea del DT.

Luis. 6. En el primer tiempo jugó un muy buen partido, marcando al 7 rival bien de cerca, sin dejarlo girar y ganandole en casi todas sus intervenciones. Además, le sumó proyecciones criteriosas armando un lindo tandém con Pachu por el sector izquierdo. En la segunda mitad siguió dando garantías en la marca, pero quizás abusó un poco más del pelotazo largo.


Mauro. 8. Su mejor partido en el año. De volante derecho, su desgaste fue impresionante: marcó mucho y bien, estando siempre bien ubicado para cubrir las espaldas de Guille, y alternandose bien con el Cobany. Empezó algo errático con el balón, pero con el correr de los minutos fue mejorando hasta terminar redondeando una buena actuacion, la mejor suya del 2010. Recibió cálidos aplausos de la afición que lo tiene entre sus favoritos.

Guille. 7. En el primer tiempo mostró su mejor versión, jugando la pelota con precisión y claridad. Patrón del mediocampo, manejó los tiempos del equipo. En el segundo tiempo, sintió que Toco no haya tenido la pelota y el cansancio del Loro, se dedicó más a marcar y destruir.

Pachu. 7. Cada semana juega mejor, cada sábado muestra que es un carrilero más completo. Corre, juega, marca, colabora, lo suyo es golosina para jugar y voluntad para destruir. Fue uno de los bastiones del gran primer tiempo del equipo, jugando y haciendo jugar. Un pinchazo lo dejó afura del equipo antes de que termine el primer tiempo.

Loro. 7. La apuesta del DT fue colocarlo en una posición estrategica, intentando conectar el mediocampo con el ataque. Fue vital en el gran primer tiempo de Toco, haciendo algo complicado pero sencillo para un jugador de su calibre: agarrar la pelota, gambetear uno o dos jugadores y tocar a juegador mejor ubicado. Así fue el vertice fundamental de muchas de las triangulaciones realizadas por el equipo. Tuvo su chance de gol, entrando con potencia y velocidad, pero su resolución fue adivinada por su arquero.

Diego. 9. Determinante. La figura del equipo, del partido, del fin de semana. Autor de dos goles (el primero de gran factura), siempre una preocupación para la defensa rival, dejando su marca registrada en algunas intervenciones que mostraron que estamos hablando de un jugador de calidad. Se mostró activo y participativo, asociandose con Kiko, Loro, Pachu, Emi o cualquier jugador que vaya por su sector.

Kiko. 6. Volvió a las fuentes. Quizás mejor rodeado, o ayudado por la mejor tarea del equipo, Santiago mostró todo su repertorio para jugar de espaldas al arco, pivoteando con inteligencia y efectividad. Tuvo algunos encuentros muy interesantes con Diego y con Loro, siendo lo suyo fundamental para el equipo. Queda pendiente el gol.

Emi. 7. Entró como volante por izquierda por la lesión de Pachu y tuvo un muy buen desempeño, jugando la pelota con criterio y mostrando su ya conocida potencia. Gambeteó, ayudó en la marca, dio buenos pases, metiendole dos asistencias claras a Diego: una terminó con un claro penal que no advirtió el árbitro y el otro fue el segundo gol del equipo.

Tute. 6. Ingresó en lugar de Gonza, como segundo marcador central y respondió con altura. Anuló al 9, le ganó en todas las intervenciones y mostró su velocidad para llegar bien a los cruces. Una buena alternativa, para tener en cuenta cuando se quiere hacer rotar a la defensa.

Abuelo. 6. Entró como delantero a jugar como suele hacerlo: dejando todo y no guardandose nada. Peleó, apretó a los rivales en la salida, se juntó con Diego e intentó generar fútbol. Los rivales apelaron al juego brusco para frenarlo.

Eber. 6. Entró en lugar de Mauro en el momento más caliente del partido, cuando la diferencia de un gol no aseguraba nada. Le costó hacer pie en los primeros minutos, pero despues se afianzó, se acomodó junto con el Cobany por esa banda, y resultó importante para tener la pelota con su habilidad y velocidad.

Berty. 6. La vuelta del jugador más carismático de Toco, aquel que supo vender millones de remeras y fue el verdadero ídolo de los niños y las señoras casadas. Entró para ayudar a Guille en el medio, batalló mucho y estuvo preciso en los pases.

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