26 de junio de 2010

La Alegría es sólo rojinegra

TOCO 3 - ALEGRÍA 2

En los momentos mundialistas, cuando uno ve fútbol todos los días y a toda hora, se comienzan a repasar algunos conceptos y aspectos de este juego, como diría el chicano de la ESPN, "el más lindo del mundo". Equipos que juegan bien, otros que también pero que fracasan en las citas importantes, otros que tienen su libretito y los otros que n0 juegan del todo bien, pero compensan sus limitaciones con coraje y actitud. El fútbol es tan lindo que todos pueden jugarlo: los talentosos, los batalladores, los inteligentes, los sanguinarios, aquellos que lo entienden y, para ser más mágico aún, aquellos que lo sienten. Lo bueno es que Toco tiene un poco de todo esto, de lo bueno y de lo malo, y por eso el equipo es lo que es.

Comenzó bien el partido para dirigidos por Matute, haciendo fuerte en la mitad de la cancha y demostrando que tanto individual como colectivamente, era mejor que su rival. El mediocampo apretaba con Junior, Guille y Pachu, mandaba Loro para asistir a talento de Diego y la movilidad del Abuelo. Con esos argumentos, Toco era mucho más que su rival. De hecho tuvo algunas chances concretas: Junior llegando vacío por derecha casi aprovecha un buen pelotazo de Guille, para marcar su gol. Era cuestión de paciencia y precisión para llegar al gol: triangulación en la mitad de la cancha, pase en profundidad del Loro, Diego rompiendo la línea defensiva rival, sabiendo que cuando eso pasa nada ni nadie parece detenerlo. 1-0, justicia traducida en el resultado. Así Toco aflojó un poco la máquina y Alegría comenzó a dominar un poco más la pelota, pero dando ventajas en su última línea: cada pelotazo que salía de la zona de volante peligro inminente de gol. Unas posiciones adelantadas algo dudosas impidieron que Toco extienda el marcador y ante una desatención defensiva, y casi sin proponérselo, Alegría llegó al empate.

Fue un golpe duro, Toco siguió buscando, pero ya sin la solvencia ni la fineza de los primeros minutos, y el partido se fue al entretiempo en paridad. Ya en el parate, Matute demostró que no le tiembla el pulso y que la rotación no sólo es ley, sino que también se aplica: mandó a la cancha a Jimmy y Luis, en lugar de Gonza y de Guille, quién había jugado un interesante primer tiempo. Sin embargo, la estructura no se resintió, Toco siguió manejando los hilos del partido, pero ahora la situación no estaba tan fácil: el viento en contra, la lluvia, la noche y el ímpetu de un rival que dejó todo, hizo que el partido se haga muchísimo más parejo. Hasta que Diego lo desbarató de nuevo con la fórmula de siempre: marcar el pase, correr un pelotazo, ganarlo y transformarlo en gol, algo que es dificilísimo de lograr, pero que este genio del fútbol mundial lo hace con una facilidad envidiable. 2-1, las cosas en su lugar, pero nuevamente la suerte era esquiva: buena triangulación de Alegría por izquierda, llegar al fondo, centro y cabezazo al fondo de la red, una antigua combinación que todavía nadie ha sabido contrarrestar ni superar.

Con el 2-2, la lluvia, la noche y el viento, el partido entró en terreno místico. Ya los dos equipos desnudaban sus falencias, el juego carecía por su presencia, pero era la hora de jugar con el corazón. Ambos equipos regalaron un partido muy emotivo: Toco atacando por obligación y para demostrar que por algo está arriba, Alegría defendiendo el empate que a esa altura cotizaba en oro. Parecía que la paridad era el premio de uno y el castigo de otro, hasta que llegó una jugada de otro partido: a los ponchazos, tres pases seguidos (cuando parecía imposible hacerse) y Pachu con un remate y gol consagratorio. 3-2, a pocos minutos del final, para la algarabía de todos los fanáticos que ya combatían el frío polar de CITEFA, con bebidas fuertes y drogas de las más duras. Era el premio merecido para un equipo que lo buscó, lo peleó y lo encontró. Sin embargo, el partido no estaba definido: los cambios de Matute buscando la victoria habían dejado en cancha sólo dos defensores naturales (Luis y Leo). Era cuestión de defender como sea, y ahí fue cuando apareció la figura de este golero legendario, que casi no había intervenido en el partido y que apareció cuando el equipo más lo necesitaba: respondiendo seguro ante un tiro que fue complicado por la poca visibilidad que había, y un puñetazo histórico para evitar lo que era el empate.

Cuando el árbitro marcó el centro de la cancha indicando el final del partido, el pueblo rojinegro estalló en alegría, con una mezcla de desahogo y felicidad por el triunfo. Se había logrado ganar un partido chivo, de esos que se complican y que ponen a prueba la personalidad de los equipos. Es cierto, no fue el mejor partido del año, sigue habiendo mucho para mejorar, pero Toco mostró entereza, valor y convicción para llevarse los dos puntos y seguir en la pelea. Este equipo, se merece, se merece, ser campeón.

GOLES.

1-0. Diego. Buena jugada entre Loro y creo que Pachu. Buenísima pelota de Loro, Diego que gambetea al arquero y define con el arco a su merced. Asistencia: Loro
1-1. Nro 5 rival. Pelotazo frontal luego de un afortunado tiro libre, dudas entre los defensores y el Gordo, aparición fantasmal de este ignoto muchacho para marcar el empate.
2-1. Diego. Otra vez se hizo lo que pedía el partido: dos o tres toques para distraer y estiletazo para el pequeño delantero. El tipito como que hizo una gambeta sólo con el cuerpo, sin tocar la pelota, y se metió con pelota y todo dentro del arco. Asistencia: hubo alguien que tiró el pase entre líneas, o no se si la peinó el Loro, en la semana se define.
2-2. Nro xxx Rival. Buen jugada combinada de los rivales por derecha. Tres toques rápidos, el Nro de 5 que tira un buen centro a la carrera y un paisano que andaba por ahí la metió al fondo de la red.
3-2. Pachu. Toco empujando sin ideas y sin futbol. Eber la tira para arriba, le queda al Loro que se la da a Pachu que no dudó: un tiro raro mezcla de empeine y puntín, inatajable para el arquero. Asistencia: No creo que le cuente para el Loro, fue un unipersonel de nuestro querido y amado "pibe golosina".

PUNTAJES.

Gordo. 7. Bastión estructural de la victoria conseguida. Quizás en el primer gol no tuvo la determinación para salir y "romper todo", pero apareció en el momento más picante del partido: retuvo sin rebote una pelota complicada abajo y metió sus puños para salvar el pezcuezo del equipo.

Cobany. 6. Alternó buenas y malas por su sector. A veces se proyectó bien, a veces mal; a veces marcó bien, a veces mal. Hizo todo así, 50 y 50, como le gusta el Fernet a este bonachón del lateral.

Leo. 7. Como siempre un pilar. Hizo lo de siempre: sacó por arriba, sacó de abajo, mostrando estética en todas las jugadas. No tuvo piedad para tumbar a un contrario que había cortado la línea defensiva, ganandose un merecida amarilla.

Gonza. 6. Bien en casi todas sus intervenciones. Sólido, simple, expeditivo. Pocas pulgas para no dudar y despejar. Salió en el entretiempo, dejando su lugar y tomando otro junto a barra, dónde se lo vio bastante agresivo y agitador.

Tute. 6. Al igual que el otro latera, alternó buenas y malas. Algunos quites de su clase, otras dudas que pudieron ser garrafales y no lo fueron. En el segundo tiempo pasó de central, dónde mejoró su nivel. Salió reemplazado cuando el equipo buscaba el triunfo y Matute metió toda la carne en el asador.

Junior. 7. Otro de los valuartes de la columna vertebral que se bancó, buscó y ganó el partido. En el primer tiempo como un 8 con mucha dinámica, fuerza y presencia en el área: pudo festejar en grande, cuando su remate cruzó todo el arco. En el segundo tiempo, pasó a jugar de mediocampista central haciendose muy fuerte en la marca y en el retroceso.

Guille. 7. Con sólo 40 minutos demostró que en cualquier momento puede volver a su mejor nivel. Es una buena noticia para el equipo, no porque sea un genio del fútbol, sino porque su posición es la más importante de la cancha y si está preciso, el equipo se mueve al ritmo de sus pies, muy torpes para el baile pero efectivos para el fútbol.

Pachu. 8. Actuación consagratoria de este personaje de Flores y de toda Buenos Aires. Corrió, metió, luchó, se equivocó, pero siempre con un sentido de colaboración hacia el equipo. Cuando alguno esta cansado, lo busca a Pachu y le dice:"quedate cerca". El va y lo hace. Coronó su actuación con el gol que nos dio la victoria. Aún exhausto, buscó festejarlo con toda la afición, que lo tiene entre sus predilectos.

Loro. 7. Muchas veces en el fútbol se ha hablado de los jugadores fríos. También se suelen llamar "laguneros", algo que nunca entendí muy bien. Lo cierto es que estos jugadores son los que piensan el fútbol, entonces para pensar, es necesario primero abstrearse, irse del partido, para entenderlo y luego, a partir de ese entendimiento, jugarlo. Así fue el Loro. En el primer tiempo apareció con el toque justo para Diego. En el segundo tiempo, entendió de la necesidad del equipo de tener más presencia en el área: fue, pivoteo, ganó de arriba y colaboró para el gol de Pachu.

Abuelo. 7. Muy correcto partido de este emblema de la nueva generación (la generación dorada y de sabor intenso). Incluso en algunos momentos jugó con mucha creatividad, calidad e inventiva. Pivoteó bien, fue bien a los costados, aunque tenía un problema con la caja de cambios y no pudo desnivelar. Salió exhausto, pero se notó que si hubiese tenido resto, quizás hasta se hubiese despachado con algunos goles.

Diego. 8. Autor de dos goles, sigue demostrando partido tras partido, su sed insaciable de gol y gloria. Si agarra la pelota dentro de los últimos 25 metros de la cancha cualquier cosa puede pasar: un golazo, una apilada, una vaselina, un pase-gol, un tiro libre. Es un mago, dónde la pelota es el conejo, su cintura la paloma y su pie derecho la varita.

Luis. 6. Visiblemente eufórico por la victoria de los uruguayos en la Copa del Mundo, Luis se recuperó en tiempo récord de una lesión que lo tenía en duda y salió a la cancha para hacer lo que mas le gusta: custadiar el lateral izquierdo de Toco. Buena actuación, con dos perlitas: un tiro libre que se fue desviado pero que tenía una interesante potencia y una proyección hasta el fondo, que no terminó el gol histórico porque se quedó sin resto.

Jimmy. 6. Hombre coqueto, de pocas palabras, pero gran corazón, esta aún jóven promesa del equipo salió a la cancha para demostrar que puede y quiere ganarse un lugar en el equipo inicial. A él no le importa ni la posición ni el rival, el tipo sale y hace lo suyo: correr, desbordar, desnivelar con su fuerza, su velocidad, para llegar al fondo y terminar todo con un lindo centro. Un verdadero valuarte.

Berty. 6. Entró cuando el partido estaba caliente y solamente podían entrar tipos experimentados, serenos y afianzado. Por eso entró la gran Bruja, para aportar su sapienza. Pegó algunas patadas, hizo uso de su fuerza física que aterra rivales y hasta respondió ante los pedidos de la tribuna mostrándose como alternativa para el ataque por derecha.

Bata. 6. Otra apuesta de Matute. El partido no se abría y nuestro entrenador ya estaba tirando al paño las últimas fichas que faltaban. Saltó Batata a la cancha, pero nunca pudo meterse en el partido. Fue como que no pudo encontrar su lugar. Una lástima, porque los rivales mostraban falencias en defensa.

Eber. 6. Le tocó bailar con la más fea, entrar con el partido muy caliente, en los minutos definitorios. Si bien es cierto que jugó poco (hacía mucho que no estaba en los partidos y su condición física era una incógnita), jugó los minutos más lindos del partido. Entró, abrió la cancha, tuvo participación secundaria en el gol de Pachu y se quedó con la última pelota del partido, cuando puso en riesgo su humanidad por el triunfo del equipo.

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