Toco no pudo con el puntero del campeonato y cayó derrotado sin atenuantes contra Ballester Este en un partido parejo. Un árbitro siempre discutido y el calor fueron los grandes protagonistas de la tarde. El equipo rojinegro, con muchas bajas, espera el final de una temporada dura y exigente.
Era, sin dudas, el último gran partido de Toco en el año. La posibilidad de funcionar como juez y parte del torneo y definir la suerte de Ballester Este era una oportunidad interesante para que Toco cierre su temporada de la mejor manera, disfrutando de la desgracia ajena y permitiéndole a la gente de Mandiyú (aca vale la pena el lema de "mejor malo conocido...") llegar al campeonato. Era la única expectativa que tenía un equipo ya agotado por el trajin de una temporada en dónde se intentó dar pelea en ambos campeonatos pero que, por errores propios y virtudes ajenas, no se pudo lograr el gran objetivo planteado.
Sin embargo, nuevamente la desprolijidades de una Liga que dio muchas ventajas desde lo organizativo (entendemos el tema del cierre de CITEFA como sede y otras cosas más), hizo que el partido versus Ballester Este se adelante en reemplazo del que correspondía (Paranoicos) produjo que muchas de las grandes estrellas del plantel (Diego, Junior, Leo, entre otros) adelanten sus vacaciones para llegar bien descansados al partido final. Esto no pudo lograrse y se salió a jugar frente al puntero absoluto con un equipo enmendado, con varias presentaciones y muchas improvisaciones.
A pesar de estos inconvenientes es para destacar la actuación del equipo rojinegro. Se jugó ante un equipo muy raro, que, a pesar de haber ganado de forma justa, lo hizo aprovechando dos errores puntuales del Toco, sin mostrar un juego colectivo o vistozo en ataque. Si un arquero concentrado, una defensa segura y gente rápida en el medio y arriba alcanzan para ganar 12 de 13 partidos de un torneo, sin dudas que Toco puede aspirar a hacerlo el año entrante.
Ballester logró la apertura del marcador casi sin proponerselo. Un corner picante, una serie de rebotes y una definición precisa del delantero contrario. Con la ventaja, se retrazó en el campo (quizas en demasía) y le dio al Toco el control pleno del partido. El tandem Fabri-Batata por derecha, la claridad de Guille (a pesar de su locura interminable) y la frescura de Nico Valsi, fueron algunos de los argumentos que mostró el equipo para ir a buscar el empate. Sin mucho volumen de juego, contó con dos situaciones bastante claras en la zurda prodigiosa de Nico, pero en las dos ocasiones el joven mediocampista no pudo vulnerar al arquero rival.
La paridad del partido siguió en los primeros minutos del segundo tiempo. El ingreso de Pachu le dio electricidad al ataque rojinegro y comenzó a presentar algunas grietas en la última línea rival, aunque el equipo no fue lo suficientemente profundo para llegar al gol, ni para generar chances claras de gol. La única jugada clara del equipo fue un desborde de Batata por derecha y un centro que impactó de lleno en el brazo derecho del defensor rival. Es cierto que el penal se juzga por la intención y eso depende unicamente de la subjetividad del colegiado, pero la jugada fue tan evidente que hizo pensar que la subjetividad de este muchacho Edgardo se basa en estar siempre en contra.
Sin tiempo para lamentos el equipo siguió atacando, pero sin ideas. El calor comenzó a menguar la presión rojinegra y Ballester Este aprovechó bien el segundo error clave de la tarde: una mala salida, un equipo descompensado y uno de los penales más claros que se vio en el fútbol desde que los ingleses lo crearon. El capitán y zaguero rival cambió penal por gol y le dio a Ballester el triunfo que lo deja en situación expectante en vistas a la obtención del certamen.
Llega el fin de año, llega el fin de la temporada y será el momento del balance final. Los altibajos del equipo fueron los que evitaron lograr una temporada más exitosa a nivel resultados. Sin embargo, hay que destacar la unión del grupo a lo largo de todo el año: la buena onda, la amistad, la solidaridad, la colaboración y el aporte de cada uno de nosotros para que este lugar llamado Toco siga siendo mágico para cada uno de nosotros.
Puntajes.
Gordo. 6. Nada que hacer en los goles. No tuvo más remedio que cometer penal cuando el atrevido delantero rival le tiró la gambeta larga. Su cara de niño bueno lo hizo zafar: no recibió tarjeta roja ante una falta deliverada y violenta.
Fabricio. 6. Gran gesto el de venir a dar una mano a pesar de tener algunos compromisos familiares. Jugó en su puesto original (lateral derecho) y mostró que conoce a la perfección los secretos de esa posición: firme para marcar, astuto para cerrar a espaldas de los zagueros y criterioso para pasar al ataque.
Tute. 6. Prolijo en la marca, ganó mucho en el mano a mano gracias a su velocidad. Aparte se mostró siempre como salida tratando de entregar la pelota prolija al mediocampo. Buen partido.
Juan. 5. Alternó buenas y malas contra los delanteros rivales. A veces ganó, otras veces perdió. Tuvo mala fortuna en el primer gol rival, cuando una jugada rápida lo sorprendió y no pudo despejar la pelota del área.
Fede .6. La presentación de otro de los valores de la nueva "Quinta del Nico", la categoría año 93 del equipo rojinegro, que ha ganado todos los campeonatos de fútbol juvenil de la mano de Baby Valsi, la gran promesa de la cantera. Bien en la marca, con fuerza para marcar y velocidad para anticipar. A medida que pasen los partido podrá afianzarse más y tomar confianza con la pelota. Aprobado.
Batata. 5. Otro que se ofreció a dar una mano. Recién llegado de un exigente viaje a Cuba (invitado especialmente por Fidel Castro, quien se dice fanático de Toco) afirmó su condición de "manija" al jugar recién bajado del avión. Se lo notaba extenuado, pero mostró algunas pinceladas de su calidad.
Guille. 6. Buen partido del volante central rojingro. Arrancó bien, después perdió la cabeza con el árbitro (como casi siempre), pero cuando volvió a focalizarse en el partido, fue el centro neurálgico del equipo.
Nico. 6. Su calidad es inagotable, de su zurda siempre salen cosas criteriosas. Además se muestra con una personalidad avasallante: a pesar de su juventud, no tiene miedo en acomodar, ordenar y demostrarle a sus compañeros que tiene las bolitas bien puestas. Su ingreso al equipo ha rejuvenecido al plantel.
Fer. 5. Intentó hacerse manija del equipo. Fue de mayor a menor: arrancó con mucha movilidad y precisión, jugando y asociandose bien con los delanteros, pero con el correr de los minutos sintió el calor, el desgaste y terminó realmente muy cansado.
Abuelo. 5. La voluntad de siempre, las ganas de nadie y el optimismo de buscar siempre ofrecer lo mejor para el equipo. Fue un año con vaivenes: algunos partidos importantes, algunos goles vitales que le hicieron tomar confianza. El año que viene deberá seguir mostrando signos de progreso, ya con más experiencia.
Kiko. 5. Solamente un tiempo para mostrar su inteligencia como faro de referencia en el área rival. Se movió constantemente, buscando los espacios libres, preocupando a la defensa rival. No tuvo ninguna chance cercana al gol.
Pachu. 6. Entró bien, con mucha pimienta y electricidad preocupando a los defensores contrarios. Mucha movilidad, rompió con la referencia de los dos delanteros centros, tirandose atras, tratando de enganchar a los mediocampistas con el arco rival. Tuvo su chance, pero su definción de cachetada se fue bastante lejos.
Eber. 5. La vuelta al primer equipo del "hombre fuerte" de Napoleón, el mismo que agasaja de la mejor manera a cualquier integrante del plantel o allegados al Toco se hace presente en el bar de Directorio y Emilio Mitre. La birra fría, el fernet barato, lo hacen ser fundamental para el equipo tanto dentro como fuera de la cancha.
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