24 de agosto de 2014

Amistoso: Toco 2 - Liverpool 1

Sábado 20 de Julio del 2013. Día del amigo. Toco terminaba el Torneo Apertura Calcio B (su primero en TFC) siendo el partenaire de Waroz, flamante campeón de la divisional. Todo preparado para los festejos, los rivales dan la vuelta olímpica, felicidad y recelo en el mismo terreno de juego. Arranque del partido, Toco sale con la intención de "jugar": tocar y ser prolijo en la salida. En la primera acción un mal pase produce el 0-1 a favor de Waroz. Desconfianza, miradas cruzadas. Sigue el partido y siguen los errores del equipo. Otra salida en falso, pero esta vez la suerte nos da un guiño. Las mismas miradas y lo que todo el mundo estaba esperando: reacción en cadena, 1-1, 2-1, 3-1, se da vuelta el partido. El campeón entra en la histeria de "ser" pero no "parecer", y el partenaire comienza a ser "el campeón". En un abrir y cerrar de ojos. El final de la historia es conocido por todos: disciplina, confianza, popularidad, gloria, campeonato, 10kg de bife de chorizo, y los festejos desmedidos hasta bien entrada la madrugada.

Sería pecar un poco de optimismo trazar un paralelo entre lo sucedido aquella vez y lo ocurrido en el amistoso contra Liverpool el pasado sábado. Es cierto que es un amistoso, es cierto que recién estamos arrancando, pero también es verdad que se ha visto, al menos, un cambio de actitud dentro de la cancha. 20 minutos horrendos (quizás los peores de este terrible 2014) tuvieron que pasar para que el equipo (con un 0-1 en su haber) reaccione y salga de un letargo que parecía ser eterno. El letargo de no marcar, de no molestar a su rival, de sufrir mirando, mientras los contrincantes se agrandan y nadan en la laguna de la confianza absoluta. El letargo de no querer la pelota, de rifarla, de entregársela mansamente al rival y no hacer nada por querer recuperarla.

Como por arte de magia, pareció que el equipo  empezó  a entender que el fútbol tiene tres grandes verdades: 1) cuidar y respetar a la pelota, quererla siempre de tu lado, 2) cuando el rival te la quita, esforzarse al máximo para recuperarla en el menor tiempo posible y 3) meterla dentro del arco rival. Fue un flash, un golpe: de la desidia de no poder tener la pelota más de 20 segundos, a tenerla, a cuidarla, a prestársela a tu compañero, mostrándote, luego, para que te la devuelve y crear ese lenguaje magnífico del fútbol del "tocar y recibir". Y, cuando el rival te la saca, mostrar los dientes como perros feroces, con el ánimo de querer de recuperar YA para volver a jugar y divertirse.

Así el equipo comenzó a superar a un rival que, a pesar de sus ausencias, imparte respeto. De a poco se empezó a jugar en campo rival, con prestancia y lo que iba en camino a ser goleada en contra, se fue revertiendo. La pelota comenzó a transitar en la zona medular del mediocampo, recibiendo las caricias de Martín, quién la trata siempre con respeto y cariño. Y el equipo se empezó a soltar, atacando por los costados con Kiko y Ema, y logrando mayor compromiso del Abuelo y Leo en la ofensiva. Así, llegó el empate: una buena jugada iniciada por Ema en la derecha, recibida por Martín, quién exigió al arquero con un buen tiro de media distancia. El rebote corto fue capitalizado por Leo, quién con mucho oportunismo logró el empate transitorio.

Con el partido "en pardas" Toco siguió siendo protagonista, manejando la pelota con tranquilidad y paciencia. De un duro foul a Tute, llegó el mejor momento de la mañana: el magnífico tiro libre de Kiko, quién con un remate exquisito soprendió a propios y extraños marcando un gol de altísima factura. Una ejecución soberbia, en la cual el balón tomó una preciosa parábola en el aire, que hubiese sorprendido hasta al mismísimo Leonardo Da Vinci. Felicitaciones a Santiago, quién venció a las leyes de la física con delicado disparo.

Con la ventaja en el marcador, Toco hizo lo que marca la ortodoxia: retrasar las líneas, regular los esfuerzos y jugar a "no dejar jugar", algo que no se venía haciendo en los últimos partidos. Aún así, se siguió respetando el respeto por la pelota: toques cortos, seguros, con un poco de movilidad y un cambio importante en la actitud, alcanzó para consolidar un triunfo meritorio y merecido ante un importante rival.

No hay que conformarse, estamos todavía lejos de dónde tenemos que llegar. Hay que seguir mejorando de cara al inicio del certamen, pero efectivamente el cambio pudo comprobarse tanto dentro como fuera de la cancha. El equipo volvió a dejar una imagen positiva, se dejaron de lado tanto las imprecisiones (inconcebibles teniendo en cuenta la calidad de la plantilla de Toco) como la pasividad en la marca mostrada en los últimos partidos. Depende de nosotros seguir entendiendo a qué y cómo debemos jugar para revertir la imagen dejada en el torneo pasado. Amen (que así sea).

Toco:
Gordo
Jimmy, Junior, Muro (Angel) y Tute
Ema, Fabri, Martin y Kiko (1 gol) (Fred-Do)
Leo (1 gol) y Abuelo.
DT: Perico

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