1 de octubre de 2007

Toco 3 - Flores Norte 2

Antes de comentar el nuevo triunfo de Toco y me voy (Tercero consecutivo y cuarto en cinco fechas disputadas en el torneo) quiero hacer hincapié en un aspecto que considero clave. No habría que atribuirle a la "casualidad" este buen momento que vive el equipo, sino que hay que causas que lo afirman. Con el comienzo de este nuevo torneo, hicimos un borrón y cuenta nueva con respecto al campeonato pésimo que tuvimos a principio del año. Todos hemos asumido este torneo con una fuerza y unas ganas que no habíamos mostrado, hemos sumado jugadores que se adaptaron rapidamente a la estructura (tanto dentro como fuera de la cancha), pero fundamentalmente esto se debe al ESFUERZO que hemos puesto cada uno de nosotros, desde su lugar, para recuperar la mística del equipo y para volver a demostrar (y demostrarnos) que somos un equipos que si bien tiene muchas falencias en muchos aspectos, tenemos un gran respeto por el futbol y, fundamentalmente, por lo que nos genera ser parte de Toco y me voy.

Destaco la voluntad de todos: de los que se encargan de organizar, de los que dejan de lado obligaciones por venir a juntarse y a jugar al futbol, por los que entrenan en la semana, por los que vienen a sumar y por todos, porque estamos tirando para el mismo lado, en vistas de un objetivo que parecía ambicioso cuando lo planteamos (en el peor momento del equipo) pero que ahora volvió a tomar vigencia: VER A TOCO CAMPEON.

El partido del sabado fue la continuidad de un proceso que viene desde el final del torneo pasado, cuando en la cancha que jugamos el otro día les dije que confiaba en el equipo y que empezabamos un nuevo proceso con el objetivo de lograr el campeonato. Sonó un poco disparatado en ese momento (más aun despues de un torneo en el que ganamos 2 partidos) pero con este arranque estamos demostrando que no estamos tan lejos de lo que habíamos planeado y que, a pesar de no haber ganado nada, estamos en un buen momento y vamos por el buen camino.

El sabado arrancamos el partido como un equipo "en serio", esos equipos que asumen la responsabilidad de ser protagonistas y que se siente fuertes y poderosos. A pesar de las ausencias (hoy por hoy, Toti y Leo son puntos claves en el equipo) salimos a pasar por arriba a un equipo fuerte, de esos que luchan en todos los sectores de la cancha y compensan la falta de futbol con voluntad. Salimos a luchar y a jugar en todos los sectores de la cancha, como lo hacimos siempre y que nos llevó a tener un equipo que es respetado dentro del Torneo. Recuerdo no menos de 5 situaciones de gol en los primeros 20 minutos, generadas luego de buenas jugadas colectivas e individuales. No estuvimos certeros a la hora de definir, pero ya desde el arranque demostramos que los protagonistas del partido eramos nosotros y no el rival.

Más muestras de caracter y personalidad dio el equipo, cuando en la primera aproximación de Flores Norte y luego de una distracción luego de un tiro libre en forma de centro, nos encontramos con la horrible situación de encontrarnos en desventaja en el marcador. Una desventaja que no era justa, pero que nos tiene que enseñar que los errores en el futbol se pagan caros. Tenemos que corregir esas distracciones para que no nos pase más y no suframos más de la cuenta. A pesar del gol recibido, Toco no sintió el impacto, es más: se notó en el ambiente que el equipo hoy en día tiene esa ventaja que tienen los que se sienten ganadores: a pesar de la desventaja, en todo momento sabíamos que teníamos cómo y con que darlo vuelta.

Así seguimos atacando, presionando, jugando en campo contrario. Y fue lógico que hayamos encontrado el empate luego de un tiro libre de Diego, que un defensor de Flores Norte metió en su propia valla luego del intento desesperado de despejar la pelota. Siguió Toco siendo el único protagonista de la tarde, dominando a su rival y se fue al descanso con el sabor agridulce de sentirse superior, pero no poder traducirlo en el marcador.

El segundo tiempo fue un calco del primero: nuevamente Toco asumiendo los riesgos de atacar, mientras que Flores Norte apostaba a la solidez de su defensa (para destacar el numero 2 de la cabeza torcida que sacó todo, por arriba y por abajo). Y tanta existencia tuvo un premio. Kiko luchó una pelota que parecía perdida, el despeje cayó en el pie derecho de Guille quien le puso una asistencia divina a Diego para que con una definción defectuosa pero efectiva decrete el 2-1, que tenía más que ver con el desarrollo del resultado.

Con el triunfo parcial, Toco sintió el desgaste físico de ser el dominador del encuentro, se tiró unos metros atrás e intentó apostar al contragolpe a través de Diego, Kiko y Batata. Comenzó a agigantarse la figura de Junior en el fondo y sobre todo la del querido Berty, quien demostró que no sólo se puede jugar al futbol con el cuchillo entre los dientes sino también con el corazón en la mano, y con garra, lucha y futbol contagió a los suyos. Lo tuvo para definir el equipo rojinegro: lo tuvo Batata luego de una buen corrida de Valsi, pero no pudo definirlo. Y, lamentablemente, nuevamente el principio de Quique Wolff se hizo presente en una cancha de futbol: "goles que se erran en un arco, se sufren en el otro" y a falta de 5 minutos para el final, el 16 de Flores Norte agarró una pelota en el borde del area de sobrepique, la colgó de un angulo ante la estirada de Torcuato y estableció el empate.

Un empate que parecía inamovible, porque faltaba poco tiempo, porque parecía que Toco no tenía el resto físico para ir a buscar el triunfo y porque Flores Norte estaba conforme con el empate logrado a minutos del final. Pero, esta vez, el destino y la suerte estuvieron de nuestro lado: fuimos a buscar la jugada del final y la victoria heroica. Sin ideas, pero con alma y vida nos llevamos por delante a nuestro rival para lograr lo que nos mereciamos y nos habíamos quitado: el triunfo. Y apareció el botín del salvador Batata para recoger una rara asistencia de Kiko (todavía no se bien qeu pasó, pero la gente ya habla de "la pifia de Dios") y definir de manera inplacable para el delirio y la alegría de toda la gente que en gran número acompañó al rojinegro.

Va a ser dificil olvidarse de esa postal, en aquel maravilloso día de primavera viendo a los muchachos vestido de negro y rojo festejando por una victoria de esas heroicas y épicas, esas que se recuerdan luego en los asados, en las noches de alcohol. Sos esas tarde de gloria, de gloria para nosotros, lejos de los millones, el poder hegomónico y las mieles de la fama. Nosotros tenemos mucho más que eso: tenemos nuestra amistad, nuestro compañerismo y un sentido de pertenencia conjunto de algo que parece ser un equipo de futbol, pero que es mucho más que eso y nos hace muy feliz.

Puntajes.

Torcuato. 6. El PF del equipo asumió responsabilidades y accedió a ponerse los guantes de arquero para cubrir la ausencia de Cachete. Respondió a la altura de las expectativas, mostrando seguridad y personalidad. No tuvo nada que hacer en los goles y respondió de manera sobria ante cada uno de los intentos del rival.
Ale. 6. Por primera vez, el sicario de las pampas tuvo la responsabilidad de ser títular en el puesto en el que se viene desempeñando: lateral derecho. Muestra partido tras partido una particularidad fiereza para la marca y se suma al ataque con criterio y empeño. En el segundo tiempo, cambió con Tute pasando de volante derecho y estuvo un poco perdido, hasta que le dejó su lugar a Nico.
Junior. 7. Con la regularidad de siempre fue líder y voz de mando del equipo y la defensa. Implacable en el juego aéreo, rápido para llegar a los cruzes, el joven zaguero fue uno de los puntos altos en la tarde del sabado. Su labor mejoró en el segundo tiempo, cuando fue (junto a Berty) el abanderado de la resistencia rojinegra.
Gonza. 6. Como nos acostumbra, Gonzalo tuvo nuevamente un duelo particular con el delantero central contrario. El juega su partido contra el 9 contrario: el partido de la marca feroz, de los teledirigidos a la rodilla, de la garra y el temple. Y como nunca lo pierde, contagia al resto de sus compañeros tanto dentro como fuera de la cancha. Tuvo que dejar la cancha por una lesión en el tobillo, lo que no le impidió festejar como un hincha más el 3-2 final. Dato misterioso: cuando estaba por arrancar el segundo tiempo recibió el llamado de “el arquitecto”, situación poco clara que todavía no fue esclarecida.
Luis. 6. Volvió el lateral de la muerte, aquel que había sembrado el terror en las canchas de CITEFA. Firme en la marca, con la agresividad que lo caracteriza fue una pesadilla para los tobillos de los defensores contrarios. Violentamente entonado, chocó con Gonza y sacó de la cancha a su propio compañero. Poco le importó y siguió con su juego brutal y sin fisuras.
Tute. 6. Sus primeros minutos fueron muy bueno, coincidiendo con el gran arranque que tuvimos. Precisión para manejar la pelota, dinámica, se mostró como salida y tuvo algunas intervenciones muy buenas. Después comenzó a perder terreno frente al volante izquierdo rival y terminó medio desdibujado en la primera etapa. En el segundo tiempo como lateral se afianzó en la marca y mostró las cualidades de siempre. Cuando se lesionó Gonza pasó de central y volvió a mostrar su gran versatilidad.
Guille. 7. El experimentado volante central de pocos pelos y flamantes brackets, estuvo en un nivel bastante alto, comparable con una de sus mejores versiones. Nos ofreció parte de su gran show mediatico: se puso el overol para combatir en todos los sectores de la cancha, se peleó con los rivales, increpó a la gente de la mesa, pero no se olvidó de jugar y tuvo activa participación en el segundo gol del equipo. Terminó agotado.
Berty. 8. Genio y figura. Alguna vez hostigado por su pasividad dentro de la cancha, el sabado le demostró a propios y extraños de su vigencia y jugó un partidazo. En el primer tiempo demostró que sigue siendo áquel jugador de buen pie que se mostraba como promesa en los primeros años de Toco: medias bajas, piel en un grosero tono blanco, pelota bajo la suela y la cabeza bien levantada, postal de un verdadero crack. De sus pies, nacieron las mejores jugadas del equipo y no sólo eso: sino que además luchó, mordió y se sacrificó. En el segundo tiempo, jugó con el corazón de la mano; fue el abanderado de la resistencia rojinegra, como si fuese un prócer a la hora de marcar, apretar y jugar. Demostró que está en una excelente forma física y que los esfuerzos de entrenar, de correr, de intentar superarse día tras día traen consigo una recompensa. No queda otra cosa que felicitar a este erudito del balompié, por su carisma y por todo lo que contagia.
Batata. 7. El hombre que nació para ser héroe. Siempre asume la responsabilidad en los partidos chivos de hacer los goles importantes, esos que levantan a los enfermos, esos que enloquecen a los tifosis. Ya es el nuevo ídolo de la hinchada: la gente le dedica sus cánticos, los niños compran sus remeras y las señoritas lo ven como el marido ideal. Juega por todo el frente de ataque mostrando sus condiciones y hacen una dupla explosiva con Diego, que no se veía desde la época de Acosta y Gorosito (para los miramarenses, “the Betou & The Pipou”). Va a camino a dejar su huella en la institución.
Diego. 7. El niño maravilla sigue demostrando su vigencia partido tras partido. Admirado por los propios, temidos por los rivales, el pequeño diablillo ha asumido la responsabilidad de líder futbolístico y mejora partido tras partido con una envidiable contundencia. Sigue siendo una fuente de generación de juego genuina, cuando la pelota pasa por sus diminutos pies la gente se levanta esperando que el pequeño genio frote la lampara.
Kiko. 6. Este jugador ha demostrado que es sinónimo de lucha y voluntad. Nunca se da por vencido, disputa todas las pelotas como si fuese la última y aunque gane algunas y pierda otra nunca deja de lado la fe. Esta creencia fue la que lo llevó a pelear la pelota en el segundo gol y a meter una asistencia tan sorpresiva como azarosa en el tercero. Un delantero de toda la cancha, que lleva los colores en la sangre y que demuestras que está a la altura de las circunstancias.
Nico. 6. Nuevamente, en su vuelta a Capital luego de su estadía laboral en Comodoro Rivadavia, el crédito de Senillosa y Asamblea, dejó de lado sus responsabilidades sociales y familiares, para venir a vestir la rojinegra. Vino con todo su entorno: su hermano Pablo y su perro Indio, lo cual demuestra que le gusta ser parte de Toco y compartirlo con su gente. Futbolisticamente, mostró destellos de su calidad. Metió unas pisaditas con su sello contra la raya.
Sergio. 6. En el primer tiempo asumió la responsabilidad de alentar al equipo desde fuera de la línea de cal. Ni lerdo ni perezoso fue bastante violento a la hora de alentar a sus compañeros, pero cuando el arquero rival le gritó “CALLATE PELADO” se quedó un poco más tranquilo. Cuando Angel pidió el cambio por lesión, vislumbró su chance de demostrarle al guardameta contrario que no solamente puede gritar como un desaforado fuera de la cancha, sino que también es capaz de jugar de lateral y ponerle un cerrojo a su punta. Rapido para el anticipo, preciso para hacer los laterales, entró en un momento caliente del partido y no le pesó la responsabilidad.

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