27 de diciembre de 2009

Toco 3 - Estudiantes 2: Felices Vacaciones!. Gracias por el Fútbol.

Se llegó al final del año. Fueron caminos sinuosos, llenos de turbulencias, pero lo importante, amén de los resultados deportivios, es que el final del camino nos encuentra unidos, con ganas de seguir adelante con este equipo que logramos formar con el esfuerzo y la dedicación de todos. Atrás quedó el fantasma del descenso, los partidos perdidos, para terminar esta temporada bien arriba, con la esperanza de que el 2010, sea nuestro año.

No había mejor manera que terminar el año que jugando frente a Estudiantes. Un partido especial, a pesar de que ellos ya no muestran las caras que mostraban antaño salvo por dos o tres que siempre se repiten. Pero, Estudiantes siempre es Estudiantes, y siempre es lindo ganar, más si es el último partido antes de las necesarias así como merecidas vacaciones.

El partido arrancó como todo clásico: parejo, cerrado, áspero. Toco movía mejor la pelota a partir de la presencia de Fatiga en el mediocampo, que alimentaba con pases interesantes a los volantes y en especial a Diego. Sin embargo, el dominio no podía traducirse en profundidas; las sanas intenciones de Toco se quedaban sin fuerza en los últimos 20 metros. Así era muy díficil lástimar y acercarse con peligrosidad al arco contrario. A pesar de contar con la posesión y el dominio territorial, Estudiantes era más agresivo a la hora de atacar, sobre todo aprovechando la velocidad de su Nro 7. La defensa de Toco hacía agua en la zona izquierda. Así los pelotazos a la espaldas de Gonza y Tute hacían tambalear al equipo rojinegro. Así pasó lo peor, pelotazo a espaldas de Gonza, Tute que no cierra y el 7 rival decreta el 0-1 transitorio.

No era merecido para lo que se había dado entre un equipo y otro. Toco fue en busca del empate, con orden, circulación de pelota pero carecía de profundidad. Igualmente, en tiempo recuperado, se produjo un episodio de misterio propio de una película de Stephen King: gol de Toco, gol de Kiko, que el árbitro lo anula, que el linesman se sentía mal y eso le impedía levantar la bandera. Cuestión final: gol anulado en contra de Toco, fin del primer tiempo con el partido 0-1.

El ambiente del vestuario en el entretiempo estuvo realmente pesado. Los hinchas y los burócratas de la comisión entraron en cólera al ver que se les esfumaba el sueño del empate antes de la finalización del primer tiempo. El panorama no era el mejor, pero el extenso entretiempo sirvió para acomodar las piezas y apuntar el segundo tiempo de la mejor manera para buscar el merecido empate. Diego, el verdadero único heroe entre tanto lío, tomó la posta, tranquilizó a los suyos y fue el abanderado fútbolístico para lograr lo que todos queríamos: la victoria.

El segundo tiempo fue, sin dudas, lo mejor de Toco en el año. A pesar de no poder conseguir rápidamente el empate y de sufrir el 0-2 que parecía lapidario, Toco dio muestras de todo lo que había que tener para dar vuelta una desventaja de dos goles: huevos, carácter y fútbol. Quedaron atrás las protestas excesivas e innecesarias y se jugó teniendo un sólo objetivo: ganar. Leo y Gonza apuntalaron desde el fondo, Fatiga comenzó a mandar en el mediocampo y Diego encontró con el ingreso de Marquitos, su socio futbolistico para dar vuelta el partido.

Creanme que no exagero, el ritmo y el fútbol que impregnó Toco desde el segundo gol rival hasta la finalización del partido fue de un nível superlativo. Todos comprometidos en darle la pelota al compañero mejor ubicado, más una sociedad como la de Marcos y Diego que marcó la diferencia. Fue completo: velocidad, precisión, lujos; Diego que tiraba diagonales como aquellos alfiles picantes de la década del 80y Marcos asistiendo con criterio. Así llegó el penal a Diego que él mismo ejecutó para marcar el 1-2, la preciosa combinación entre Marcos, Eber y Kiko, que Diego definió con tanta categoría que me permite decir que el diminuto delantero es el mejor jugador que hay en el mundo, aunque la gilada y Matute me sigan hablando de Messi, Iniesta o Xavi. Con el 2-2 la gente estaba al borde del delirio, y no puedo describir lo que pasó cuando lo que parecía inevitable sucedió: Marcos, Diego, fútbol total, alegría y un pase cruzado a Kiko, el gran goleador, que definió con la sapienza de un maestro del gol para marcar el 3-2. Fue una ráfaga de no más de 25 minutos, que dejó a todos con la panza llena de fútbol y bien saciados para poder pasar un verano lejos de Toco.

Cuando con el 3-2 en el tantador, el polémico árbitro dio por terminado el partido, jugadores, cuerpo técnico interino e hinchas se vieron fundidos en un abrazo emotivo de esos que no se olvidan. Se había logrado un triunfo inolvidable, enarbolado lejos de las quejas y el sufrimiento, mucho más cerca de la alegría, el fútbol y la pasión. Fue un 3-2 merecido, que se obtuvo gracias al esfuerzo de todos, más la categoría de dos jugadores como Marcos y Diego que son verdaderos artistas del balompié.

Será hasta el año que viene. Seguramente será otro año lleno de alegría, amistad, frustaciones, victorias y derrotas. Lo importante es mantener al grupo tan unido como lo estuvo en el 2009. Los resultados positivos serán solamente la consecuencia de tanto compromiso. Buen año, felices fiestas. Chau, muchachos.

PUNTAJES.

Sergio. 6. No fue muy exigido durante todo el partido. Sus intervenciones fueron buenas, con sobriedad y seguridad. Quedó la sensación en el ambiente que podría haber hecho más en el segundo gol rival, pero quedó claro su compromiso y amor por el equipo. Al final de cuentas, eso es lo que cuenta.

Berty. 6. Debido a las numerosas ausencias en la faz defensiva del equipo tuvo que volver a desempeñarse como lateral derecho. Alternó buenas y malas tanto en la marca como en la proyección. Un pique fenomenal de 50 metros persiguendo al wing izquierdo contrario, le hizo recalentar y fundir el motor. Salió reemplazado y ovacionado por su gente.

Leo. 8. Uno de los pilares del triunfo. Es la piedra ángular de dónde se gesta la defensa. Contagia tranquilidad a los suyos con la categoría que ofrece ante cada corte, cada cruze y cada cabezazo. Se mostró firme en los minutos finales cuando Estudiantes venía en busca del empate y él se transformó en una verdadera muralla.

Angel. 7. En el primer tiempo, tuvo problemas de coordinación con Tute. Por la punta izquierda los pelotazos rivales eran incisivos y preocupantes, de hecho, por ahí llegó el primer gol rival. Despues, con el correr de los minutos, se afianzó y su figura se terminó agigantando en los minutos finales al igual que su compañeros de zaga.

Tute. 7. Al igual que Gonza en el primer tiempo dio algunas ventajas en la marca, pero en la segunda mitad fue la salida elegante del equipo por izquierda, proyectándose con criterio y formando buenas sociedades tanto con Marcos, como con Eber o como cualquier jugador que se movía por su sector.

Sapo. 7. Su primer tiempo como mediocampista fue realmente muy bueno. Muy atindo para cerrar a espaldas del 5, y correcto en la distribución del balón. En el segundo tiempo pasó a jugar de 4, donde aportó lo suyo con el empuje y la determinación de siempre.

Fatiga. 8. Venía haciendo un gran partido en el primer tiempo hasta que el gol anulado hizo que perdiera la cabeza: protestas al árbitro, al hombre de la mesa, a sus compañeros y a cualquiera que pase cerca de su sector. En el segundo tiempo desempolvó el manual del buen volante central y demostró toda su valía: muy preciso en los pases, siempre bien ubicado para recuperar muchas pelotas sin tener que apelar al juego brusco. Un partido para grabarlo y dárselo a los médicos del instituto psiquiatrico en dónde debe realizar un necesario (y merecido) tratamiento durante el verano.

Pachu. 7. A pesar de que una rebelde lesión le persigue desde hace un tiempo no quería perderse el último partido del año con todo el significado que eso tiene. Hasta que su físico le dijo basta fue un verdadero tractor por la zona izquierda, aportándo la dinámica y la velocidad que nos tiene acostumbrado a todos. Estuvo cerca del gol en un par de ocasiones, pero no tuvo la frialdad para tomar la mejor decisión.

Abuelo. 6. La continuidad lograda en los últimos partidos le han dado algo de confianza para mostrar parte de sus atributos fútbolísticos. Deambula en la cancha como un viejo camión rastrojero: una primera decente que le otorga una velocidad interesante en 4 metros (o su equivalente de 5 a 6 segundos) y después deambula por la cancha a motor diesel. Al igual que los viejos móviles, el abuelo nunca te deja a gamba.

Kiko. 7. En estos últimos dos partidos debía demostrar que haber sido elegido mejor jugador del 2009 no se trataba ni de un error electoral ni de una manipulación de los resultados por parte de la comisión. Y lo logró de sobremanera. Primero, aportando el sacrificio de siempre, colaborando con sus compañeros y no dando ninguna pelota por pérdida, y despúes coronando su gran año con el último gol de Toco en la temporada: esperó el pase de Diego, y definió con un remate furibundo al fondo de la red. Estando amonestado se sacó la remera haciendo expulsar, para poder chapear con eso durante todo el verano.

Diego. 9. Genio y figura. Lo suyo fue superlativo desde todos los aspectos. Primero, desde lo anímico, tranquilizando a sus compañeros cuando por el gol anulado se especulaban varios saltos de cadena que podrían haber hecho finalizar la temporada como un bochorno. Y después regalando un segundo tiempo de alto vuelo, lleno de velocidad, gambeta y gol. El penal fue ejecutado con la maestría de un talentoso del futbol, su segundo gol demostró que es fácil (o parece fácil) combinar gol, futbol y buen gusto. En el tercer gol, encaró con decisión demostrando que tampoco es egoísta, sirviéndole a Kiko la posibilidad de llevarse toda la gloria. Su nível fue magnífico, demostrando que es el mejor jugador que pisó alguna vez las desparejas canchas de CITEFA.

Marquitos 8. Si Diego tuvo una tarde mágica fue, en gran medida, porque Marcos fue su compadre dentro de la cancha. De volante derecho no tuvo tanta gravitación, pero una vez que lo liberaron y jugó a espaldas del mediocampo rival, dió una verdadera lección de fútbol. Inteligente para desmarcarse, lúcido para entender cada una de las diagonales de su socio y asistirlo siempre de la mejor manera. Su ingreso fue determinante siendo responsable de la levantada del equipo.

Eber. 7. El muchacho especial que fue transferido al fútbol del interior, que vive en el Calafate y, sorprendentemente, no conoce el glaciar. Volvió con los atributos que lo hicieron famoso: entrada en calor con los lentes de sol puestos, sumado a una velocidad supersónica capaz de abrir o preocupar a cualquier defensa. Su mejor versión se vio jugando como carrilero izquierdo, encarando con mucha decisión.

Cobany. 7. Entró solamente para vender un poquito de humo, a pesar de estar lesionado de su rodilla y no figurar en la lista de convocados. Demostró su compromiso con la causa saliendo a jugar ante la lesión de Pachu, y si bien no repitió la buena actuación del otro día, ingresó con el partido 1-2 y se retiró con el encuentro 3-2. ¿Mito, leyenda o realidad?.

Matute. Una de las pruebas de los burócratas de la comisión pensando en el 2010. Ante la imposibilidad de Junior de despedirse en el banquillo (a días de la finalización de su contrato), Matute tomó las riendas del equipo demostrando una personalidad extraña para ser un entrenador. Poca relación con los jugadores, bochornosa charla técnica (que sufrió la censura de la comisión), pero cuando estuvo sólo y tuvo tiempo para decidir, metió los cambios necesarios para dar vuelta el partido. ¿Se encontró el técnico para la próxima temporada?. Una incógnita con todo un verano por delante para ser revelada.

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