1 de mayo de 2010

DOS AL HILO.

Hacía mucho que Toco no ganaba dos partidos seguidos. Tanto, que no lo recuerdo. Quizás en la primera parte de la era Muszkat, cuando el equipo respondía y también se ganaban puntos en el escritorio, o bien en la época dorada de la era Junior, pero a pesar de los dos triunfos seguidos que deben (y seguramente serán) bien festejados, lo importante es que de a poco el equipo va encontrando una fisonomía, un juego colectivo, que, con errores y aciertos, se está empezando plasmar en la cancha.

Con la ausencia de Diego, y su capacidad futbolística y goleadora, el partido tenía que ser sacado adelante por el equipo, tal como se planteó en la "charla técnica revelde (no es un error de ortografía, sino que va con V corta). Y así, fue, se jugó el partido que tenía en mente y eso me puso muy feliz. Toco, el Toco-equipo, empieza a tomar forma: una defensa en donde Gonza y los laterales se parecen tres perros feroces, comandados por ese amo elegante que se llama Leo, Guille siendo el patrón y el centro neurálgico del equipo y despues, variantes: el espiritu combativo de Junior, la juventud de Tute, la clase del Loro, la explosión de Eber y Pachu, la potencia de Emi y Bata, el talento del Toti, la inteligencia de Kiko, las genialidades de Diego, las ganas del Abuelo, el carromato de Berty y de Lavezi, la polenta del Sapo y no se si me olvido de alguien, pero da la pauta de todas las variantes que este equipo puede ofrecer, desde los nombres.

El partido fue, como dije anteriormente, tal cual lo había pensado. Un Toco protagonista, teniendo la pelota, intentando ser prolijo, con una delantera intentando preocupar a la última línea rival. Nos costó en ataque, es cierto, pero compensamos con ganas y voluntad para ir a buscar el partido. Se tuvieron situaciones en las dos áreas, en la nuestra el Gordo mostró lo que es un golero con experiencia: pocas intervenciones, pero buenas y en el área rival, se llegó hasta el fondo, aunque por diversos motivos no se pudo marcar. A pesar de ello, Toco tuvo el dominio del partido, a nível territorial y en la posesión.

En el segundo tiempo, se repitió la historia. Toco intentaba, era superior a su rival, pero le costaba mucho desnivelar y la solución estuvo en el banco. Los ingresos de Junior, Toti, Abuelo, Berty y Batata, le dieron vitalidad al equipo, y sólo faltaba meter la pelota en el arco. Y apareció el capitán, en toda su dimensión, para meter un gol de 35 metros que demuestra porque todos decimos que Junior tiene futuro en el fútbol inglés: recibió la pelota y sin dudar tiró una bomba que se elevó por las alturas, para bajar de golpe y meterse por detrás del arquero rival. 1-0.

Con la ventaja en su poder, Toco mostró nuevamente capacidad para manejar el partido. La defensa activó los sensores, y volvió a ser pilar fundamental de la victoria: los perros feroces atacando a los rivales, y Leo mostrando toda su jerarquía. Así, el equipo se tranquilizó y comenzó a hacer circular la pelota, con Toti, con Junior, con buenas intervenciones de Berty y con la polenta de Batata arriba. De una gran jugada colectiva, entre el mediocampo, Luis y Berty, se disparó el pase al Abuelo, que tuvo una carrera que fue eterna, pero la definición fue más eterna aún: bola lenta, pero precisa, para decretar el 2-0 y la gran alegría del pueblo rojinegro, que se puso contento no sólo por la victoria, sino por el Abuelo, el hijo prodigio de esta institución y este grupo.

Cuando parecía que el partido se definía, llegó sin embargo, los momentos más tensionantes de la tarde: patadas criminales de los rivales, la angustia que nos ofreció el grito desgarrador de Junior en una disputa, las peleas de los contrarios con la parcialidad de Toco y muchas situaciones que pusieron la temperatura del partido bien alta. Así, en plena ebullición, llegó el pitido final del árbitro y la algarabía de toda la gente rojinegro. Porque, señores, este fue un triunfo de todos: de los que jugaron, de Lavezi que lo tocó no entrar, de Matute que metió los cambios (y tuvo una gentileza con el cronista), de Sergio que se animó a copar la parada y de Brady y Jimmy que se dedicaron a flotar. Primero de Mayo, triunfo de Toco, el General seguro estará brindando en el cielo.

Goles (nueva sección)

ST. 15 minutos. 1-0. Junior. Bello remate bombeado desde casi treinte metros. El arquero, enceguecido por el sol, no tuvo nada que hacer. Buen festejo, bastante emotivo. Asistente: no hubo.

ST. 30 minutos. 2-0. Abuelo. Gran pase de La Gran Bruja Berty, asistiendo al Abuelo quien con carrera lenta y remate más lento aún, desconcertó al arquero rival. Buen festejo, por este chico que se lo merece. Asistente: Berty.

Uno x Uno.

Gordo. 7. Sobriedad. Interviniendo las veces justas y necesarios, mostró su mote de arquero experimentado. La más dificil fue un mano a mano en el primer tiempo, cuando mostró reflejos de gato y puños de boxeador, para responder ante un tiro franco de un rival.

Cobany. 6. En el primer tiempo se lo notó con algunos problemas en la marca, sobre todo cuando el "pájaro" rival iba por su sector. Despues de afianzó en la marca y mostró destellos en la proyección. Sus laterales mejoraron notablemente: sus entregas con las manos son limpias, precisas y a la velocidad justa. Quizás gracias a sus pequeñas manos.

Leo. 7. Amo y señor de la defensa. El amo de llaves del equipo, Él va dónde el equipo lo necesita, cierra con presencia, y además se da el lujo de mostrar toda su elegancia. Jugó con fiebre, pero demostró porque es el mejor líbero del mundo.

Gonza. 7. Hombre rudo, de pocas pulgas, mostró toda su temple para redondear un partido bueno. Bien en el mano a mano, seguro en el juego aéreo, fuerte en la marca y correcto para entregar bien la pelota. La dupla central está afianzada y cada vez juega mejor.

Luis. 7. Otro de los puntos altos del equipo: segurísimo en la marca, mostrando que es realmente muy díficil pasarlo: es rápido, fuerte, y tiene un juego aéreo que lo ha ido depurando con el correr de los años y la caída de los pelos. Para destacar su centro del zurda al corazón del área.

Pony. 7. Aferrado a su perfil bajo, el Pony va demostrando partido a partido mejoras muy interesantes en algunas cuestiones importantes del juego. Si bien juega de 8, estamos ante la presencia ante uno de aquellos jugadores que Bilardo mató: el wing. Wing derecho, pegado a la raya, veloz, encarador, con fuerza para desbordar en velocidad y tirar el centro. Como Alzamendi, como Escudero, o aquellos jugadores que siempre son recordados por nuestros padres con devoción.

Guille. 7. El centro neuralgico del equipo. Es importante, cuando la pelota pasa por sus pies el equipo comienza a tomar forma. Agarra la pelota y escoge, a veces bien y a veces mal, pero trata de darle volumen y sentido colectivo al equipo. No estuvo preciso en los bochazos largos, pero fue pilar fundamental.

Tute. 6. Lo suyo fue de mayor a menor. Empezó bien, inquietante, movedizo, con buenas participaciones y hasta llegada al área. Es cierto también que no está en su mejor nível, para mi es uno de los mejores laterales de CITEFA, pero anda en un pequeño bajón futbolístico como nos ha pasado a todos en nuestra vida. No tengo dudas que va a volver a ofrecer su mejor versión.

Loro. 6. Estuvo en duda hasta último momento. Una fuerte tortícolis casi lo deja afuera del partido, y su inclusión fue más una movida anímica que futbolística, si bien no estaba para jugar, que el Loro esté en la cancha es vital para todos.

Kiko. 6. Anda con la pólvora mojada. Los delanteros viven del gol, así como los seres humanos vivimos del asado, la birra y el sexo. No puede hacer ingresar la pelota en la portería rival y eso le está jugando una mala pasada. Juega nervioso, acelerado, como que le está faltando algo con lo cual no puede vivir. Igualmente, mostró las ganas y la inteligencia de siempre para ocupar bien los espacios vacíos. Tuvo sus chances, no las concretó, pero es importante generarlas.

Pachu. 6. Otro que llegó con nanas hasta último momento. Su salida por lesión en el anterior encuentros tendieron un manto de dudas sobre su participación en este partido. Fue de punta, intentó gravitar encarando con su explosión y su fama de "pibe golosina". Ganó y perdió con los defensores rivales por parte iguales, pero además colaboró mucho con el equipo presionando sobre la salida del rival. Muy acertado en los corners, algo que también ha ido mejorando con el correr de los años.

Abuelo. 7. Primero, no hay que olvidarse de una cuestión generacional. El Abuelo es mucho más pequeño a nível edad que mucho de nosotros, no hace tanto tiempo que juega en cancha grande y si bien tiene muchas condiciones (tiene un lindo pique corto, cabecea bastante bien y, lo más importante, entiende bien el juego) todavía le falta definirse como jugador de fútbol. Quiere ser un 9, le falta más polenta física y jugar mejor de espaldas al arco. Quiere ser un segundo delantero, tendrá que trabajar en la velocidad y su gambeta, que a veces resulta endiablada. Lo importante es que entró con las ganas de siempre y tuvo la oportunidad de marcar el gol que cerró el partido. Me pone muy contento por él, un pibe que viene siempre y se brinda por completo por el equipo.

Junior. 7. El gran capitán asumió, primero, una actitud ejemplar: luego de dos partidos de ausencias por motivo de sus merecidas vacaciones, se ofreció a dejarle el lugar a los que habían estado viniendo. Eso lo pinta de cuerpo entero: un hombre, con excelentes valores, como debe tener un gran capitán. Ingresó en el segundo tiempo, y como Dios a veces se acuerda de los hombres buenos, le dio su oportunidad: bombazo y golazo para abrir un partido cerrado. Después dejó todo en cada pelota, como siempre.

Toti. 7. Entró y le dió una inyección de fútbol al equipo. Su talento es innegable, y aunque lo ofrezca en pequeñas dosis, contar con un jugador con su calidad e indolencia, le da al equipo un plus especial. Se mostró para pedir y manejar la pelota, siempre dándole un destino correcto al balón. Ademas, tuvo una atención con el cronista, quién lo tiene entre sus fetiches.

Bruja Berty. 7. Ingresó y, al igual que Toti y Junior, le dio al equipo una inyección de fuerza y determinación. Volvió a su viejo lugar, la banda izquierda y lo manejó con mucha autoridad, a puro carromato. Además, mostró parte de su talento con una asistencia magnífica con tres dedos al Abuelo en el segundo gol.

Batata. 7. Ingresó y le dió pimienta al ataque. Cada vez que encaraba los rivales debían frenarlo con foul, en algunos casos con patadas arteras malintencionadas. Hizo expulsar a un rival, se mostró siempre como alternativa de pase, rotando por todo el frente de ataque. Tuvo la chance de marcar, pero su remate se fue algo desviado.

Lavezi. Párrafo especial para este legendario carrilero que tuvo el notable gesto de dar su lugar debido a la gran cantidad de cambios. Se lo nota metido, con ganas de recuperar su mejor forma física y volver a ser parte fundamental del equipo. Te esperamos el martes, para que no bajes los brazos y sigas por el camino de la fisuras y las ganas.

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