23 de febrero de 2009

Crónica de un fin de semana agitado

Como año tras año, temporada tras temporada, el grueso del plantel de Toco y me voy, se alejó de los flashes y los "pacmans" mediáticos, en busca de la meditación, la camadería y la fisura. 20 almas (jugadores, cuerpo técnico e hinchas dejaron sus preocupaciones de lado, y jugaron a ser niños: a volver sentir la adrenalina adolescente y, entre alcohol, risas y excesos, volver a lo que alguna vez fuimos y nunca tenemos que dejar de ser.

Gracias a la siempre inpecable organización por parte de la familia Vilas, con la correspondiente fiscalización de la Comisión y la colaboración de todos, surgió un evento que promete ser inolvidable. Seguramente, pasarán muchos días desde este fin de semana y seguiremos recordando frases, anecdotas, situaciones, que quedarán siempre grabados en nuestras retinas y nuestros maltratados cerebros.

El Partido

Los esfuerzos de la directiva fueron realmente destacables para poder organizar el partido. La deserción de varios jugadores a Gualeguaychu, más el clima lluvioso que azotó gran parte del viernes a la Capital Federal, puso en duda la realización del partido. Pero esta Comisión cumple con todo lo que se propone: sólo vastó con algunos sobornos bien marcados y definidos, para que el partido se haga. Con el equipo emparchado (pero también con varios titulares), el equipo rojinegro salió decido a buscar en buen resultado, para despues poder festejar en el complejo magdalenense. Muszkat, preocupado por la actualidad del equipo y viendo que su crédito cada vez está más desgastado, se propuso revolucionar el fútbol mundial con un 4-3-3 que prometía ser voraz y destructivo. A pesar de un buen comienzo, en donde el equipo dominó la pelota en base a presión, el conjunto sintió el impacto del primer gol rival, luego de una gran jugada en ataque. Toco tuvo algunas chances para convertir en los pies de Kiko y Loro pero ambos fallaron en el último toque. Peor aún fue cuando el Nro 10 rival ejecutó magistralmente un tiro libre, marcando el 2-0 con el cual terminó el primer tiempo. En resumidas cuentas, aquellos 40 minutos volvieron a mostrar más dudas que certezas. Evidentemente, todavía falta un largo trecho para llegar a tener un equipo al menos respetables: tuvimos problemas en defensa, seguimos desacomodados en el medio y no tenemos la pimienta necesaria para lastimar a las defensas rivales. Esperemos que con el correr de los partidos, podamos ir mejorando individualmente, poniendo más actitud dentro de la cancha, para poder revertir la imagen futbolística que, hoy por hoy, deja bastante que desear.

El segundo tiempo no fue partido. Con la cabeza en Magdalena y en la fisura posterior, el equipo decidió cuidar sus piernas: se sabía que se venía una tarde-noche muy brava, con una alta exigencia desde lo físico y lo emocional. Por eso el DT decidió cuidar a muchas de sus figuras para la noche y eso, sumado a la velocidad inexplicable del 9 rival, produjeron el 0-6 final con el que terminó el partido.

El arribo.

Luego del partido, los extenuados jugadores del equipo rojinegro se repartieron en los autos para continuar con esta aventura y en una larga caravana emprendieron su viaje al destino final: Magdalena. El arribo a la ciudad fue cordial como casi siempre: algunos de los jugadores son verdaderos ídolos por aquellos lares y cada vez que visitan la ciudad no paran de ser reconocidos. Firmar autografos, besar niñas y abuelas es moneda corriente cada vez que el plantel arriba a esta localidad del conurbano. Luego de un poco de floteo en el centro, el equipo arribó al complejo que tiene el equipo. Realmente, se ve el esmero, la dedicación y el amor que tiene la familia Vilas con el campus que el equipo posee en Magdalena: las instalaciones están perfectas, cuidadas, con un parque ideal para hacer trabajos tácticos y con pelota. Cansados y con un hambre desvastador a causa del partido se empezaron a definir cuestiones vinculadas con la noche y cuando el reloj marcaba las 18.15 los altos responsables del evento dieron la orden de hacer un asado, que prometía ser interminable.

6hs y media de Lluvia, asado y floteo.

El hostil clima lluvioso de Magdalena, sumado al hambre por haber ocupado el horario del almuerzo con un partido de fútbol, llevaron al grueso del plantel y la dirigencia a organizar la realización de un asado largo y continuo. Perico, Pachu y Berty fueron los jeques a las hora de las compras, dispusieron del dinero recaudado y decidieron comprar embutidos, achuras y carne a granel. Cuestión que a las 19hs ya el fuego estaba prendido, la gente, impaciente, mostraba su necesidad de poder ingerir algo sólido para calmar la bravura de su hambre. Ahí fue cuando Perico (denominado por muchos el "rey de la picada") decidió terminar con la apatía, haciendo una picada contundente. Salames, quesos, jamón, Morcilla (una vez más, la "reina" de la noche, sobre todo en su versión "dulce") más unas salsitas gourmet de este arquero, devenido cheff. Cuestión que el delirio se apoderó de los presentes cuando se dió la tan ansiada orden de ataque. Un verdadero vendabal de muchachos hambrientos atacaron lo que con tanto esmero habían tardado en preperar. Toda esa presentación decorativa se fue al carajo cuando este grupo de "Gurkas" se avalanzaron sobre la mesa para terminar con una picada en 15 minutos. Creanmé, fue algo devastador, nunca visto.

Luego de saciar parte de su hambre con esta contundente picada, el plantel volvió a las actividades de relajación y tranquilidad. Algunos se decidieron por la playstation, otros por la televisión, mientras que algunos otros se dedicaron a apreciar y destacar las habilidades manuales de Perico, un artesano en lo que se refiere al uso de las manos con un propósito definido. Los únicos que no descansaron fueron el Nene y el Gordo, quienes se hicieron cargo de la parrilla, a pesar de la lluvia. Ambos mostraron gran capacidad para interactuar con las brasas y las carnes, solamente mostrando debilidad cuando pusieron la carne, pero no tuvieron en cuenta colocar el carbón debajo. A pesar de esto, fue todo un lujo: la comida, la bebida, la compañía y el servicio. Ya con el plantel completo (gracias a los arribos de Koke, Matute, Toso y Diego) y con la panza llena, entramos en esa dimensión donde todo es más oscuro y peligroso, y en donde el grupo se mueve realmente como pez en el agua.

La tan ansiada oscuridad.

Con la panza llena y el corazón contento, el plantel comenzó a planear y a vislumbrar lo que sería la noche. Como muchos saben, las noches de este grupo es como un cuento de hadas: pasadas las 0hs y entrada la madrugada se comienza a generar un ambiente de oscuridad bastante marcado en cada uno de los integrantes hasta llegar a los níveles más insospechados de fisura. La lluvia, que trajo aparejado la suspensión del carnaval en el corso de Atalaya, fue el puntapié inicial para que la noche de los pibes sea diferente: instrospectiva, de "puertas adentro". A medida que iba pasando las horas las caras de todos los integrantes del plantel se iban desdibujando. No se salvaba nadie: directiva, jugadores, cuerpo técnico e hinchas se esforzaban para destruir aún más sus maltrechos cuerpos. Algunos intentaban aparentar un estado de entereza a partir de alguna ducha regenerativa o alguna siesta rapidita, pero todos ya estaban inmersos en una realidad que no podía transformarse.

En este contexto, era lógico que comienzen a ocurrir situaciones tensas e indeseables. Se fueron generando problemas serios en la zona de los baños: "frenada de camión", "balas de cañon" fueron algunos de los términos que se utilizaron para describir la situación de la zona de baños. Incluso un integrante de la cúpula directiva fue acusado de "bostear" toda la zona de sanitarios, que se tornó inutilizable como consecuencia de esos cuerpos abatidos. Pero todavía no había llegado lo mejor. Tanta preparación, tanto asado y tanta "previa" tenían un claro objetivo final: insertar al plantel dentro de la noche Magdalenense, retirandose un poco de ese hábitat tan maligno e intentando adaptarse a la vida en sociedad. No parecía ser posible, pero siempre hay héroes dispuestos a cambiar la realidad.

Héroes del Whisky.

Una vez escuchada la orden del "nos vamos", fue sorprendente ver la capacidad que tuvo el grupo para acatar una indicación y en tiempo récord levantar algo que parecía desvastado. Se notaba gran entusiasmo en el grueso de la plantilla en conocer la siempre cálida y amable noche de Magdalena. El grupo partió en sendos autos manejados por conductores totalmente ebrios, agradeciendo que la movida de la "alcoholemia" no llegó todavía al conurbano platense. El primer destino del grupo fue el bar de siempre, áquel en donde siempre hemos malgastado nuestro tiempo y destruído neuronas. Sorprendidos por los precios accesibles, el grupo dominó la barra del lugar jugando a ser extranjeros adinerados y comprando bebidas alcohólicas de todo sabor. El consumo de este grupo de ebrios profesionales fue tan impactante que el PBI de Magdalena tocó sus níveles records, gracias a la fuerte inversión de estos verdaderos empresarios de la bébida.

Sin embargo, y a pesar de los precios, la gente brillaba por su ausencia. En eso, entra Berty y bate data: "fiesta gratis acá nomas". Urgidos de ver gente, el grupo nuevamente volvió a levantar campamento y buscar su nuevo destino. Se prometía buena música, señoritas (solamente para los "galancitos" del grupo) y mucho alcohol. Sin dudar, el plantel dejó su lugar de privilegio en el bar, embarcandose en su nueva aventura.

Al llegar al lugar llovía copiosamente. El alcohol había afectado seriamente el estado de los integrantes del plantel, que no iban a estar preparados para soportar otro fracaso. Era la última chance que daba la noche: era esa fiesta o volver a la casa y, ahí si, caer en la oscuridad total. Se jugaba mucho el grupo en esta movida, y no podía salir más. En el lugar verdaderamente había gente. Evidentemente, todos los lugareños habían ido ahí en busca de diversión y la gente de Toco no podía quedar afuera. Nuevamente, la noche nos ponía un desafío por delante. Se armó un doble grupo dentro de la boite: por un lado aquellos que prefirieron quedarse afuera, al resguardo de la lluvia, pero teniendo más acceso al aire puro que suele dar este lugar. Pero hubo otro grupo (mucho más radicalizado) que decidió insertarse dentro de la sociedad y el mundo magdalenense. Fueron aquellos que se sorprendieron nuevamente por los módicos precios y por la facilidad que presentaba la barra a la hora del regateo y la promoción, llegando a vender 4 tragos a 20 pesos, emulando a las epocas cuando los tragos valían 5 pesos y uno con 40 pesos, se podía agarrar un pedo para soportar todo un campeonato.

Pero hubo un momento clave en la noche. Un momento que quedará inmortalizado siempre en nuestras retinas y corazones. Fue cuando el grupo más radicalizado de la plantilla (liderados por el Capitán y otro mediocampista de dudosa reputación) salieron del establecimiento bailable clase C, con una botella de un Whisky importado en la mano. Gritos, cánticos, algarabía: el resto del grupo se solidarizó con esta gesta histórica y comenzó una especie de ritual bajo la lluvia, con gente bailando como dementes, con un grado de felicidad incomparable, gracias a estos héroes que sacrificaron la vida y sus higados por dejar la reputación de este grupo bien arriba. La botella fue un obsequio por parte del barman del lugar, agregando un: "muchachos, me quedé sin Whisky. Llevense la botella porque se la tomaron todos ustedes". Ni lerdos ni perezosos, los Heroes salieron con su botín de guerra, para mostraselos a sus amiguitos. De repente todos (plantel, cuerpo técnico, hinchas y directiva) se encontraban en medio de la pista de la boite, festejando vaya a saber uno que.

A partir de ese momento tan alto y tan euforico, era de esperar que empieze la debacle del grupo: solo faltaría ver que tan abajo se podía llegar. Era también un desafío importante, despues de tanta euforia y fiesta, la caía puede llegar a ser estrepitosa. Y así fue. Daba pena ver a prestigioso mediocampista y miembro de la comisión arrastrado por el piso buscando "vasos largos" para su flamante casa. Ni hablar del carismático carrilero izquierdo quien hizo las veces de remisero llevando a las chicas que salían de la boite en su auto, a cambio de 3 pesos, sin dejar que ninguno de sus compañeros de equipo interfiera. Igualmente, no se salvaba nadie: jugadores, cuerpo técnico, dirigencia, hinchas y allegados se mostraban abatidos por un ritmo de alcohol y excesos que nadie en el mundo puede manejar. Cuando todos vieron que la imagen del plantel ya era denigrante, lo más cuerdos decidieron la salida y el retorno al campus. Muchos ya no podían manejar sus vehículos, pocos podían mantenerse en pie. La situación era por menos escandalosa. Sobre todo, cuando uno de los autos tuvo que detenerse para que uno de los héroes despida el diablo que llevaba adentro. Parada tras parada, fisurado tras fisurado, el grupo volvió a la casa con muchos heridos, pero sin ningún muerto.

La llegada a la casa fue traumática. Los pocos que quedaban con resto fueron a hacer unos movimientos técnico-táctico a la cancha (si, todavía algunos fisurados tenían ganas de jugar a la pelota), otros se dedicaron a comer lo que había sobrado de la cena (bajoneros) y los demás se arrastraban como podían a sus apocentros. Era una imagen terrorífica: gente tirada en el piso, dormida y fisurada. Algunos se fueron a dormir a sus autos. Otros que volvieron a hostigar al baño, al pobre baño. Unos pocos quedaron charlando, rememorando los momentos vividos, hasta que se fueron durmiendo muy de a poco. La noche había llegado a su fin. Las consecuencias se veían en los rostros, y se esperaba un domingo muy severo.

Asado, Fisura y Partida

Por fin llegó el domingo. Muchos creían que ese día que Dios eligió para el descanso y la resaca nunca llegaría. De a poco los integrantes del equipo se fueron levantando. Primeros, aquellos que le cuestan conciliar el sueño y despues se iban levantando en forma directamente proporcional a su estado la noche anterior: los más fisuras más tarde. Como si hubiese sido poco, el Sr. Berty se propuso hacer un asado desafiante para el aparato digestivo de cada uno de los jugadores. Costó, es cierto. Muchos se refugiaron en las bondades de la Morcilla, pero cuando apareció la carne, muchos se recompusieron mágicamente de la resaca, y comieron como este grupo lo acostumbra.

No había tiempo para mucho más. Ya había sido mucho. Todos los integrantes de la comitiva decidieron de manera unánime de darle un final a todo esto. Se procedieron a la foto de rigor, los saludos de rutina, con la satisfacción de cada uno de haber dejado todo. Se nos fue un nuevo tour a Magdalena, esta vez sin comparsa, música carnavalesca ni rey momo, pero con la satisfacción de que un nuevo año que comienza nos encuentra unidos y más amigos que nunca.




CAST


Perico......................Artesano/Constructor/Guitarrista
Kiko........................................................Organizador 1
Berty.......................................................Organizador 2
Pachu.......................................................Organizador 3
Nene................................................................Asador 1
Gordo..............................................................Asador 2
Totti..................................................Heroe del whisky 1
Junior................................................Heroe del whisky 2
Gonza................................................Bosteador de Baños
Guille.........................................................General Fisura
Koke..........................................................Mister Fernito
Fari...........................................................Dancing Queen
Santi..........................Miembro honorífico de la Hard Line
Matute.......................................................Vieja Guardia 1
Toso..........................................................Viaje Guardia 2
Luis............................................................Vieja Guardia 3
Muro........................................................Vieja Guardia 4
Bruno..............................................Bajonero de Domingo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Guille, sinceramente impresionante, no podia parar de reirme, especialmente en la parte de "bostear"


Abrazo, Kayko