24 de mayo de 2010

Se acabó

Toco 0 - 100 de Morta 2

Y algún día tenía que llegar. La cuatro victorias al hilo, los goles, las buenas actuaciones, el ascenso en la tabla de posiciones, gracias a la clara mejora mostrada por el equipo tuvo su final en un mediodía gris. 100 de Morta fue el verdugo, un equipo que deambulaba en la mitad de la cancha, pero que siempre complica a Toco: un equipo ordenado, algo liviano, pero con mucha movilidad y jugadores de buen pie, que se llevó un triunfo en un partido chato, cerrado, en dónde el premio fue para el equipo más oportunista y efectivo.

Fue una derrota que nos paró un poco el carro del triunfalismo. Hubo motivos, no muchos, al fin y al cabo fue un partido parejo, cerrado, que se definió con un gol de pelota parada y uno casi al final del partido. Sin embargo, Toco volvió a sufrir la ausencia de su máxima figura. Sería necio no entender que sin Diego, Toco se transforma en un equipo con buenas intenciones, pero sin la dosis de talento necesario para lastimar a las defensas contrarias. Es una cuestión propia del juego: la pequeña maravilla tiene ese don para sacar un gol de la galera y sin él, nos cuesta traducir dominio en la red. Nos pasó contra Independiente (dónde nos golearon), nos pasó también contra Borussia (dónde ganamos) y nos pasó contra 100 de morta con los cuales perdimos ajustadamente.

Sin embargo, hubo un antes y un durante, hubo un partido. Como ya dijimos un partido parejo, sin muchas emociones. 100 de Morta manejó mejor la pelota en los primeros 20 minutos, gracias a la movilidad de sus volantes, aunque no podía vulnerar a la última línea de Toco, siempre bien parada y atenta. Cuando Junior y Guille hicieron pie en la mitad de la cancha, el partido se hizo más parejo, Toco comenzó a manejar un poquito más la pelota, pero no tuvo la justeza necesaria para causar peligro en la defensa rival. Toti y Loro erráticos con los pases, Pachu demasiado recostado sobre la punta izquierda (desaprovechando al lateral "vikingo-jamaicano", que no se mostraba muy eficiente en la marca) y Kiko quedaba desconectado del circuito de juego del equipo. Así, Toco recuperaba la pelota, pero la perdía rápidamente.

El gol llegó (cuando no) luego de una serie de desatenciones defensivas. Primero, una pelota que no fue despejada a tiempo, un foul que dejó muchas dudas, un centro al corazón del área, otra vez las falencias para marcar en los centros, y a cobrar 0-1, un resultado que no era merecido pero que era un justo castigo para los rojinegros. En el fútbol, el que se equivoca, pierde. Herido en su orgullo Toco equiparó el partido, presionó más y mejor, jugó en campo rival, pero nunca tuvo la lucidez suficiente para superar a la defensa rival que se mostraba segura.

En el segundo tiempo, Sergio (en calidad de DT interino por la ausencia de Matute), movió un poco el banco: mandó al Abuelo a la cancha por el lesionado Kiko. Pero el cambio no tuvo efecto inmediato, no así cuando Batata fue a la cancha, quién con su potencia y velocidad, demostraba que la defensa rival no era tan segura como parecía. Algunos desbordes interesantes del oruindo de Palermo hacían parecer que el empate era posible. Pero, Toco equivocó los caminos, fue preso del apresuramiento y de sus propias limitaciones. Apostó al pelotazo salvador como único recurso, no hubo posesión, ni secuencia de pases, ni nada de lo que se había mostrado en los partidos anteriores. Entonces, era cuestión de azar: un desborde de Batata, un débil cabezazo de Pachu y la jugada del final: centro al área, algunos rebotes y el arquero rival que jugándose su propio pezcuezo, evitó lo que hubiese sido el empate.

El resultado fue justo. Jugamos mal, ellos aprovecharon su chance y marcaron el gol casi sin proponerselo. No hay reproches ni nada para comentar, hay que aprender, mejorar y volver a la senda del triunfo. Lo único que debe mejorarse fue la imagen del final del partido: pueden haber discusiones dentro de la cancha, gritos, indicaciones, "intercambio de opiniones" entre 11 tipos que están tirando para el mismo lado, pero nunca podemos llegar a prepotear a un compañero dentro de la cancha, y menos si se produce la desatención total que permitió a 100 de Morta marcar el gol definitivo.

Hay que olvidarse lo más rápido posible de este partido, mirar para adelante, mejorar y volver a la senda de la victoria, animándose a jugar, sin perder la calma, aún cuando las cosas no salen como queremos. Es la materia que nos queda pendiente para recibirnos como equipo, en las buenas y en las malas.

Goles
0-1. Producto de un foul dudoso. Centro al corazón del área, miradas encontradas, desatención total. Otro gol en contra originado de una pelota detenida.
0-2. Epilogo del partido. Discusión entre dos jugadores de Toco, desconcentración y caos aprovechado por los rivales.

Puntajes.

Gordo. 6. De lo más parejo del equipo. Nada que hacer en los goles, deslumbró con una atajada tremenda con el pie.

Luis. 5. Alternó buenas y malas. En algunas jugadas ganó, en otras perdió, pero puso el empeño y las ganas de siempre.

Leo. 6. Atento para llegar a todos los cruces, a pesar de la velocidad de los delanteros rivales. Se pudo haber aprovechado su capacidad en el juego aéreo en el área rival, pero los envíos no fueron de lo mejor.

Gonza. 6. Otro que no se complicó a pesar de la velocidad de los delanteros rivales. Expeditivo, no deslumbró, pero tuvo pocos errores.

Tute. 6. Se mostró como salida, proyectándose con criterio y decisión. Algunas jugadas las terminó bien y otras mal.

Junior. 6. Aportó la dinámica y la inteligencia de los otros partidos. Un motorcito para recuperar y tratar de jugar con claridad. Con su salida se resintió mucho la estructura del equipo.

Guille. 5. Le costó mucho contra la movilidad de los mediocampistas rivales. Tuvo una muy buena segunda mitad del primer tiempo, dónde fue el patrón del mediocampo. Después se diluyó junto con el equipo.

Toti. 4. Impreciso, errático, desconocido. Le costó jugar contra la banda y entrar en sintonía.

Loro. 4. Ante la ausencia de Diego recaía en sus espaldas la generación de la fantasía, del toque diferente. Estuvo muy impreciso y no pesó en el juego.

Pachu. 5. En el primer tiempo jugó muy recostado sobre la izquierda. Bien tomado por el lateral de ese sector, no pudo hacer valer su habilidad. En el segundo tiempo, rotó más por todo el frente de ataque, tuvo más participación, pero no estuvo exacto en la definición.

Kiko. 5. Quedó muy desconectado debido al poco volumen de juego desarrollado por el equipo. Se movió insistentemente, pero no pudo contar con chances claras.

Abuelo. 5. Igual que Kiko, entró en el baruyo propuesto por la defensa contraria. No supo como plasmar su juego.

Batata. 6. El más peligroso de los hombres de ataque. Desbordó con insistencia, buscó el arco el reiteradas ocasiones, pero sus remates siempre se fueron desviados.

Berty. 4. Su producción no fue mala. Intentó darle al equipo roce y fuerza física, pero tuvo dos reacciones desmedidas: una con el árbitro (ganándose la amarilla) y otra con un compañero (en dónde debería haberse ido expulsado).

Jimmy. 5. La vuelta del paradigma de la "nueva generación de galancitos". Aprendiendo mucho de tipos como el Cobany (figura fuerte de los galancitos del siglo pasado) da muestra de su amor por la moda usando un extraño spray para aromatizar sus zapatos de fútbol. Se le notó la falta de fútbol, pero de a poco va a retomar su verdadero nivel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buen Blog , Saludos ^ ^