COMISION INVESTIGA - 1RA PARTE

Por suerte, pude leer al arrepentido y me dio ánimo y ganas para hablar. Lo que pasa en Toco no es moco de pavo: hay muchas rencillas, muchas más de las que se saben. Miren lo podrido que está todo: al actual ídolo de la parcialiad (con apodo de ave) lo trajo el anterior entrenador. Empezó con todo, pero a medida que fue conociendo a sus compañeros se fue degenerando. Es tan claro: el tipo metía un gol por partido, cambió de representante y ahora hace bastante que no mete un gol".

Las declaraciones de otro de los arrepentidos demuestran que la actualidad de Toco no es tan clara como parece. Los 4 puntos obtenidos en este torneo (en los últimos 6 jugados) dan la pauta de las fracturas que se viven dentro del conjunto rojinegro. Celos, traiciones, todo tipo de actitudes que perjudican al equipo.
Si tenemos que poner una fecha del comienzo de esta situación nos tenemos que remontar a uno de los primeros fin de semanas de Marzo. Toco y me voy, bajo la batuta de Muszkat, intentaba prepararse para afrontar el campeonato de la mejor manera posible. Despues de algunos amistosos con resultado adverso catástrofico, el equipo iba levantando su performance, hasta que la lesión de su capitán y uno de sus mejores jugadores (Junior) dejaron al equipo sin uno de sus principales valores, y muy afectado psicológicamente.

El comienzo del torneo no fue prometedor. A la lesión de Junior, hay que sumarle la supuesta lesión del Loro, la otra estrella del equipo. Allegados a esta redacción nos informaron que hay certificados que dicen que el delantero no sufría ningún tipo de problema en el tobillo, y que hay una escucha de su representante (cuyo número de Nextel termina en 400) que dice: "lorito, no te quemes, la cosa está muy podrida, al gordo no le doy más de 3 partidos".

Los primeros resultados fueron catástroficos. 4 derrotas, en 4 partidos que acentuaron los problemas internos del plantel. Ya nadie se quería "quemar". Un miembro de la comisión acusó una poco creíble lesión a los 20 minutos de juego del primer partido del torneo. Veterano de mil batallas, sabía lo que estaba pasando y a donde iba a llevar todo, por lo cual, decidió "dejar" su lugar en la defensa, viendo a un equipo derrotado desde afuera con un vaso de fernet en la mano y su sonrisa de Baron B.

Las derrotas seguían y las traiciones se seguían gestando. Hasta que un día decretó el final del entonces entrenador. Abatido por una de las tantas derrotas en su haber, y necesitado de recaudar dinero para conseguir refuerzos de primera línea, el Gordo se dedicó al contrabando de Morcilla, actividad ilícita, explotada por uno de los integrantes de la comisión. El repudio fue generalizado. Horas despues, en local gastronómico de la zona de Caballito la comisión y dos referentes de la primera época, digitaban el final de un ciclo.

El plan era perfecto. Los cuatros se dividían: dos actuarían dentro de la cancha (como lateral y central) y dos buscarían eco en el interior de la provincia de Buenos Aires, agitando a la prensa amarilla, y bastardeando el nombre del Gordo. Todo fue un éxito: el equipo fue una lágrima, perdió 4-0 contra un equipo bastante mediocre y la situación parecía insostenible. Los referentes ya no bancaban al técnico, y los jóvenes valores habían sido ya seducidos por Junior, que había comenzado con su campaña desde las sombras para tomar el puesto de entrenador.

A cuatro día de esa derrota se generó lo que parecía inevitable: el Gordo renunció, cuando la comisión (con sus colmillos a flor de piel) tenían una copia de un telegrama de despido para entregarle. Las cartas estaban echadas y el ciclo del gordo terminado.

(continuará)