9 de agosto de 2009

De Película

Es díficil intentar hacer un comentario del partido alejándose de todo lo que rodeo el partido. El sábado vio una de las cosas más semejantes a una "fiesta futbolistica": ansiedad, emoción, alegría, un grupo de fieles seguidores que ofrecieron el color y el calor de siempre, y un equipo que contagió desde adentro ofreciendo una de las mayores exibiciones futbolísticas que se han visto de Toco en el último tiempo. Exagerado, obseno, lleno de mística, bien a lo Toco.



Fue importante ganar. Quizás el mote de "clasico" ya no encuadre en un partido contra Estudiantes: desde aquel día que nos ganaron utilizando las artimañas más nefastas del fútbol a este partido ha pasado mucha agua debajo del puente: las caras (sobre todo de ellos) no son las mismas, el sentimiento de odio no es el mismo, pero los históricos de ambos equipos saben que es un partido especial, por aquel cuento que se ha transformado en leyenda y por todo lo que significa para los que estuvimos presentes aquel día.



Partiendo desde esa premisa de partido "especial" el partido Toco estuvo muy cercano a lo perfecto. Se jugó como se juega un partido de esta índole: con gente alentando desde afuera de la cancha y con un equipo que jugó con una seriedad y concentración que fue demasiado para un equipo que venía peleando el torneo, pero que encontró en un rival supuestamente inferior, a un equipo que fue imbatible. Toco ganó el partido en todas las esferas de este hermoso juego: fue superior física, técnica y mentalmente, ante un equipo que se rindió ante un equipo que mostró credenciales realmente importante.



Antes de pasar al analisis puntual del encuentro quiero remarcar esta cuestión. No fue un buen campeonato el del equipo rojinegro: muchas semanas tristes, muchas derrotas inapelables, muchos cambios de timón hasta encontrar (a finales de torneo) un equilibrio que ilusiona hasta al hincha más esceptico. El sábado Toco demostró que está a la altura del torneo, que ya muestra credenciales de equipo serio, que va a pretender ser protagonista del torneo que empieza en dos semanas. Toco se ha transformado en un verdadero equipo: partiendo de las seguridad del Gordo (para mi, gran artifice de esta levantada por su cambio de actitud), la seguridad de la comisión en la última línea, la garantía que dan Tute y Luis partido tras partido, un mediocampo que ofrece una dinámica sorprendente sin importar los nombres propios, un 9 goleador que se sacrifica por el equipo hasta desangrarse dentro de la cancha, comandado por este joven Capitán-DT-Referente que con destreza e inteligencia ha sabido mover algunas piezas que han aportado mucho al conjunto. Esta base, más la calidad que puedan aportar eventualmente los genios del balompie (Diego, Batata, Loro) más el agregado de la alegría que le suma la gente que acompaña al equipo sabado tras sábado, hacen que Toco sea un coctel irresitible, una copa de lo mejor, a la que nadie se puede negar.



Luego de esta extensa introducción, queda analizar lo que fue el partido. Toco fue superior en todo momento ante un equipo que venía en la segunda ubicación. La realidad parecía a la inversa: Estudiantes jugó como un equipo de mitad de tabla para abajo, y Toco (por entusiasmo, concentración y calidad) jugó como un equipo que estaba peleando el torneo y que tenía que reconfirmar sus credenciales en un partido especial. El partido fue perfecto: Toco arrancó concentrado, sin desesperarse, cediendole el campo y el protagonismo a un equipo que necesitaba los puntos para no alejarse del lote de los punteros. Pero a medida que los minutos fueron pasando, Toco se fue adueñando del partido: una defensa siempre bien parada y sin sobresaltos, un mediocampo compuesto por indígenas encargados de raspar, pero de tambien jugar (liderados por ese cacique llamado Mauro) y un ataque en donde la potencia de Batata y la inteligencia de Kiko pueden preocupar a cualquier defensa.



Por eso no sorprendió el gol de Jimmy (una recompensa a la máxima revelación de este Toco modelo 2009), luego de una gran jugada entre varios jugadores, un toque exquisito de Eber a Kiko. Era justo el 1-0 por lo que había demostrado uno y otro equipo. Toco siguió atacando luego del gol, aprovechando que su rival estaba al borde del Knock Out: lo tuvo Batata, el palo se lo negó, y cada vez que los jugadores de Toco encaraban a la última línea rival había olor a gol inminente. Sin embargo, Estudiantes se acomodó mejor en la segunda mitad del segundo tiempo, agarró mejor las marcas y comenzó a jugar en campo rojinegro, sin preocupar a Muszkat, gracias a una excelente actuación de la defensa, quien desbarató todos los intentos tanto por arriba como por abajo.



En el entretiempo, Capi volvió a mostrar parte de su capacidad para ver bien el fútbol y digitó un cambio que terminó siendo clave: el ingreso de Seba (marcador central rumano con look intelecual pero una vehemencia importante para el juego brusco) le otorgó mucha fuerza y marca en el medio, dándole mayor libertad a Mauro en la mitad de la cancha, algo que fue devastador para Estudiantes dado que Mauro se encargó de proyectar la mejor actuación que le he visto a un jugador de Toco en toda su historia. El Edgard Davids de Caballito ofreció en una todo lo que generalmente ofrece un equipo, pero en una sola persona: marca, entrega, quite, guapeza, concentración, juego, despliegue, asistencia y gol. Fue realemente demasiado.



Con el valor agregado que da una actuación individual tan magnífica, es muy dificil perder un partido. Se agigantaron las figuras de Luis y Tute, Colibrí empezó a jugar para el equipo y para la tribuna, Jimmy se hizo más completo que nunca, Eber mostró todas sus condiciones, Batata desniveló cada vez que quizo, Kiko volvió a ser el delantero más inteligente del planeta, Gonzalito entró para mostrar que su zurda es exquisita y fue todo una fiesta: adentro de la cancha, afuera, en la general paz, en el país y en el mundo. No importó nada más, ni el descuento de Estudiantes, ni la descomunal patada de Sergio, ni los exagerados 7 minutos de adición dado por el árbitro. Fue una fiesta, el partido perfecto. Una pélícula de felicidad que quedará grabada en las retinas de los presentes y que se podrá ver prontamente en DVD.



No tengo mucho más para decir. Quizás no fue el comentario más objetivo ni serio que ofreció este espacio, pero para días como estos la frialdad ni el análisis cuenta. Toco es pasión por el fútbol, sentimiento y amistad. Y cada uno de nosotros es parte de algo hermoso y único. Que este sueño no se termine nunca jamás.



Puntajes.



Gordo. 8. El máximo exponente de la levantada rojinegra. Su madurez personal arribó a la cancha de fútbol: lejos de los flashes y la vida licensiosa. Dejó de lado la materialidad de tiempo atras, su viaje a la India le permitió dejar de lado las presiones, orientandose hacia la espiritualidad física y mental. Lo suyo en el arco es importantísimo: ofrece la seguridad y tranqulidad que todo equipo necesita, y cada vez que es llamado a actuar lo hace con autoridad, presencia y calidad. Además aporta con su experiencia, siendo una voz escuchada por veteranos y jóvenes. El líder espiritual del equipo.



Luis. 9. Excelente, soberbio. Una clase magistral de lo que debe hacer un marcador lateral derecho. Siempre bien parado para anticipar, siempre a tiempo para ir de arriba y ganar, sumándole además inteligencia para proyectarse lo justo y necesario preocupando con pelotazos largos muy precisos y punzantes. Crédito para Junior que lo cambió de banda y encontró la mejor versión de este lateral amante de la percusión y el chivito uruguayo.



Guille. 8. El veterano líder al que la vida lo ha pasado por encima como una locomotora. La inexorable caída capilar más la aparición de varices en sus piernas hizo que ya no pueda sentir el trajín de jugar como volante central y cuando su carrera parecía irse en picada (con casamiento incluído), nuevamente la destreza de Junior le permite vivir una segunda adolescencia jugando como último hombre y erigiendose como el líder natural de esta milagrosa defensa. Corriendo lo justo y necesario, siempre bien parado y con un juego aéreo envidiable ha aportado al equipo seguridad y orden defensivo.



Gonza. 8. El manejo que ha tenido de su imagen y popularidad en estas últimas dos semanas ha sido majestuoso. Primero tuvo una maléfica enfermedad que lo tuvo a maltraer durante la semana y no le permitió jugar en el último partido. Se comenta que fue consecuencia de un hechizo con magia negra que le hizo alguno de los tantos delanteros al cual ha sometido con sus teledirigidos a las rodillas. Siguió con su aparición ante la prensa prendiendo el ventilador y tirando misiles para todos lados, y terminó con una actuación legendaria en un partido tan importante como este. Cortó todo de arriba y de abajo, y se animó a hacer algunas corajeadas que deleitaron a los hinchas presentes que lo despidieron con una ovación cuando su físico y dijo BASTA, y se retiró reemplazado.



Tute. 9. Otro que ha sido bendecido por la magia de esta sorprendente y milagrosa defensa. Volvió a su nivel, ese que lo llevó a ser el mejor lateral de CITEFA, admirado por propios y extraños. En la marca fue impasable: gano de arriba, de abajo y además en cada proyección mostró parte de su amplio repertorio técnico. Gambetas, pisadas, toques, buscando el vacío con inteligencia y velocidad. La afición volvió a demostrar que lo tiene entre sus preferidos ovacionándolo cada vez que tocaba la pelota. Un histórico que es merecedor de tanto cariño.



Jimmy. 10. La persona más completa que existe sobre la faz de la tierra. Es hora de decirlo, de aceptarlo y de creerlo. Venía negado con el gol, pero apareció para matar la sequía en el partido más importante del año: oportuno para recoger el rebote y mandar el balón al fondo de la red, para gritar el gol con alma y vida, en calidad de desahogo. Además del gol fue una locomotora por la punta derecha: yendo, viniendo, marcando, jugando. Una actuación tan completa como él mismo.



Bruno. 8. Su actuación durante el primer tiempo fue de menor a mayor. Arrancó perdido en la mitad de la cancha, no pudiendose hacer fuerte en la marca, hasta que entendió la necesidad de anticipar sobre la salida rival y de ahí su figura fue siendo cada vez más importante. Posee condiciones, pero está en el proceso de adaptación de cancha grande: cuando encuentre su lugar en la cancha seguro va a mejorar mucho su nível. Por ahora, colabora con el equipo con su versatilidad cumpliendo actuaciones correctas en varias posiciones.



Mauro. 10. El partido perfecto. Hizo todo bien durante los 80 minutos. En los primeros minutos, lejos de la ansiedad del resto del equipo fue el único que intentó parar la pelota y jugar, motivando a sus compañeros a hacerlo también. Se mostró, recibió y tocó de primera el pase fácil y preciso al compañero. Primero, lo primero. Despues, cuando Estudiantes tomó la iniciativa desmostró despliegue y marca para recuperar la pelota. Y en el segundo tiempo hizo una demostración de futbol: marcando, jugando, haciendo un gol inolvidable (con un festejo zarpado en bizarro) y, a pesar de jugar de volante central, metió un desborde mágico para asisitir a Gonzalito en el tercer gol. Todo bien, el partido perfecto, la máxima demostración individual de un jugador con esta camiseta, en un partido de por más importante.



Eber. 8. Su mejor partido con la remera de Toco. Bien en la marca, con mucho despligue para ubicar posiciones defensivas, pero también para sumarse en ataque, acompañando a los delanteros. Tuvo participación activa en el primer gol de Toco con un pase muy preciso entre líneas, que fue bien aprovechado por los delanteros. Se lo nota cada vez con más confianza. Tiene mucho potencial, por lo cual la exigencia es mayor, tiene mucho para mejorar y no dudo que lo logrará.



Batata. 8. Uno de los galácticos en su máxima expresión. Desequilibrante para encarar por derecha, por el centro y por izquierda. Es un delantero muy completo, tiene todo lo que un atacante tiene que tener: velocidad, precisión, juego aereo, potencia, buen remate con ambas piernas. Un delantero con tanto repertorio ofrece más soluciones que problemas y puede desnivelar en cualquier cancha, y en cualquier momento. Solamente le faltó el gol.



Kiko. 8. Incansable para luchar todas las pelotas como si fuese la última. Asumió la responsabilidad de hacer el trabajo sucio en el ataque y, hoy por hoy, a pesar de las estrellas y los galácticos que puedan venir, se ha ganado su lugar como indiscutible dentro del equipo. Inteligente para moverse del centro a los costados y peligroso para estar alerta en aprovechar cualquier error de la última línea rival. Tuvo participación activa en el primer gol cuando se llevó la pelota en una corajeada interminable hacia la red.



Seba Murra. 8. Su look de intelecutal de algún país remoto de Europa del Este no se refleja en su actitud dentro de la cancha: lejos de la literatura soviética de Tolstoi, Seba juega cada pelota con mucha vehemencia y pierna muy fuerte. Su ingreso fue fundamental: reforzó la zona media del equipo, ayudó a Maurito en la marca y otorgó el "background" necesario para que Sapito ejecute su exhibición.

Gonzalito. 8. Habilidoso, atrevido, encarador. En la primer pelota que tocó con esta camiseta mostró parte de sus condiciones: recibió con su zurda mágica, encaró al defensor por el lado externo de la cancha y este tuvo que bajarlo cuando el desborde era inminente. Tuvo pocas participaciones, pero hizo todo bien: bien para tocar de primera, bien para pivotear de espaldas al arco, para jugar en equipo y la frutillita del postre, capitalizando el desborde de Mauro para marcar su primer gol con la remera de Toco, justo el día de su debut.

Bruja Berty. 8. La vuelta del jugador más misterioso del plantel. Ex Toco de Oro, la revista People anunció la semana pasada que su reputación se venía para abajo, que las acciones de la empresa que maneja su imagen había tocado el precio histórico más bajo desde que salieron a la bolsa (allá por el 2007/2008, en plena "Bertymanía"). Pero a los jugadores diferentes siempre hay que respetarlos, y así fue que la gran bruja tuvo una actuación destacada en los minutos que lo tocó jugar: recostado por la banda izquierda (su gran amor), fue un concertista en lo que se refiere a pases picantes, cambios de frente, marca, despliegue y movilidad. Sus pases largos descolocaron a los defensores e hicieron delirar a los presentes. Tuvo chances de llegar a posición de gol, pero no logró la oportunidad de marcar.

Sergio. s/p. Entró en reemplazo de Angel, cuando el cuerpo de este dijo basta. Alternó buenas y malas hasta el momento en que le hizo una feroz entrada al delantero de Estudiantes, tocandole la pelota (es cierto) pero impactando también de manera vehemente el tobillo de su rival. El ruido se escuchó hasta la avenida General Paz y el referee no tuvo otra que expulsarlo directamente, con roja directa. Jugó poco, pero gracias a su brusquedad y maldad, mostró cosas del mejor Materazzi.

Técnico, hinchas y allegados. Todos desde su lugar aportaron mucho a este festejado triunfo. Junior volvió a mostrar su capacidad para motivar a sus jugadores y a meter los cambios en el momento justo. El ingreso de Seba para raspar, el ingreso de Gonzalito para darle más juego a la banda izquierda, el ingreso de Berty para rearmar la línea de 4 mediocampistas, fueron realmente oportunas en el desarrollo del partido. Además, siempre bien asesorado por el Abuelo, el joven DT interino realizó un movimiento de piezas que fue muy provechoso para el equipo: Guille de último hombre, el enroque de los latereales (Luis de 4 y Tute de 3), la inclusión de Mauro en el mediocampo, la continuidad a Eber y la confianza que le dio a todos los jugadores. Por otro lado, no hay mucho más para agregar sobre hinchas y allegados. Ellos le dan el color y la mística especial a este equipo. Sin los amigos que apoyan a este movimiento popular desde afuera, Toco sería solamente un equipo de fútbol. Sin embargo, y gracias a ellos, Toco se ha transformado en un lugar donde se intenta hacer culto del fútbol, la amistad y el compañerismo.

No hay comentarios.: