Toco 0 – 100 de Morta 1

A veces gana, a veces pierde, como todo jugador.

Nuevamente, con el silbato final del árbitro, me he quedado con la mirada perdida buscando una explicación. A veces pienso que Toco está destinado a sufrir. De un tiempo a esta parte muchas cosas se han mejorado: lejos de la pálida imagen dada durante la casi totalidad del Torneo Apertura, Toco había cambiado para bien en las últimas fechas del torneo pasado. El equipo empezó a ofrecer (y sigue ofreciendo) algunas cosas positivas: sobriedad y seguridad defensiva y un alto grado de compromiso de todos sus jugadores tanto a la hora de jugar (jugando cada pelota como si fuese la última) como fuera de la cancha, esforzándose al máximo en virtud del progreso del equipo.

Aún así, y con el estimulo de haberse salvado del descenso gracias al logro de algunos importantes resultados en el tramo final del pasado Apertura, el comienzo de Toco, a nivel resultados, nuevamente, deja bastante que desear. A pesar de que la imagen no es la misma y el progreso es evidente, la realidad marca que no se pudieron obtener ninguno de los 4 puntos en juego y que la promesa de “comienzo arrollador” que habían pensado los jugadores, quedó en la nada. Ahora bien, intento buscar las razones y, sinceramente, no las encuentro. Mala suerte, mala puntería, falta de concentración, son las razones que se escuchan de la boca de jugadores, cuerpo técnico y afición, pero sinceramente no si una (o todas) de ellas son realmente el motivo. Realmente, no lo se.

Toco arrancó el partido con voracidad y ganas de revertir el resultado del lunes pasado. En los primeros 5 minutos ya había producido dos situaciones de gol clara: mano a mano de Emi al minuto de juego, y un remate de Luis de afuera del área que exigió la estirada del arquero rival. Parecía que Toco salía dispuesto a llevarse por delante a su rival, algo que sucedió en los primeros minutos. Después de los primeros minutos, 100 de Morta se acomodó mejor en la cancha y comenzó a tener más control de la pelota, pero sin peligro. En cambio, a Toco le faltaba elaboración de juego, pero le sobraba peligrosidad para casi sin proponérselo, crear situaciones para todos los gustos: mano a mano de Mauro que no pudo terminar en gol, una escapada de Jimmy por derecha que no pudo dominar en zona franca hacia el arco. Sin embargo, y a pesar de crear 4 situaciones clara de gol, Toco no pudo quebrar el marcador ante un rival que sólo contó con una chance, que no fue gol por la intervención oportuna de Guille sobre la línea.

En el segundo tiempo, Zubel cambió figuritas retirando a Diego (extenuado) y dándole pista a Kiko. El equipo no sintió el cambio en la zona de ataque, y aunque al equipo le seguía faltando elaboración, la peligrosidad de sus delanteros mantenían latente el peligro. Toco jugaba ya, decididamente, en campo rival y tuvo en los pies de Emi la mejor chance para marcar, pero su remate se fue algo desviado. Parecía que el partido se iba a desarrollar en terreno rival por el resto de su duración, pero sucedió lo peor: de un lateral a favor, 100 de Morta capitalizó la desconcentración en la zona defensiva rojinegra, y con 3 toques precisos y rápidos (algo que suele ser letal en el Fútbol) consiguió el 1-0. Inmerecido, es cierto, pero en este juego gana el que más goles marcas y ahí no existen los merecimientos.

Toco fue a buscar el empate con ganas pero sin ideas. Volvió a escasear la elaboración de fútbol. El equipo se aferra a su seguridad defensiva y al ímpetu de todos sus integrantes, pero, cuando eso no alcanza cuando hay que generar fútbol. 100 de Morta cerró sus líneas y Toco no pudo volver a ser peligroso. Dependía únicamente de una pelota detenida: centro frontal pero picante del Gordo para Jimmy, quien no pudo capitalizar la jugada que le podía haber dado el empate a los vestidos de rojinegro.

El partido se esfumó junto con la tarde soleada. Toco volvió a quedarse con las manos vacías en un partido que no lo merecía. Quizás el empate era justo, incluso un triunfo rojinegro hubiese estado bien. Pero perdimos. Nuevamente. Será cuestión de esperar al partido que viene para obtener un mejor resultado. La imagen que el equipo está dejando es positiva, pero aún así no alcanza. Solamente debemos capitalizar las situaciones que venimos creando y, ahí si, supongo que el resultado será diferente. Yo, igualmente, seguiré pensando en las razones de las dos derrotas seguidas al comienzo del campeonato, en una de esas, quizás las encuentre.

Puntajes:

Gordo 5. Volvió a ofrecer seguridad al equipo, sobre todo, en las jugadas aéreas. Siempre que fue exigido respondió con criterio y sobriedad. No tuvo responsabilidad en el gol rival y después fue poco exigido. Para rescatar: su precisión en los envíos con el pie y su capacidad para ganar el sorteo, que le permitió a Toco no cambiar su camiseta. Estuvo lento en algunas salidas.

Luis 6. El percusionista más violento que ha dado el fútbol volvió a mostrar el buen nivel de los últimos partidos. Bien en el anticipo, bien en la marca, bien en el juego aéreo, las tres cuestiones básicas del marcador de punta. Después le pudo agregar gol a tanta virtud, pero su excelente remate que tenía destino de gol, fue desviado de forma magistral por el arquero.

Guille 6. El zaguero, a pesar de mostrar una clara bipolaridad psíquica, va mejorando partido tras partido y, ya es, el líder natural de esta defensa milagrosa. Tuvo un partido muy bueno, con quites oportunos, agregando juego aéreo y estando siempre bien parado. Se nota que se lo ve más afianzado en el puesto y que puede seguir mejorando aún más.

Gonza 6. El líder de esta Comisión que tantas alegrías le ha dado al pueblo rojinegro. Su carta de presentación es la regularidad, con eso muestra que es una pieza importante en el andamiaje del equipo. Quizás nunca será figura de la cancha, pero seguro nunca será el peor. Bien en el juego aéreo (gracias a su famosa jugada “del colibrí” que ya es imitada por todos los niños peronistas del país) y poderoso en el anticipo.

Tute 5. A los 10 minutos sintió el desgaste de haber jugado otro partido en el día. No ofreció su habitual despliegue para pasar al ataque con presencia y determinación, pero, a pesar de todo, se dedicó a marcar mostrando que es muy difícil pasarlo, gracias a su velocidad e inteligencia para la marca.

Jimmy 5. El elegido “jugador mas completo del Torneo Apertura” tenía las intenciones de cambiar las opiniones del cronista. Ofuscado por su puntaje en el partido anterior, desafió al cronista con “ganas de revertir la situación”. Si bien lo suyo no fue malo, tampoco fue una actuación desnivelante. Todos sabemos (incluso él) que su nivel puede ser mucho mejor, y no dudamos que lo logrará.

Bruno 6. Lo importante que tiene Bruno es que sabe jugar al fútbol. O sea, le falta experiencia en cancha grande, pero sabe lo que es el juego y como jugarlo. Por eso, a medida que vaya acumulando minutos va a ir sumando atributos a su juego. Esta vez fue importante en el juego aéreo, ganando muchas veces por sobre los mediocampistas rivales. También estuvo oportuno en la marca, aunque se lo notó algo lento en el traslado de la pelota, pero no dudo que también lo podrá mejorar.

Mauro 6. El nuevo ídolo de la parcialidad. Desde que su imagen recorre las revistas de deporte más importante, a este jugador se lo ve más sólido y aplomado. Cambió peleas por fútbol, pero siempre mantiene esa cuota de entrega que lo hace indispensable. Tuvo un buen partido, intentando participar en la elaboración de juego, llegando al gol con frecuencia (tuvo una situación muy clara y otra en la que prefirió enganchar para llegar mejor perfilado). Tendría que comprometerse más con el juego pidiendo decididamente casi todas las pelotas y responsabilizarse en iniciar los ataques del equipo, sobre todo, en aquellos partidos en los que el Toti no puede secundarlo en esta función.

Eber 5 . Primero, hay que resaltar lo que yo considero una cualidad excéntrica de este jugador: en mis 50 años de fútbol nunca he visto un jugador que haga los ejercicios de precalentamiento con los lentes oscuros puestos, El Pony es el primero y, creo que el único, en hacerlo. Dentro de la cancha volvió a mostrar la aptitud y actitud que se requieren para defender la remera de Toco. Fue y vino por su sector, generalmente bien ubicado, acompañando en ataque y colaborando en defensa.

Diego 5. Sabemos que sus otras obligaciones futbolísticas hacen que su físico se deteriore y le sea incapaz jugar los ochenta minutos. Es como un cristal, una obra de arte, a la cual hay que valorarla y darle el uso justo. Ni más ni menos. La idea era que entre en los últimos minutos para desnivelar con su capacidad, pero debido a problemas de logística del equipo, tuvo que jugar de arranque. Jugó hasta que el físico le dijo basta, pero nos regaló dos asistencias dignas de su calidad: con la parte externa de su pie dejó a Emi cara a cara con el arquero y con la pierna interna asistió a Jimmy casi sin mirarlo.

Emi 6. Volvió a mostrar todas sus condiciones. Cuando arranca con velocidad y potencia es imparable, porque además de sus atributos físicos, no es ningún negado con la pelota. Pero, nuevamente, quedó en deuda con la red: no pudo capitalizar ninguna de las dos chances con las que contó. El equipo necesita los goles, como los humanos el aire para vivir, pero lamentablemente no puede colaborar con una cuota que un delantero debe dar. ¿será cuestión de rachas?, ojalá así sea.

Kiko 4. A cualquier persona le puede pasar de llegar tarde: las obligaciones sociales, el caos vehicular en la general paz, pueden ser algunos de los motivos. Lamentablemente, cuando uno de los jugadores que llegan tarde es el delantero más goleador del equipo (el 9, como se dice en el barrio) el equipo se resiente aún más que si fuese otro jugador. Su llegada tarde se redujo a la mitad su tiempo dentro de la cancha y no pudo mostrar toda las credenciales que venía mostrando en los partidos anteriores, se lo notó errático y mal con la pelota.

Berty. 4. Entró en el segundo tiempo para hacerse amo y señor del mediocampo, pero nunca pudo hacer pie en el partido. No aportó en la marca ni en la creación aunque mostró su depurada técnica para dominar una jugada con la espalda, algo único en el fútbol posmoderno.