El equipo ha ganado en tranquilidad y eso ha contagiado a todos. Desde el arco, dónde el Gordo muestra la sobriedad de siempre, hasta el delantero más adelantado, todos han asumido, desde el rol que le toca, la necesidad de que Toco sea un equipo que pregone el juego asociado y al ras del suelo. Con errores y cosas para mejorar, el equipo ha mostrado en estos dos partidos una actitud saludable de buscar el pase simple al mejor compañero ubicado, y ha producido ya en estos 2 partidos, mucho más volumen de juego que en todo el 2009.
El sabor que queda es agridulce. El empate fue injusto, porque Toco fue muy superior a su rival en los 80 minutos de juego. Tuvo la posesión del balón, lo jugó con mucho criterio aprovechando las bandas, creando situaciones de gol, que no pudieron ser capitalizadas. En el primer tiempo hubo no menos de 4 jugadas clara de gol, 3 de ellas en los pies de Diego (que se está guardando los goles para el comienzo del torneo) y 1 de ellas en los pies del Pony, quién volvió a mostrar un muy buen nível, dándole salida y velocidad al equipo por la punta derecha.
El ímpetu y las ganas de atacar de los dirigidos por Lamouret dejaron algunas grietas defensivas que los rivales aprovecharon sobre todo al traves del picante número 11 (autor de los dos goles). Cuestiones para corregir: pregonar un juego de ataque pero con equilibrio. Cuando los laterales pasan, los volantes deben relevar la zona, y buscar los rebotes para que el ataque sea constante, evitando que los contragolpes sean letales. Así fueron los goles rivales: pelotas perdidas en la salida, un equipo desbalanceado, un delantero certero y dos goles en la canasta.
Sin embargo, en el balance del partido, la balanza se inclina hacia lo positivo. La vocación de ataque, la capacidad para crear situaciones de gol, la reacción de empatar dos veces el partido en desventaja y la sensación de que vamos por el buen camino. Queda una semana para la iniciación del torneo, queda un partido para seguir ajustando cuestiones vinculadas con el funcionamiento, de manera de que jugando por los porotos el equipo siga con esta tranquilidad, con esta idea de juego y se reencuentre con su ADN futbolístico.
Puntajes (sin puntos).
Gordo. Con la seguridad y la sobriedad de siempre. En el primer tiempo casi no tuvo trabajo y no pudo hacer nada en el gol rival. En el segundo tiempo mostró todos sus reflejos desviando un tiro libre rival y su personalidad para patear un penal, convirtiendolo con muchísimo suspenso.
Luis. Tanto de lateral derecho como izquierdo, el histórico lateral de origen ríoplatense se mostró como una fiera enjaulada para la marca y le está agregando a su juego mucho criterio para pasar al ataque con determinación, pero con mucha inteligencia.
Leo. Mostró las seguridad y la calidad de siempre para llegar a todos los cruces, para ganar en el mano a mano y volvió a ser importante en el área rival, capitalizando un rebote y marcando el 2-2 definitivo. Sus actuaciones son cada día mejores y su repertorio cada vez es más amplio. Ya no me sorprende nada del mejor defensor del mundo.
Junior. A pesar de no haber jugado en su puesto natural, de haber reemplazado a la "pesada" figura de su hermano y de haber tenido un muy buen desempeño, lo importante para este prodigio del fútbol de Toco es haber jugado 80 minutos intensos, y de haber terminado muy bien el partido. Muestra mejoras evidentes en su recuperación y sin dudas, será un jugador importantísimo para esta temporada.
Sergio. En el primer tiempo tuvo algunos problemas con el 11 rival (veloz, intenso y picante delantero) que lo complicó bastante por su sector. Se afianzó en el segundo tiempo (ya como lateral derecho) consolidándose en el anticipo y en la marca. Tuvo algunos cruces muy importantes con el equipo desbalanceado defensivamente.
Cobany. Estuvo en duda hasta último momento, pero Lamouret confió en sus condiciones y lo mandó a la cancha como carrilero derecho. Tuvo un buen desempeño, jugando ordenando, recuperando muchas pelotas y dándole siempre un buen destino. Se retiró lesionado a los 30 minutos por culpa de un golpe en la rodilla maldita. Los facultativos de la institución lo revisarán durante la semana.
Guille. A pesar de algunos errores o pases imprecisos (de uno de ellos vino el primer gol rival) se lo notó nuevamente cómodo bajo este estilo de juego. Fue la aduana del equipo en la mitad de cancha, y la pelota siempre pasó por sus pies con intenciones de darle siempre un destino claro al balón. Alternó buenos pases y cambios de frente, con otros que no fueron tan acertados, pero fue determinante para que el equipo haga su juego de posesión.
Mauro. Ladero de Guille, ayudó no sólo en la recuperación y la marca, sino también a la hora de jugar, dándo pases claros, precisos y llegando bastante a posiciones ofensivas. Aguantó muy bien los 80 minutos del partido, mostrando un muy buen estado físico. Su despliegue y temperamento lo hacen importantísimo para el equipo.
Pachu. Se mostró como el volante más adelantado, con la habilidad y la explosión de siempre. Se juntó para tocar con los otros volantes y acompañó a los delanteros llegando a posiciones de gol. Su nível va de menor a mayor: si se afianza y comienza a acertar el último pase, terminará siendo clave en la faz ofensiva
Diego. Complicó a la defensa rival con todo su repertorio futbolístico: diagonales, apiladas, habilidad extrema, todos los atributos que muestra el mejor jugador del mundo cada vez que juega a la pelota. Solamente le falló estar fino en el último toque: tuvo 3 o 4 chances que no pudo capitalizar, pero como Romario, Del Piero y los grandes delanteros, a él también le gusta hacer goles importantes, los que son por los porotos. Se está guardando los goles para el campeonato.
Kiko. El tanque volvió a mostrar su importancia para jugar en función de equipo. El equipo pregona el toque y el juego asociado, pero también se sabe que cuando el juego no es tan ágil, Kiko se ofrece como una referencia para aguantar la pelota de espaldas, desgastar a defensores y permitir que el equipo se reacomode en la cancha. Si a esta función habitual le suma 5 o 6 goles en el torneo, vamos a estar hablando del mejor compañero para Diego.
Eber. El mejor de la cancha. Su nível no sorprende: siempre mostró condiciones interesantes para la práctica del balompie, solamente habia que encontrarle su lugar en la cancha y que el complemente tanta "electricidad" con tranquilidad y criterio. El sábado tuvo todo: por derecha le dio salida veloz al equipo, encarando en velocidad o bien juntandose con sus compañeros para la generación de fútbol asociado. Tuvo mucha llegada y gracias a un buen desmarque, generó la jugada del penal para el empate parcial. ¿Qué le falta?, agregarle más desborde y centro a su juego, dado que su velocidad le permite llegar bien al fondo, ahí dónde los centros al corazón del área duelen en serio.
Loro. La vuelta del gran ídolo de la afición rojinegra. Lamouret decidió que arrancase desde el banco, para ir sumando minutos y ritmo futbolístico de a poco. Entró en el complemento y mostró la calidad de siempre, para recibir la pelota y gambetear rivales como si fuesen conitos. Asistió a Eber en la jugada previa al penal y tuvo su chance en un bombazo que el arquero rival despejó muy bien. Coincido con la intención del técnico de llevarlo de a poco, de no exigirlo, para cuidarlo de potenciales lesiones. Necesitamos contar con él para todo el campeonato.
Abuelo. Ingresó por Kiko a mediados del complemento y mostró las ganas y el compromiso de siempre. Se movió inteligentemente por todo el frente de ataque, intentando acompañar a Diego. Tuvo algunas diagonales interesantes, pero no se animó a encarar buscando el arco rival. Aprovechá tu velocidad y cada vez que veas terreno para avanzar, no lo dudes y buscá el gol con determinación.
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