27 de marzo de 2010

LA CASA ESTA EN ORDEN, FELICES PASCUAS

Toco 1 - CF SENNAF 0


Se ganó. Es verdad que no nos sobró nada, ante un equipo que era inferior a nosotros, pero luego de un comienzo sin victorias, lo importa era sumar de a dos. Como lo dijo alguna vez el gran Johann Cruyff: "los grandes equipos se forman ganando los partidos, se se pierde todo se acaba". Con esta premisa, el del sábado fue un triunfo para celebrarlo, para festejarlo, sabiendo que lo importante era ganar. Despues, es cierto, que hay muchas cosas para corregir. Era un partido para definir antes, ante un rival que pese a sus buenas intenciones no era para que preocupara tanto. Toco se mostró superior en fuerza y en fútbol, pero no pudo traducir dicha superioridad en la red, y terminó sufriendo más de la cuenta.


En el primer Toco mostró esta superioridad de la que hablamos. En los primeros minutos se mostró que cada vez que un jugador de Toco disputaba una pelota con decisión, era muy seguro que la iba a ganar. De hecho la primer jugada del partido fue una situación de gol, que Kiko remató algo desviado, pero marcaba tendencia de la superioridad del equipo del hoy puntual y siempre servicial Tío Matute. Así, Guille y Junior mandaban en el medio, mientras que Eber y Pachu se desdoblaban para ayudar defensivamente y acompañar a los hombres de ataque. Así, Toco jugó a lo que se propuso, contó con algunas situaciones claras de gol e inclinó la balanza a favor gracias a otro encuentro de esta gran sociedad futbolística que se está empezando a gestar: en la primera fecha Pachu había asistido a Loro, y esta vez el rubio atacante asistió al explosivo "pibe golosina" para decretar el 1-0. Y era justo, y pudo haber sido un poco más amplia la diferencia.


En el entretiempo Matute dispuso de los cambios siguiendo su método de comunista para entrenar equipos, desarrollado por los oficiales de la KBG y aplicados por el politburo, desde el Pacto de Varosovia hasta Gorbachov. Así dispuso de la salida de un agotado Pachu (el jugador más desequilbirante del partido) y Guille, que junto a Junior, se había proclamado como patrones de estancia en el mediocampo. Ingresaron Toti y Emi, con la intención de desnivelar con juego (a partir de "fisu"-enganche) y con potencia con el ingreso del crédito gesselino. Sin embargo, lo planeado no fue lo real: el SENNAF ajustó las marcas en el fondo, armó un medio más combativo y ya Toco no tuvo la superioridad de la primera etapa. Esto, sumado al intenso calor que se profundizó debido a la exigencia de la primera etapa, hizo que el arco rival le quede muy lejos a los delanteros rojinegros.


Entonces sucedió lo esperable. A 15 minutos del final, los rivales se dieron cuenta que estaban vivos, que el empate estaba a un sólo gol, que no había nada que perder y fueron al todo o nada. Adelantaron sus líneas, coparon el mediocampo y arrinconaron a Toco. Matute lo intentó desde el banco: buscó juego con Diego, pero evidentemente el mejor jugador que dejó las dos últimas décadas está lejos de su mejor estado físico, resitiéndose de una lesión muscular. Sin un patrón definido de juego, la consigna del equipo era aguantar, se había terminado el tiempo del arte, era la hora de la resistencia. Matute no lo dudó y mandó a la cancha a uno de los gladiadores más excentricos del plantel en el arte de destruir: Lavezzi. El poderoso carrilero izquierdo volvió a las canchas con la única misión de acompañar a Junior en la marca. Cumplió, con la rudeza de siempre, evitando el gol del empate con una entrada providencial dentro del área.


De esta manera, Toco aguantó hasta el final. Fueron necesarias algunas intervenciones del Gordo que resultaron claves, cuando el cansancio ya se empezaba a sentir en defensa. Cuando el árbitro decretó el final del partido se escuchó el esperado grito de victoria: una mezcla de satisfacción, desahogo y felicidad. Se obtuvo el primer triunfo, ahora vendrán dos semanas de descanso para recuperar a los jugadores que vienen con algún problema físico (Gordo, Dieguito), para descansar despues de esta segudilla de partido, para bajar un poco a tierra y para afrontar los partidos que vienen con la mejor. Sigo confiando ciegamente en este equipo que pretende ir de menor a mayor y está a mitad de camino.

Puntajes.

Gordo. 7. Uno de los bastiones de la victoria. A pesar de su lesión en el gemelo derecho, atajó con la seguridad y la sobriedad de siempre. Se destacó con dos intervenciones fundamentales: en el primer tiempo respondió a puro reflejo en una jugada complicada, y en el segundo tiempo respondió muy bien ante un remate a quemarropa.

Cobany. 6. Siempre bien parado por su sector, estando firme en la marca y aportando poca proyección. Cuidó bien su quintita por el flanco derecho de la defensa sin complicaciones. Al final, copó la parada ante un rival en un rifirrafe innecesario.

Leo. 6. En duda hasta el final, fue otro de los que dijo presente. Jugó con la calidad de siempre, impecable en el juego aéreo y sin complicaciones para llegar a los cruces. Tuvo una chance clara en el primer tiempo, pero su cabezazo fue despejado por el arquero rival.

Angel. 7. Bien para el anticipo, fue uno de los valuartes de la defensa. Ganó cuando fue a los costados y sobre el final del partido se destacó en el juego aéreo, despejando muchas pelotas. Una garantía.

Tute. 7. Otro de los puntos altos del equipo. Respondió bien ante la principal jugada peligrosa del equipo contrario: pelotazo cruzado de izquierda a derecha. Siempre bien ubicado, se proyectó con criterio, pero sin descuidar sus espaldas.

Eber. 6. En el primer tiempo estuvo activo, marcando y colaborando en ataque con los delanteros. Pudo imponer su habitual velocidad con algunos desbordes interesantes. En el segundo tiempo, si nível decayó un poco, quizás por consecuencia del calor, hasta que salió reemplazado a mediados de la etapa final.

Guille. 6. En la primera mitad junto con Junior fueron los dueños del mediocampo. Entre los dos quitó muchas pelotas, dándole siempre un destino claro. No salió a la cancha en el segundo tiempo, producto de la política de rotación, aunque se lo notaba un poco cansado.

Junior. 6. Jugó muy bien con Guille en el primer tiempo, armando un buen tandem en el medio, que se encargó de aplicar el dominio en el medio juego. En el segundo tiempo, sintió el desgaste y la ausencia de su compañero de fórmula, sin embargo, corrió hasta el último minuto, con su habitual despliegue.

Pachu. 7. Otro bastión de la victoria. A pesar de haber jugado sólo un tiempo, su actuación fue determinante. Colaboró en defensa, pero también fue peligroso a la hora de atacar. De hecho, uno de sus desmarques por la punta izquierda terminó con el gol del equipo: descarga con el Loro, astucia para buscar el espacio libre, recibir la devolución y clavar la pelota en el primer ángulo del arquero rival.

Loro. 6. Sus intervenciones derrochan la clase y la capacidad de siempre. Para la pelota de manera simple, pero siempre precisa. A partir de ello, siempre busca al compañero mejor ubicado, otorgándole a partir de su criterio volumen de juego al equipo.

Kiko. 6. Con el desgaste y la inteligencia de siempre para moverse por todo el frente de ataque, preocupando a la defensa rival. Estuvo muy activo, sobre todo durante en el primer tiempo, donde contó con 3 0 4 chances de gol, pero no estuvo acertado en sus remates. En el segundo tiempo siguió con movilidad, pero ya no le llegó la pelota tan clara. Terminó extenuado.

Toti. 5. Intentó hacerse manija y manejar la pelota, pero sus participaciones fueron esporádicas. Nunca pudo armar pequeñas sociedades ni ser importante en el juego. Aportó ganas, sacrificio y marca, aunque no pudo desdoblarse en la función ofensiva.

Emi. 5. Las ganas y la voluntad de siempre. Generoso para chocar, y para disputar cada pelota como si fuese la última. Le está faltando un poquito a nível futbolístico, estar más preciso y encontrar un "socio futbolístico" con quién desnivelar.

Diego. 5. Entró a 20 minutos del final, con la intención de tener la pelota y darle algo de creatividad a un equipo que estaba encerrado y no podía salir. Mostró que está a leguas de su mejor forma física, de hecho en su primer intervención se resintió de su lesión muscular. Ojalá que el parate de semana santa lo haga llegar de la mejor manera a la reanudación del torneo.

Lavezzi. 6. La vuelta del hijo pródigo más fisura de esta institución. Su carrera estuvo siempre rodeada de desplantes, irresponsabilidades y recaídas, pero su carisma lo hacen ser un ser humano muy querible para todos. Lejos de su mejor forma, ingresó ya agitado despues del pre-calentamiento, para destruir en el mediocampo. Aportó lucha y una entrada providencial en el área propia.

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