HOMENAJES EN VIDA (PARTE 1)

Hoy: La Familia Vilas.





Vinculados desde el comienzo, la familia Vilas es sinónimo de Toco y me voy, y aunque ellos digan que por sus sangre corren los colores blanquicelestes, sin duda gran parte de su corazón es rojinegro.

Jay Jay Vilas (centro): Una de las personas más representativas del equipo en sus pocos años de gloria. Fue el primer entrenador del equipo, cuando Toco era una quimera, un deseo más que una realidad. Con su estilo paternal y defensivo intentó hacer migas con los jugadores de la línea dura (Matute, Toso, Papa, Guille) que conocía desde la infancia. Lamentablemente, muchos de ellos ya no eran tan joviales, ni estaban tan vigentes, arruinados por una vida llena de excesos. Cansado de los aprietes y la presión, presentó su renuncia pasando a ser el Presidente Honorífico de la institución. En un momento fue acusado de "piedra" dado que sus presencias en el verde cesped presionaba mucho a los jugadores (sobre todo a sus hijos) hasta que dijo "Basta" y ya no se lo ve tan seguido viendo al equipo de sus amores. Seguramente, el día que Toco tenga un estadio llevará su nombre.



Berty (Derecha): Los que lo han visto jugar aseguran que se trata de una leyenda viviente. Sus características de carrilero nato, de gran despliegue, dudosas condiciones técnicas pero con un carisma inagotable, lo ponen entre los 5 mayores ídolos de la afición. Su nombre está vinculado a gestas heroicas: el "episodio Lumilagro" (cuando amenazó a un referee del torneo a partirle un termo por la cabeza luego de una expulsión), su gran noche del 2007 (cuando emulando a un felino desató la euforia de sus compañeros de equipo) y la más reciente: aquel jueves inolvidable cuando a pesar de estar abatido fisicamente, arriesgó su físico trabando una pelota dividida con la cabeza y ganandose la inmortalidad, un lugar en el olimpo rojinegro. Seguramente, si la cancha de Toco se llamará como su padre, una tribuna llevará su nombre.



Kiko (izquierda): Si nos referimos a jugadores polémicos, no podemos olvidarnos de ninguna manera de Kiko. Amado y odiado, insustituible pero al mismo tiempo resistido, Santiago nos demuestra día tras día, semana tras semana, que lo suyo es despertar sensaciones encontradas: "podrás amarlo u odiarlo, pero nunca ignorarlo" solía decir Fattigatti en rondas de Fernet, cuando le preguntaban acerca de este jugador. Lo suyo ha sido destacable: es un histórico, su carrera de jugador se ha iniciado con el inico del equipo y dificilmente podrá jugar en otro equipo que no sea Toco. Está muy identificado con esta camiseta. Se caracteriza por ser un delantero movedizo, que posee algunos problemas para dominar la pelota pero lo compensa con unas endiabladas diagonales que pueden destartalar cualquier defensa. A pesar de esto, la velocidad no es su fuerte: se recuerda todavía su famosa "corrida en comba" cuando fue descubierto corriendo, de manera poco convencional una pelota en profundidad que le habían tirado, y que, lógicamente, nunca alcanzó. Sus últimos goles lo han puesto sobre el tapete, dado que el entrenador Musky lo considera un jugador clave para la plantilla, pidiendo que se le renueve el contrato, incluso sabiendo las diferencias que existen entre el "Topo Kiko" (como lo han bautizado luego de su festejo "a lo Riquelme" y la Directiva, en un conflicto que seguramente traerá cola.



Señores: esta es la familia Vilas. Una familia vinculada a Toco y me voy desde el génesis del equipo. Su aporte desde dentro y fuera de la cancha es indudable. Creía necesario un merecido homenaje a estos hombres que intentan forjar por un Toco cada vez más grande.